| el uso de la fuerza como herramienta de presión le resta legitimidad
Conflicto en industria del salmón | |
|  (Publicado : 13/2/2008, 5:0 horas)
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Aunque la huelga en la empresa es legal en su origen y las reivindicaciones de mejoras salariales de sus trabajadores son razonables, el uso de la fuerza como herramienta de presión le resta legitimidad
La violencia exhibida por los trabajadores de la salmonera Aguas Claras durante la toma de varias de sus instalaciones en la madrugada del lunes revivió los temores a una radicalización de los conflictos laborales, como la que se vio en la segunda mitad del año pasado.
Y las declaraciones en torno al tema alimentaron las aprensiones. Tras las críticas del gerente general de la salmonera, Agustín Ugalde, el subsecretario del Interior, Felipe Harboe, respondió que las autoridades actuaron de manera adecuada a través de la intervención de Carabineros.
Es cierto que el gobierno no tiene la obligación de mediar en un conflicto entre un empleador privado y sus trabajadores, pero cuando se atenta contra el Estado de Derecho es deber de las autoridades anticiparse a los escenarios complejos más allá de la simple intervención policial.
Más aún cuando representantes de la empresa se reunieron con las autoridades la semana pasada para alertar precisamente sobre la amenaza de una exacerbación de los movimientos sindicales.
Aunque la huelga en la empresa es legal en su origen y las reivindicaciones de mejoras salariales de sus trabajadores son razonables, el uso de la fuerza como herramienta de presión le resta legitimidad.
Más allá de la intervención de la fuerza pública, entre los empresarios existe una cierta percepción de que la violencia como instrumento de negociación es tolerada por el gobierno y, hasta cierto punto, avalada por algunas de sus autoridades.
A mediados de 2007, las demandas por bonos debido a los altos precios del cobre y la aplicación de la Ley de subcontratación llevaron a violentas movilizaciones en la minera estatal Codelco, con la quema de buses y oficinas de la empresa. Pese a que el gobierno presentó una querella contra los responsables, en la opinión pública quedó instalada la percepción de impunidad ante estos hechos.
Este tipo de acto también afectó a las empresas agroalimenticias Agrosuper y Pacific Nut, además de la forestal Celco, donde incluso murió uno de los trabajores que protestaba.
Todos estos antecedentes resultarán clave, considerando que para este año se anuncian cerca de 30 procesos de negociación en la industria salmonera y tomando en cuenta además la importancia que tiene este sector para la economía nacional.
Si la violencia se instala en las negociaciones laborales tendrá un negativo efecto en la imagen de Chile y será una pésima señal para los inversionistas extranjeros que consideran tener una presencia relevante en el paí | |
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