Cristina Fernández se llamó al silencio
La presidenta Cristina Fernández se llamó hoy a silencio luego de los cacerolazos de anoche en rechazo a su discurso contra la protesta del agro y prefirió desarrollar su actividad sin apariciones públicas, con una agenda que incluyó reuniones con organismos de derechos humanos y con Francis Ford Coppola, el director de El Padrino.
No fue casual: la estrategia oficial fue alejar el conflicto de la Casa de Gobierno y dejar que en esta jornada el comunicador fuera el ministro de Economía, Martín Lousteau, desde su propio despacho en el Palacio de Hacienda.
Por el contrario, ayer tanto con el discurso presidencial o con las reiteradas apariciones en los medios del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la Rosada había centralizado la atención.
Pese al hermetismo oficial no pasó desapercibido que había muchos contactos desde oficinas gubernamentales con gobernadores en preparación, según trascendió, de un encuentro a corto plazo entre Cristina Fernández y esos mandatarios para encontrar salida al conflicto con el campo.
La presidenta no concurrió por la mañana a su despacho y por la tarde, apenas llegó a su oficina poco después de las 16, se reunió con el bonaerense, Daniel Scioli, que anticipó su regreso al país desde Brasil donde participaba de una misión comercial.
Fiel a la estrategia del silencio, no se dio información oficial ni siquiera de la presencia del gobernador de Buenos Aires, pero DyN pudo saber que la Presidenta le encomendó encarar un acercamiento entre las entidades rurales y el gobierno nacional, presumiblemente de cara a ese encuentro a nivel nacional.
Por la mañana, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, había hecho una solicitud similar al mandatario de Entre Ríos, Sergio Urribarri.
Reuniones. A partir de ese momento, Cristina Fernández mantuvo dos reuniones seguidas y extensas con representantes de organismos de Derechos Humanos entre los que estuvieron el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, y las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, y de las dos vertientes de Madres. Participó también el juez de la Audiencia Nacional de España, Baltasar Garzón.
Desconociendo la estrategia oficial de mantener silencio, el Premio Nobel de la Paz, pidió a través de una nota que le entregó a la presidenta en su despacho realizar todos los esfuerzos posibles para solucionar el paro agrario.
Diálogo. "Paren la mano. El camino es el diálogo y no la violencia", expresó Pérez Esquivel.
La primera reunión fue para anunciar el envío al Congreso de cinco proyectos de ley que apuntan a agilizar los procesos penales y la segunda para adelantar que el gobierno dará dinero para restaurar la casa en la ciudad de La Plata atacada por fuerzas de seguridad el 24 de noviembre de 1976 y de donde se llevaron al hijo, la nuera y la nieta de María "Chicha" Mariano, dirigente de Abuelas de Plaza de Mayo.
En ambos casos, la presidenta envió a funcionarios para ofrecer amplios informes a los periodistas.
Más tarde, Cristina Fernández recibió por separado a la Cámara Argentina de la Construcción y a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa que expresaron su convicción sobre la necesidad del "diálogo sincero y la reflexión" para encontrar una solución al conflicto con el campo.
Ya bien entrada la noche, y mientras la Plaza de Mayo era escenario de una manifestación dividida entre los que apoyaban al campo y los que protestaban contra el paro, la jefa del Estado recibió en su despacho a Francis Ford Coppola.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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