DERRUMBE ES LA PALABRA
Allamand: "El segundo tiempo de Bachelet será el derrumbe de la Concertación"
El senador de Renovación Nacional endurece sus críticas al gobierno, dice que el escándalo de las subvenciones es "la guinda de la torta" y advierte que próximamente explotarán más irregularidades en materia de seguridad ciudadana. Sobre el reiterado apoyo que dio Lavín a Bachelet el viernes, señala que "no hay peor ciego que el que no quiere ver".
Juan Andrés Quezada
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Andrés Allamand llega corriendo a su oficina en el piso ocho de Isidora Goyenechea, donde comparte estudio con Jorge Schaulsohn. Luce acelerado y con la piel notoriamente tostada, dos características que tienen explicación en sus últimos viajes. Lo primero, porque viene llegando de una visita relámpago al Lago Ranco, en su circunscripción, por la caída de la avioneta que dejó cuatro personas muertas. Lo segundo, porque el senador pasó parte importante de sus vacaciones en Punta del Este, donde celebró sus 52 años.
Allamand aparece, además, con un libro en la mano que, aparentemente, lo acompaña a todas partes desde que lo lanzó hace casi un año: "El Desalojo". Pese a ello, comenta que la palabra debe cambiar por otra para este segundo tiempo anunciado por Bachelet: el derrumbe.
-¿Qué estrategia cree que se impondrá hoy en RN y en la Alianza: el nuevo trato que anunció Piñera o su polémico desalojo?
No hay diferencias conceptuales entre uno y otro. Ambos se enmarcan en la clara voluntad opositora de crear las condiciones para que se produzca la alternancia en el poder. Más allá del desalojo o el nuevo trato, el segundo tiempo de Bachelet será el derrumbe de la Concertación, porque los que estamos en este minuto observando, desde mi punto de vista, es la crisis generalizada de una forma malsana de gobernar.
A un año del lanzamiento de su libro, usted pasó de ser un dirigente opositor moderado a un referente de la derecha más dura.
-¿Se siente hoy cómodo en esta nueva trinchera?
Por supuesto. En primer lugar, El Desalojo fue el libro político más vendido el año pasado, pero sobre todo, los hechos han venido a confirmar la tesis central del libro: que es que la Concertación sufre una aguda descomposición y que se encuentra cruzada por dos tendencias muy generalizadas: la negligencia en asuntos públicos y los fenómenos extendidos de corrupción, como los que hemos conocido en las últimas semanas.
-¿Qué le parece el millonario desorden financiero en el Ministerio de Educación en el pago de subvenciones a colegios?
En esto quiero ser muy cuidadoso, porque doy por sentado que me corresponderá pronunciarme en el Senado sobre la responsabilidad constitucional de la actual ministra de Educación: Pero para mí el escándalo en materia educacional viene, de alguna manera, a ser la guinda de la torta. En materia de empleo, estamos asistiendo a la formalización de diputados de la Concertación, quienes ya no podrán seguir escudándose en su fuero parlamentario. Ya se vio hasta dónde Chiledeportes fue esquilmado por los operadores políticos de la Concertación. Y ojo, en materia de seguridad ciudadana, próximamente afloraran nuevas irregularidades.
-¿Tiene hoy esos antecedentes?
Irregularidades en el programa estrella del gobierno -"Comuna segura"-, que ahora están medianamente ocultos.
Joaquín Lavín respaldó públicamente el viernes el actuar de Bachelet en el caso de las subvenciones.
No hay peor ciego que el que no quiere ver. El que Lavín persevere hoy en el bacheletismo-aliancista es un gravísimo error político. La pregunta que él debe hacerse es si frente a un gobierno contumaz en la negligencia de los recursos públicos es ético continuar en una actitud colaboracionista.
El está jugando un rol al que usted apostó durante varios años: ser un dirigente opositor moderado, al que el gobierno acude para llegar a acuerdos.
Es completamente distinto. Lo que uno tiene que hacer es siempre mantener una disposición a buscar acuerdos necesarios para el país. Sin ir más lejos, yo mismo el año pasado participé en los de educación y previsional, pero un asunto completamente distinto es tener una actitud política de condescendencia y que, en la práctica, termina por avalar el desgobierno, la negligencia y la corrupción.
-Usted, en su momento, también fue muy criticado por los "duros" de la Alianza
La situación de principios de los 90 con la situación de fines de esta decáda son completamente distintas. Aquí la que ha cambiado y finalmente ha terminado por desfigurarse es la propia Concertación. La primera tenía un apego a la probidad, la actual lo ha perdido completamente. Hoy la administración pública está intervenida por un ejército de operadores políticos. Estamos enfrentando una de las peores sequías de los últimos tiempos, y el gobierno ha resuelto poner al frente del Ministerio de Agricultura a una persona (Marigen Hornkohl), que como lo admitió el ministro saliente, no tiene conocimiento comprobado alguno del área. Además, es una persona que se encuentra cuestionada por asesorías a Gendarmería que distan de estar aclaradas.
-¿En qué más basa su tesis del derrumbe oficialista?
Al inicio de este segundo tiempo se ha producido un verdadero desfondamiento de todas las bases a partir de las cuales se estructuró el gobierno de Bachelet. Partió con un gobierno ciudadano que desapareció con la crisis pingüina, con la promesa de que nadie se repetiría el plato, que se administraría lo que supuestamente era la valiosa herencia del gobierno de Lagos, que se administraría un provisorio horizonte económico y, por último, que se harían valer las mayorías parlamentarias en ambas Cámaras. Los cinco principios hoy se han evaporado.
-¿Apoyará las reformas políticas que está impulsando Pérez Yoma: financiamiento estatal, reforma al binominal y primarias internas, entre otros puntos?
Me parece que el propósito de entregarle un financiamiento estatal a los partidos es una desfachatez. La Concertación ha transformado a sus partidos políticos en verdaderas agencias de empleos y en verdaderas máquinas para usufructuar del Estado. Esto, por lo demás, no corresponde a un juicio únicamente opositor. Este verano, en Osorno, Gabriel Valdés hizo presente que en la Democracia Cristiana existían procedimientos políticos similares a los de la Cosa Nostra. Genaro Arriagada señaló "la decepción en la Concertación es que los partidos tienen que estar en lugares con redbanc".
-¿Habrá mayor entendimiento con Pérez Yoma en el Congreso?
Para mí, el estreno de Pérez Yoma ha sido decepcionante, porque habría esperado más de una persona con su trayectoria. Pero el asunto es muy simple: esta es la eterna cortina de humo, de pretender tapar con temas de supuesta importancia política las evidentes falencias de la Concertación en su gestión de gobierno.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL DE LA ONU
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