La igualdad aumenta el rendimiento de las niñas en matemáticas
(Estudio vincula la brecha entre los géneros con factores de entorno) (1371)
Por Jeffrey Thomas
Redactor del Servicio Noticioso desde Washington
Washington - Un nuevo estudio refuta la idea convencional de que los niños demuestran por término medio mejor rendimiento en matemáticas y las niñas mejor rendimiento en lectura debido a causas biológicas. Un nuevo estudio internacional sugiere que, en matemáticas, la brecha entre los géneros varía según la cultura nacional y desaparece por completo en países que han alcanzado más o menos la igualdad entre los hombres y las mujeres.
El estudio halló también otras dos correlaciones significativas: a medida que aumenta la igualdad entre los sexos, aumenta también la cifra de niñas que se desempeñan a nivel más alto y la brecha entre los géneros aumenta aún más a favor de las niñas en lo que respecta a la lectura.
El estudio se publicó el 30 de mayo en el Foro de Educación de la revista Science y se basa en las investigaciones realizadas por Luigi Guiso, Ferdinando Monte, Paola Sapienza y Luigi Zingales. Los autores, que dijeron haber contribuido por igual al estudio, representan distintas instituciones: el Instituto de la Universidad Europea en Florencia (Guiso); el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago en Illinois (Monte); la Escuela Kellogg de Administración de Empresas en la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois (Sapienza); y la Escuela Superior de Negocios de la Universidad de Chicago (Zingales).
Para medir las diferencias en el rendimiento en matemáticas y lectura, el estudio utilizó datos del Programa Internacional de Evaluación de Alumnos (PISA) 2003. Estudiantes de 40 países se sometieron a exámenes idénticos concebidos para que estuvieran exentos de prejuicios culturales.
El examen PISA reveló que en muchos países el rendimiento medio en matemáticas es peor en las niñas que en los niños, mientras que en todos los países las niñas rinden mejor que los niños en lectura. Dicho de otra manera, si no se ahondará más en el tema, la sabiduría popular podría parecer ser cierta: los niños se desempeñan mejor en matemáticas y las niñas en lectura.
Pero los investigadores utilizaron a continuación varias medidas de igualdad de género para clasificar a los países, entre estas el Índice de la Brecha entre los Géneros del Foro Económico Mundial, la Encuesta de Valores Mundiales, una medida de la actividad económica femenina y el índice de facultación política elaborado por el Foro Económico Mundial. Para detectar por ejemplo las actitudes culturales hacia la mujer examinaron las respuestas a declaraciones tales como: "Cuando escasean los puestos de trabajo, el hombre debería tener más derecho a un puesto de trabajo que la mujer".
Cuando los investigadores compararon los resultados entre los países, encontraron que la brecha entre los géneros disminuye o desaparece en sociedades que demuestran mayor igualdad de género en función de los criterios de medición empleados. Los cinco países que encabezan la lista son Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda.
Ningún país ha alcanzado la paridad total entre los géneros conforme los criterios de medición utilizados. En la escala que elaboraron los investigadores, Estados Unidos se clasifica en el puesto 31 en lo relativo a la igualdad entre los géneros.
Para asegurarse de que la correlación que encontraron entre la igualdad y la brecha entre los géneros en matemáticas no fuera un reflejo sólo de las bajas tasas de pobreza y la paridad de ingresos relativa de los países de primer nivel, los investigadores utilizaron sólo el puntaje del 50 por ciento superior de los alumnos en términos de clase socioeconómica, explicó Sapienza durante una entrevista por correo electrónico con el Servicio Noticioso desde Washington.
"Nos preocupaba las diferencias en la tasa de deserción escolar entre niños y niñas en algunos países", dijo. "Por ejemplo, en algunas sociedades es posible que en las familias pobres los hijos no asistan a la escuela porque trabajan en el hogar o fuera de éste. Las tasas de deserción escolar podrían entonces afectar la comparación. Pero resulta que no tienen un efecto. Los resultados son los mismos, independientemente de que se incluyan o no los estudiantes de las clases socioeconómicas bajas. Sin embargo, el análisis que se presenta en el estudio se basa en la muestra reducida".
"La supuesta brecha de género en matemáticas parece que se relaciona con factores de entorno, lo cual significa que podría eliminarse mediante la educación o los programas sociales", dijo Sapienza. "La brecha no existe en países en los que los hombres y las mujeres tienen acceso a recursos y oportunidades similares".
Los autores señalan que sus "hallazgos aclaran las tendencias recientes del rendimiento escolar de las niñas en Estados Unidos, país donde la brecha entre los géneros en matemáticas se ha ido cerrando con el tiempo".
En 2001, el 48 por ciento de las titulaciones de licenciatura en matemáticas se concedieron a mujeres, según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación.
El nuevo estudio constituye buenas noticias para los docentes, aunque plantea también un reto. Si la brecha entre los géneros o el mal rendimiento en matemáticas se arraigaba generalmente en la biología o la pobreza, no habría la misma necesidad urgente de abordar el problema que habría si los cambios a los planes de estudios pueden tener un efecto. Muchos docentes han dicho por ejemplo que los niños y las niñas al parecer aprenden matemáticas de manera distinta, especialmente la geometría.
La Fundación Nacional de Ciencias (NSF) ha financiado investigaciones sobre el tema de género en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) desde el año 1993. Con un presupuesto anual que oscila entre los siete y diez millones de dólares, la NSF ha concedido más de 350 becas para investigar cómo se mantiene el interés de las niñas en las ciencias después de la escuela media; cómo incluir a más niñas en los cursos optativos de matemáticas y de ciencias avanzadas durante la secundaria; y cómo aumentar la matriculación de mujeres en carreras de STEM en la universidad, en especial en ingeniería y ciencias informáticas.
Por ejemplo, la enseñanza tradicional de las matemáticas en el aula a menudo asume que los alumnos aprenderán solos y que lo que más les motiva es la competencia. Pero investigadores de la Universidad del Sur de California, cuyas investigaciones han contado con el respaldo financiero de la NSF, han descubierto que las niñas aprenden mejor las matemáticas mediante actividades de colaboración y el diálogo.
Investigadores de Boston College estudian la capacidad de medición de los estudiantes de cuarto grado de primaria. Esta capacidad revela de manera certera e invariable diferencias entre los géneros y las clases socioeconómicas y desempeña una función esencial en predecir el éxito e los campos de STEM.
El 9 de agosto de 2007, el presidente Bush promulgó la ley Estados Unidos Compite, por la cual se autoriza desembolsar 33.600 millones de dólares, entre los años fiscales 2008-2010, para programas de educación en los campos de STEM, cifra que incluye ayuda para actuales y futuros maestros de asignaturas de ciencias y matemáticas.
En matemáticas, los estudiantes estadounidenses se clasificaron en el puesto número 26 de los 40 países que figuraban en el examen PISA, con una cifra de estudiantes con alto rendimiento por debajo de la media y una importante brecha entre los géneros.
Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en la lucha por la igualdad de los derechos de la mujer, tanto en el siglo XIX como en los años sesenta, durante los inicios del movimiento feminista. Pero lograr progresos en algunos ámbitos ha sido más difícil que en otros.
"Algunos países del norte de Europa tienen muchos inmigrantes pobres, pero les dan una buena educación, incluso en el nivel más bajo de la escala social", dijo Sapienza. La investigadora especula que el peor desempeño de las niñas estadounidenses en el examen PISA de matemáticas, se basa en las diferencias entre los planes de estudio. "Sospecho que en lo que se refiere sobre todo a los planes de estudios en matemáticas, los de los países del norte de Europa son mejores que los que se emplean generalmente en Estados Unidos, sobre todo en zonas donde hay niños con pocos recursos".
De hecho, mejores planes de estudio tanto en matemáticas como en lectura probablemente sean también de importancia crítica para los niños. "Nuestra investigación indica que en sociedades con mayor paridad entre los géneros, las niñas obtendrán una ventaja absoluta frente a los niños", dijo Sapienza.
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/esp)
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(Estudio vincula la brecha entre los géneros con factores de entorno) (1371)
Por Jeffrey Thomas
Redactor del Servicio Noticioso desde Washington
Washington - Un nuevo estudio refuta la idea convencional de que los niños demuestran por término medio mejor rendimiento en matemáticas y las niñas mejor rendimiento en lectura debido a causas biológicas. Un nuevo estudio internacional sugiere que, en matemáticas, la brecha entre los géneros varía según la cultura nacional y desaparece por completo en países que han alcanzado más o menos la igualdad entre los hombres y las mujeres.
El estudio halló también otras dos correlaciones significativas: a medida que aumenta la igualdad entre los sexos, aumenta también la cifra de niñas que se desempeñan a nivel más alto y la brecha entre los géneros aumenta aún más a favor de las niñas en lo que respecta a la lectura.
El estudio se publicó el 30 de mayo en el Foro de Educación de la revista Science y se basa en las investigaciones realizadas por Luigi Guiso, Ferdinando Monte, Paola Sapienza y Luigi Zingales. Los autores, que dijeron haber contribuido por igual al estudio, representan distintas instituciones: el Instituto de la Universidad Europea en Florencia (Guiso); el Departamento de Economía de la Universidad de Chicago en Illinois (Monte); la Escuela Kellogg de Administración de Empresas en la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois (Sapienza); y la Escuela Superior de Negocios de la Universidad de Chicago (Zingales).
Para medir las diferencias en el rendimiento en matemáticas y lectura, el estudio utilizó datos del Programa Internacional de Evaluación de Alumnos (PISA) 2003. Estudiantes de 40 países se sometieron a exámenes idénticos concebidos para que estuvieran exentos de prejuicios culturales.
El examen PISA reveló que en muchos países el rendimiento medio en matemáticas es peor en las niñas que en los niños, mientras que en todos los países las niñas rinden mejor que los niños en lectura. Dicho de otra manera, si no se ahondará más en el tema, la sabiduría popular podría parecer ser cierta: los niños se desempeñan mejor en matemáticas y las niñas en lectura.
Pero los investigadores utilizaron a continuación varias medidas de igualdad de género para clasificar a los países, entre estas el Índice de la Brecha entre los Géneros del Foro Económico Mundial, la Encuesta de Valores Mundiales, una medida de la actividad económica femenina y el índice de facultación política elaborado por el Foro Económico Mundial. Para detectar por ejemplo las actitudes culturales hacia la mujer examinaron las respuestas a declaraciones tales como: "Cuando escasean los puestos de trabajo, el hombre debería tener más derecho a un puesto de trabajo que la mujer".
Cuando los investigadores compararon los resultados entre los países, encontraron que la brecha entre los géneros disminuye o desaparece en sociedades que demuestran mayor igualdad de género en función de los criterios de medición empleados. Los cinco países que encabezan la lista son Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda.
Ningún país ha alcanzado la paridad total entre los géneros conforme los criterios de medición utilizados. En la escala que elaboraron los investigadores, Estados Unidos se clasifica en el puesto 31 en lo relativo a la igualdad entre los géneros.
Para asegurarse de que la correlación que encontraron entre la igualdad y la brecha entre los géneros en matemáticas no fuera un reflejo sólo de las bajas tasas de pobreza y la paridad de ingresos relativa de los países de primer nivel, los investigadores utilizaron sólo el puntaje del 50 por ciento superior de los alumnos en términos de clase socioeconómica, explicó Sapienza durante una entrevista por correo electrónico con el Servicio Noticioso desde Washington.
"Nos preocupaba las diferencias en la tasa de deserción escolar entre niños y niñas en algunos países", dijo. "Por ejemplo, en algunas sociedades es posible que en las familias pobres los hijos no asistan a la escuela porque trabajan en el hogar o fuera de éste. Las tasas de deserción escolar podrían entonces afectar la comparación. Pero resulta que no tienen un efecto. Los resultados son los mismos, independientemente de que se incluyan o no los estudiantes de las clases socioeconómicas bajas. Sin embargo, el análisis que se presenta en el estudio se basa en la muestra reducida".
"La supuesta brecha de género en matemáticas parece que se relaciona con factores de entorno, lo cual significa que podría eliminarse mediante la educación o los programas sociales", dijo Sapienza. "La brecha no existe en países en los que los hombres y las mujeres tienen acceso a recursos y oportunidades similares".
Los autores señalan que sus "hallazgos aclaran las tendencias recientes del rendimiento escolar de las niñas en Estados Unidos, país donde la brecha entre los géneros en matemáticas se ha ido cerrando con el tiempo".
En 2001, el 48 por ciento de las titulaciones de licenciatura en matemáticas se concedieron a mujeres, según el Centro Nacional de Estadísticas de Educación.
El nuevo estudio constituye buenas noticias para los docentes, aunque plantea también un reto. Si la brecha entre los géneros o el mal rendimiento en matemáticas se arraigaba generalmente en la biología o la pobreza, no habría la misma necesidad urgente de abordar el problema que habría si los cambios a los planes de estudios pueden tener un efecto. Muchos docentes han dicho por ejemplo que los niños y las niñas al parecer aprenden matemáticas de manera distinta, especialmente la geometría.
La Fundación Nacional de Ciencias (NSF) ha financiado investigaciones sobre el tema de género en los campos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) desde el año 1993. Con un presupuesto anual que oscila entre los siete y diez millones de dólares, la NSF ha concedido más de 350 becas para investigar cómo se mantiene el interés de las niñas en las ciencias después de la escuela media; cómo incluir a más niñas en los cursos optativos de matemáticas y de ciencias avanzadas durante la secundaria; y cómo aumentar la matriculación de mujeres en carreras de STEM en la universidad, en especial en ingeniería y ciencias informáticas.
Por ejemplo, la enseñanza tradicional de las matemáticas en el aula a menudo asume que los alumnos aprenderán solos y que lo que más les motiva es la competencia. Pero investigadores de la Universidad del Sur de California, cuyas investigaciones han contado con el respaldo financiero de la NSF, han descubierto que las niñas aprenden mejor las matemáticas mediante actividades de colaboración y el diálogo.
Investigadores de Boston College estudian la capacidad de medición de los estudiantes de cuarto grado de primaria. Esta capacidad revela de manera certera e invariable diferencias entre los géneros y las clases socioeconómicas y desempeña una función esencial en predecir el éxito e los campos de STEM.
El 9 de agosto de 2007, el presidente Bush promulgó la ley Estados Unidos Compite, por la cual se autoriza desembolsar 33.600 millones de dólares, entre los años fiscales 2008-2010, para programas de educación en los campos de STEM, cifra que incluye ayuda para actuales y futuros maestros de asignaturas de ciencias y matemáticas.
En matemáticas, los estudiantes estadounidenses se clasificaron en el puesto número 26 de los 40 países que figuraban en el examen PISA, con una cifra de estudiantes con alto rendimiento por debajo de la media y una importante brecha entre los géneros.
Estados Unidos ha desempeñado un papel importante en la lucha por la igualdad de los derechos de la mujer, tanto en el siglo XIX como en los años sesenta, durante los inicios del movimiento feminista. Pero lograr progresos en algunos ámbitos ha sido más difícil que en otros.
"Algunos países del norte de Europa tienen muchos inmigrantes pobres, pero les dan una buena educación, incluso en el nivel más bajo de la escala social", dijo Sapienza. La investigadora especula que el peor desempeño de las niñas estadounidenses en el examen PISA de matemáticas, se basa en las diferencias entre los planes de estudio. "Sospecho que en lo que se refiere sobre todo a los planes de estudios en matemáticas, los de los países del norte de Europa son mejores que los que se emplean generalmente en Estados Unidos, sobre todo en zonas donde hay niños con pocos recursos".
De hecho, mejores planes de estudio tanto en matemáticas como en lectura probablemente sean también de importancia crítica para los niños. "Nuestra investigación indica que en sociedades con mayor paridad entre los géneros, las niñas obtendrán una ventaja absoluta frente a los niños", dijo Sapienza.
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/esp)
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La Oficina de Programas de Información Internacional del
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Puede encontrar información adicional en
http://usinfo.state.gov/esp/
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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