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La forma de gobernar ha sido muy inadecuada, la indisciplina partidista de la Concertación ha sido deplorable y la gestión de sus ministros ha sido muy mala. Angela Chávez
A 5 meses de haber asumido la presidencia de la Unión Demócrata Independiente y a días de terminar 2006, el senador Hernán Larraín, entrega aquí su balance de cómo ha visto desde la oposición el desempeño del primer año de gobierno de Michelle Bachelet.
Su diagnóstico resulta más bien desalentador, sobre todo producto de los últimos hechos de corrupción que han marcado la agenda política.
-¿Cómo evalúa el desempeño del gobierno y de Michelle Bachelet?
- Tenemos un gobierno bastante ineficaz, que teniéndolo todo: popularidad, mayoría en ambas cámaras, el mayor presupuesto de la historia, con un cobre en las nubes, ha sido el peor gobierno de la Concertación en lo que va corrido de este ejercicio, y el 2006 no solamente es un año perdido, se está convirtiendo en un año negro para el país.
- ¿Por qué?
- El país se ha perdido la oportunidad porque es un gobierno que no tiene la agenda clara, todas sus cartas de navegación surgen finalmente a presión de la gente. No tenía propuestas educacionales, salvo en el ámbito de la educación preescolar, y presionado por los estudiantes que salen a la calle aparecen con algunas ideas. Sin embargo, como el camino que eligieron fue débil e impreciso, terminamos con una comisión que no ofrece una solución, sino que múltiples alternativas que estaban todas antes que se sentaran a conversar. Por tanto la principal prioridad para el desarrollo de Chile como es la educación ha sido muy mal administrada.
- ¿Eso se reproduce en otras áreas?
- La reforma procesal juvenil o la laboral no son capaces de implementarlas y ha habido que postergarlas para que no fracasen. En el ámbito de la energía advertimos la falta de visión de los gobiernos anteriores de la Concertación, pero también la debilidad de éste para defender los derechos de abastecimiento gasífero de Argentina. En el plano de las relaciones internacionales, hemos dado examen de hacer las cosas mal, las relaciones con Bolivia han sido ambiguas, ha habido agendas paralelas, hubo mucha indefinición en el tema del Consejo de Seguridad demostrando que en temas de políticas de Estado la Concertación está actuando de forma dividida y debilitando nuestra proyección internacional. Las agendas paralelas en el tema valórico muestran no solamente que el gobierno no tiene control interno sino que además no tiene cohesión en el proyecto político. Por otra parte, el camino de las comisiones ha sido un fracaso. La forma de gobernar ha sido muy inadecuada, la indisciplina partidista de la Concertación ha sido deplorable y la gestión de sus ministros ha sido muy mala tanto que este es el primer gobierno de la Concertación que ha tenido que hacer un cambio de gabinete a los pocos meses. Y como si todo lo anterior fuera poco ha estallado la peor red de corrupción que se ha conocido.
Responsabilidades - ¿Tiene alguna responsabilidad directa la presidenta Michelle Bachelet?
- Son muchos los responsables, pero uno o una en este caso, tiene que asumir la responsabilidad. Si el buque está caminando mal o está a punto de zozobrar o de hundirse el capitán es el responsable siempre. Aquí ha habido un problema de equipo, de improvisación, de falta de carta de navegación, de incapacidad para aprovechar la coyuntura y las oportunidades que ha tenido el país, que redundan en último término en la conducción. Este es un gobierno sin conducción y por lo tanto la responsabilidad recae en quien lidera la coalición.
-¿Y cómo ven los futuros tres años del gobierno de Bachelet?
- Nos parecen muy preocupantes. Cuando se redujo el plazo presidencial de 6 a 4 años muchos pensaban que era un período muy corto, pero aquí no llevamos un año y se nos hace eterno pensar que aún quedan más de tres. Hay mucha incertidumbre del futuro y ojalá que el gobierno sea capaz de rectificar. Nosotros tenemos la mayor voluntad para que se introduzcan cambios importantes porque si le va mal a este gobierno el que fracasa es el país.
La oposición - Este año la oposición ha endurecido su discurso, pareciera que se ha cumplido eso de negar la sal y el agua...
- No hemos negado la sal y el agua. Si analizamos los proyectos de gobierno la inmensa mayoría de ellos ha sido aprobado por nosotros de manera que si le hubiéramos negado la sal y el agua habría habido un rechazo a todas sus iniciativas. Tenemos capacidad para distinguir las cosas que nos parecen bien y las apoyamos, las cosas que nos parecen mal las representamos. La Ley de Presupuesto era la oportunidad del gobierno de terminar con la corrupción y eliminar todos los gastos discrecionales que había a lo largo de su presupuesto, se lo pedimos pero fue incapaz de identificar esas partidas y de poner termino a esa esquema. Aquí no se rechazó el presupuesto, lo que hicimos fue no dar nuestro apoyo mientras no se establecieran las partidas discrecionales que hacen efectiva la principal causa de corrupción que hay en Chile.
- De pedir que se indaguen los casos de corrupción a poner en duda la legitimidad de la elección de la presidenta, ¿eso no es endurecer el discurso?
- No hemos planteado la ilegitimidad del gobierno de Michelle Bachelet, lo que se ha dicho es que si la Concertación no hubiese tenido esa red de operadores, no hubiese dispuesto de las platas que usa a través de los gastos directos en miles de programas para intervenir en los proceso electorales, y buscar la simpatía y la adhesión electoral.
- Ésta ofensiva los ha mostrado más agresivos, algo de lo cual la Concertación ha sacado ventaja porque tampoco genera simpatía en la ciudadanía.
- A la ciudadanía le debería parecer muy preocupante que nosotros frente a casos de corrupción no actuáramos con dureza, porque querría decir que somos cómplices, que estamos involucrados. Nuestro deber como opositores es fiscalizar que el gobierno no cometa irregularidades. Nos sentimos con la obligación de hacer las denuncias y de enfrentar al gobierno más todavía cuando este no está disponible para resolver el tema.
- ¿Por qué dice que el gobierno no quiere resolver el tema de la corrupción?
- La presidenta ha anunciado 30 medidas para poner fin a toda esta historia, si se aprobaran tal cual en un año más podríamos tener un nuevo escándalo de Chiledeportes u otro, porque siguen los operadores y activistas políticos, siguen los gastos discrecionales y sigue la intervención electoral.
- ¿No será que se ha politizado esta discusión?
- Desgraciadamente la Concertación está demostrando que no está disponible para terminar con la red de corrupción. Instala o la operación confusión para enredar la perdiz, o la operación silencio como lo hace la ministra (Paulina) Veloso cuando dice que los funcionarios públicos no pueden hablar de los gastos reservados, lo cual es completamente absurdo porque cuando un funcionario conoce la existencia de un delito tiene la obligación jurídica de ir a denunciarlo. Así buscan tratar de llegar al empate moral como si fuéramos lo mismo, pero los hechos son muy claros. Hay una línea de corrupción detectada en Chiledeportes y en los programas de empleo y probablemente existan mucha otras entidades que vamos a indagar. El otro hecho que ha producido la mayor irritación en la Concertación se debe a los testimonios de altas figuras del oficialismo, por ejemplo dos ex presidentes de partido, que han dicho que hay platas de gastos reservados destinadas al financiamiento de sus partidos. Pero eso no es responsabilidad nuestra, no inventamos la información.
-Pero, ¿la oposición no ha logrado capitalizar lo que han sido los errores del oficialismo?
- Me tiene sin cuidado ese tema. No trabajo para las encuestas, trabajo para cumplir mi deber que es de servicio público, de hacer los mejor por el país, aportar con ideas, precisar los errores o rectificar lo mal que pueda estar haciendo una autoridad y esa tarea la voy a hacer tenga o no mayor adhesión. Ahora, creo que la adhesión la vamos a saber cuando contemos los votos, antes son puras aproximaciones. Por lo demás siempre a nosotros las encuestas nos dan menos apoyo de lo que la ciudadanía nos da cuando vota, de manera que tampoco nos dejamos asustar o inquietar por una encuesta que no nos está dando un resultado todavía muy espectacular. Estamos trabajando para el bien de Chile y estoy seguro que al final la ciudadanía va a reconocer el aporte que hemos hecho en muchos campos.
Reforma previsional: -¿Cómo enfrentarán la discusión en el Congreso de la reforma previsional? - Tenemos una comisión previsional que está trabajando y en donde participan varios parlamentarios con un grupo de expertos. En línea general estamos bien de acuerdo con el grueso del planteamiento de la reforma. Eso sí, no nos explicamos porque en algunos puntos específicos hay que esperar el término del proceso, por ejemplo, por qué no hoy día resolvemos el caso de la pensión asistencial, para que este otro año ya se esté entregando.
-¿Van a insistir, entonces, por que se separe esa iniciativa del proyecto general? - Por cierto que sí, que se separe y se resuelva ya porque eso tiene su financiamiento y la gente no puede seguir esperando. Si los viejitos pobres que no tienen hoy día pensión son muchos, conozco a centenares de ellos en mi región, entonces por qué tienen que esperar hasta el 2008 ó 2009. A mí me parece que no debemos hacerla esperar, como eso hay otros puntos que creemos poder acelerar. Lo otro lo discutiremos, pero en general nos parece un buen proyecto. Nosotros distinguimos cuando se trata de materias de bien país. Cuando hay un proyecto razonablemente bien hecho nos ponemos a trabajar, esa es la actitud nuestra. En medio del gran escándalo de la corrupción no nos confundimos, si hay algo positivo aquí lo trabajamos, lo apoyamos y los sacamos adelante, no hay una predisposición o un prejuicio.
La Concertación nació por Pinochet - La figura de Pinochet se ha convertido en un fantasma para la derecha, el oficialismo cada vez que puede le recuerdan que son sus herederos. - La Concertación nació por Pinochet, así que es su obsesión. Es el principal vínculo que tienen y no sé ahora que ha muerto cómo van a subsistir, si lo que los une ya no está en la mesa, aunque hace rato que había dejado de ser un actor político y un protagonista. El tema forma parte de una situación bien difícil, porque cuando se les dice que ustedes (Concertación) están usando gastos reservados, argumentan que Pinochet también. Nunca hemos entendido que si alguien en el pasado hizo mal algo justifique que se repita en el presente, son precisamente ellos los que han cuestionado el uso de los gastos reservados de Pinochet, ese ¿es título de legitimidad para seguir usándolos mal?, ciertamente no, entonces están siendo cazados por su obsesión. Los que tienen el fantasma de Pinochet son ellos. El gobierno de Pinochet fue un período de la historia que pasó hace largo rato sobre el cual tenemos interpretaciones históricas diferentes y, por lo tanto, no deberíamos ahondar en las diferencias sino que pensar en el futuro, donde nuestras visiones por el pasado no entorpezcan un sueño común, que es la unidad de Chile.
- ¿La derecha había logrado trazar un camino distanciada de la figura de ex general, ahora a propósito de su asistencia a los funerales no les preocupa que la ciudadanía los vuelva a asociar con su figura? -No creo que eso ocurra. Hay pinochetistas, hay gente que trabajó en el gobierno militar y que tiene afecto por esa administración y me parece que está en todo su derecho. Hay otros que tenemos una visión más independiente y equilibrada y tenemos una mirada que a veces concuerda y a veces que no, pero eso es parte de la diversidad que tenemos en la propia Alianza y está bien que así sea. Pero eso no es lo que fundamenta a la Alianza, no surge a propósito del gobierno militar. La Alianza es fruto de dos partidos con un proyecto político para ofrecerle al país una alternativa que no tiene nada que ver con lo que paso hace 15, 20 ó 30 años atrás.
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| La Concertación está demostrando que no está disponible para terminar con la red de corrupción. Instala la operación confusión (...), o la operación silencio, advirtió Larraín. | |