De Colombia con rencor
De Rey de la Selva a pingüino raso, así culmino el 2007 para un ex-presidente que sin pena ni gloria partió de Colombia con rumbo al Calafate donde iniciará el año 2008 junto a una alicaída esposa después de fracasar el acto de ilusionismo montada por su íntimo amigo y Emperador de la Paranoia.
Argumentos de ficción pergeñados para reivindicar a los terroristas asesinos de las FARC mostrando su lado humano de luchadores por una patria mejor, con el correr de las horas y ante el desconcierto de los comisionados internacionales, esos personajes con raíces en los mismos delirios ideológicos, se fueron esfumando las posibilidades de un final feliz como venía pregonando Hugo Chávez y todos enfrentaron la dura realidad de un bochornoso fracaso.
El conjunto de impresentables, a pesar de la buena voluntad del gobierno colombiano, generaron falsas expectativas con el fin de manipular a la opinión pública desde una falta total de raciocinio y poco ilustrada concentración poniendo en ejecución maquiavélicos estrategias para no perder protagonismo, cada quien llegaba a la desmesura para exaltar su propio ego y destacarse internacionalmente como promotor de la paz, justamente desde una posición que desnuda los bajos instintos de usurpadores de democracias en la región que no pueden soportar a un gobierno colombiano que actúa desde la verdad.
El fracaso demostró el descontento de un ex-presidente que no pudo ocultar su impotencia al leer un comunicado dirigido a la opinión pública en el que se ponía en evidencia el fin de la aventura que había encabezado junto a Chávez como forma de lavar esos pecados de corrupción que recorren el mundo, debiendo aceptar a regañadientes el ocaso de su gestión.
Tanto Néstor Kirchner como Hugo Chávez descargaron sus resentimientos y frustraciones sobre Alvaro Uribe culpándolo de sus propios desatinos, ambos coincidieron en los mismos términos con que acusaron al Presidente de Colombia para limpiar sus decadentes imágenes.
Después que una efectiva conferencia de prensa brindada por el Señor Uribe se puso en evidencia la sarta de mentiras con que se había tratado de mantener en vilo a la prensa internacional, demonizando al gobierno colombiano y presentando a las FARC como las víctimas de una estrategia que desterró a estos terroristas al interior de la selva colombiana.
Esta "operación humanitaria" planificada por Chávez con la complicidad de su socio aregentino, se encontraba destinada a favorecer la imagen las FARC por medio de la manipulación psicológica de los familiares de las víctimas generando en ellos ilusiones ante un hecho que ya se daba por consumado al contar con la colaboración de los terroristas, ahora dispuestos al diálogo bajo una sola condición, la mediación del dictador venezolano, debilitando de esta forma al gobierno de Alvaro Uribe al colocarlo en una posición de indiferencia ante el sufrimiento de los familiares de los secuestrados.
"Nosotros podemos realizar esta tarea humanitaria" fue la frase que aglutinó a estos personajes para demostrarle al mundo que ellos podían conseguir algo que no se había podido concretar durante los cuarenta años en que esos terroristas han mantenido una guerra contra el pueblo colombiano. Los argumentos de los impresentables fueron superados por la realidad que desbarató los desvelos de dos hombres y una mujer que pensaban alcanzar notoriedad trepados a una supuesta tarea humanitaria, no frecuente en gobiernos como el de Venezuela o Argentina.
Y ahora destilarán todos sus venenos para deslindar sus poco iluminadas participaciones en una historia que les era ajena y que habían tomado como propia para beneficiar a una guerrilla terrorista con la que se sntían identificados.
Autor: Susana Sechi
Directora de La Historia Paralela
Email: susanasechi@gmail.com
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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