Lourdes Heredia BBC Washington |
En 2006 se redefinió el mapa político de América Latina. |
El 2006 fue un año de elecciones en América Latina. La tendencia hacia la izquierda continuó consolidándose y Estados Unidos parece haberse mantenido atento y respetuoso de los procesos democráticos en la región, según la percepción de varios analista consultados por la BBC. "Hubo en total 13 elecciones presidenciales en el continente entre diciembre del 2005 y diciembre del 2006 y Washington mostró una habilidad para relacionarse con gobiernos de todas las tendencias", explicó a BBC Mundo Christopher Sabatini, del Consejo de las Américas.
Sólo en el caso de las elecciones con Nicaragua, los funcionarios estadounidenses se mostraron abiertamente contrarios a que ganara el líder sandinista Daniel Ortega. Esta actitud fue fuertemente criticada por los intelectuales en Washington.
"Antes de Nicaragua, la administración Bush había demostrado una gran autoridad moral. Incluso en el proceso electoral mexicano los funcionarios estadounidenses mostraron una gran profesionalismo o en Perú, Washington también mantuvo la distancia", escribió antes de las elecciones nicaragüenses el subdirector del Diálogo Interamericano Michael Shifter en el Washington Post.
La victoria de Ortega
A pesar de las declaraciones durante la campaña electoral, después de la victoria de Ortega, la administración Bush pareció cambiar de táctica y bajó de tono la confrontación con el líder sandinista.
"Nosotros tenemos un compromiso con la democracia y vamos a respetar las decisiones del pueblo nicaragüense", le dijo a la BBC Thomas Shannon, subsecretario de Estado y el jefe de la diplomacia estadounidense.
Por eso los analistas opinan que, a pesar de algún altibajo, el 2006 fue un "buen" año en términos de las relaciones con EEUU y la región y destacan la lección aprendida por Washington de no inmiscuirse en los asuntos soberanos de los países latinoamericanos.
Además, a pesar de la prensa y de las expectativas sobre una "ola de izquierda" en la región, los resultados fueron ambivalentes para Estados Unidos.
Gobiernos amigos
"Las elecciones terminaron como un empate. Resultaron gobiernos amigos de Washington, como México, Perú, Colombia y resultaron otros gobiernos que tienen una retórica más populista, como Ecuador, Nicaragua o la reelección de Chávez", señaló Isaac Cohen, ex director de la CEPAL, Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Incluso cuando se trata de la relación con Chávez y Bush, parece que las palabras no conllevan necesariamente a acciones.
"La retórica que existe entre Venezuela en contra de EE.UU. no se traduce en una interrupción de las relaciones comerciales. Al contrario, Caracas le sigue vendiendo petróleo, lo que le conviene a Washington en un mercado tan difícil, y el interés económico esta prevaleciendo a la retórica", explicó Isaac Cohen.
"Una señal para mi fueron las declaraciones de Shannon que aceptó los resultados de las elecciones en Venezuela y aceptó a Chávez como un líder elegido democráticamente. Yo creo que este es el gran cambio que veremos en el 2007", enfatizó Sabatini.
Lo que no cambiará con el nuevo año, sin embargo, es que la atención de Washington está centrada en el Medio Oriente, en Irak, y no en América Latina.
El comercio en la agenda
"Las relaciones entre América Latina y EE.UU. en este año que termina se caracterizan en el hecho que no existe en la región una amenaza para la seguridad estadounidense y por lo tanto los temas comerciales toman una importancia primordial".
| Los analistas opinan que, a pesar de algún altibajo, el 2006 fue un "buen" año en términos de las relaciones con EEUU y la región |
Así, aunque no fue nada fácil, en el 2006 por ejemplo el Congreso estadounidense logró ratificar por un estrecho margen el CAFTA, el acuerdo de libre comercio con Centro América y el República Dominicana. También Perú y Colombia cerraron y firmaron acuerdos comerciales con EE.UU. aunque no lograron que el Congreso estadounidense los ratificara. Este tema queda pendiente para el 2007 con malas perspectivas para estos países que ahora tienen que convencer a un congreso dominado por los demócratas, que no ven con buenos ojos los acuerdos comerciales.
"Quizá haya que renegociar porque los demócratas están interesados en incluir cláusulas de protección a los trabajadores (no sólo estadounidenses pero también de los países firmantes), así como cláusulas de protección del medio ambiente", especificó Cohen.
Por eso en el año que se acerca, la ratificación de estos acuerdos será una de las incógnitas. También lo será el tema de inmigración ya que los demócratas han dicho que lucharán para lograr una reforma migratoria. El propio presidente Bush ha dicho que ese será uno de los temas donde espera encontrar una solución "bipartidista".