El cineasta español Pedro Almodóvar aseguró que su último filme, Los abrazos rotos, que el domingo cerrará la 47 edición el Festival de Cine de Nueva York, nació como un guión de lo que podría haber sido una cinta porno. "Realmente era una película pornográfica de un ciego y un montón de chicas", dijo el oscarizado director en una conferencia de prensa en Nueva York, a la que acudió con la actriz Penélope Cruz y que se celebró tras el primer pase de la cinta en la muestra que organiza la Sociedad Cinematográfica del Centro Lincoln desde 1963.
Almodóvar habló del origen de Los abrazos rotos y aseguró que, tras pasar un tiempo encerrado "en la oscuridad" de su habitación debido a fuertes migrañas, empezó a escribir el guión de un filme que acabarían protagonizando Cruz y Lluís Homar, este último en el papel de un director ciego que en un principio tenía "una fuerte carga sexual".
"Al principio este director, que tiene muy buen físico, era muy activo sexualmente y siempre intentaba ligar con las chicas cuyo olor más le gustaba", indicó el manchego, quien también imaginó una parte de la historia que no incluyó en la cinta y que situaba a su protagonista como "el hombre que mejor folla en el mundo".
El cineasta había imaginado que, ante la casa de su protagonista ciego, que en la película compagina los nombres de Mateo Blanco y Harry Caine, había una academia de modelos y que entre las chicas que acudían a ella existía "la leyenda urbana" de que en la zona había un hombre que era invidente y todo un virtuoso del sexo.
"Muchas de ellas buscan al protagonista, se acuestan con él y lo usan a su manera. Ése era el origen de todo, pero la película es muy diferente, porque después encontré el tono adecuado que quería", explicó Almodóvar, quien reconoció que siempre había fantaseado con escribir una cinta en la que apareciera un director ciego.
El cineasta, responsable de filmes tan conocidos como Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988) o Volver (2006), reconoció que empezó a escribir su última cinta para divertirse y "llenar tiempo".
Además, aseguró que, como el protagonista de Los abrazos rotos, tiene "aversión a precuelas, secuelas, adaptaciones y cintas biográficas".
"Y añado que jamás haré películas de héroes, ni de antihéroes ni de superhéroes. Del resto, puedo hacer cualquier cosa", dijo Almodóvar, quien también alabó el trabajo de Cruz en este filme como "una mujer inacabada y condenada desde un principio a la fatalidad".
"En ningún momento queríamos que Penélope fuera Sofía Loren o Audrey Hepburn. Eso son referencias para nosotros, pero lo maravilloso es que Penélope puede convertirse en ambas", comentó el director al ser preguntado por "el aire Audrey" con que cuenta la actriz española en esa cinta.
Cruz, por su parte, habló ante la prensa sobre su papel como Magdalena, una mujer que quiere ser actriz cuando en realidad ha conseguido ser "una gran actriz en su vida personal, una manipuladora", y evitó comparar su experiencia con Almodóvar en Los abrazos rotos con las que ha tenido en otras de sus colaboraciones.
"No puedo comparar. Nuestra relación se modifica constantemente y cada vez que colaboramos vivo una aventura cambiante. Puedo decir que Pedro ha estado en muchos de los momentos más importantes de mi vida y eso es una joya para cualquier actriz", explicó la ganadora de un Óscar por Vicky Cristina Barcelona, de Woody Allen.
Los abrazos rotos, también protagonizada por Blanca Portillo, José Luis Gómez, Tamar Novas y Rubén Ochandiano, es la octava película que Almodóvar exhibe en el Festival de Cine de Nueva York.
cvtp
No hay comentarios.:
Publicar un comentario