La Presidenta de la República, Michelle Bachelet, señaló en Quito, Ecuador, que el gran cambio social que se vive en la actualidad "se acelera cuando una mujer ocupa cargos de autoridad, al romper con toda una simbología tradicionalmente masculina", agregó que el desafío de las sociedades modernas "es saber integrar la mirada masculina y femenina y transformarla en un todo armonioso".
Durante su intervención en la ceremonia inaugural de la X Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se desarrolla en la capital ecuatoriana, la Mandataria sostuvo que "cuando una mujer llega sola a la política, cambia la mujer; cuando muchas mujeres llegan a la política, cambia la política, y claramente, uno de los desafíos y necesidades de la democracia es mejorar la calidad de la política". Por ello, destacó que "esta Conferencia discuta y recomiende medidas de acción positivas para asegurar la plena participación de las mujeres en los cargos públicos y de representación política".
La Mandataria asistió a este encuentro internacional junto a la Ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Sernam, Laura Albornoz, para analizar la participación política y económica de la mujer latinoamericana, en el contexto de la paridad de género y la protección social. Asistieron, además, los diputados Isabel Allende, Alejandro Sule y Tucapel Jiménez, junto a la ex ministra, Alejandra Krauss, y la secretaria general de Renovación Nacional, Lily Pérez.
En la oportunidad, la Presidenta Bachelet destacó los esfuerzos de todos los actores participantes por "ubicar la política de equidad de género, en sus diversas dimensiones, en el debate público de nuestra región latinoamericana". Dijo que muchas exclusiones persisten en la región y también en Chile, "pero mi elección como Presidenta es, precisamente eso, la derrota de la exclusión, una derrota de los que creen que hay un orden inmanente e intocable en nuestras sociedades que permitan la exclusión".
En este sentido, dijo que "una mujer conduciendo las riendas de un país, con sus estilos, signos y formas, es algo que a mi juicio esta sirviendo de catalizador del cambio cultural hacia una mayor igualdad y horizontalidad que ya viven nuestras sociedades". Asimismo, formuló un llamado a no perder de vista el horizonte ético, agregando que "una sociedad inclusiva y, por tanto, más justa, es posible si trabajamos para ello".
Recordó que Chile eligió a su primera senadora en 1953 y medio siglo después tiene dos senadoras en la Cámara Alta. Explicó que con este ritmo se necesitarían entre 40 a 50 años para lograr estándares aceptables de representación. Añadió que por esta razón es fundamental adoptar medidas para corregir dicha falencia.
En otro punto, relevó durante su intervención algunas de las reformas que impulsa su gobierno, como la relativa al sistema de pensiones, pero con una óptica de género. Sostuvo que se están tomando medidas como "otorgar un subsidio a la mujer por cada hijo nacido vivo, equivalente a un año de cotizaciones, de manera de compensar su salida del mercado laboral para hacerse cargo de los hijos". Manifestó que otra medida propuesta es una pensión básica solidaria "para el 60 por ciento de los ciudadanos más pobres que no hayan reunido los fondos suficientes para una jubilación".
Dijo que lo anterior, significará "una vejez con menores temores, pero también con mayor dignidad para las mujeres", al tiempo que manifestó su deseo que comenzar el próximo año el pago de pensiones a una parte importante de este sector de la población.
La Jefa de Estado repasó los avances en materia de educación preescolar y resaltó que en su primer año de gobierno "construimos más salas cuna que en toda la historia del país". Subrayó que esta preocupación radica en la convicción que las desigualdades parten desde la cuna, "porque sabemos también que sólo el 20 por ciento de las mujeres con hijos pequeños trabaja remuneradamente, porque no tienen con quien dejar a sus hijos", aseguró.
De igual forma, reafirmó la preocupación del gobierno en la promoción de programas educativos que apunten al respeto entre sexos desde el jardín infantil, para prevenir la violencia contra la mujer. Sostuvo que "una triste realidad, de la cual me hago cargo, es que llevamos ya en este año 32 mujeres muertas por sus parejas". Agregó que se trata de una realidad inaceptable, por lo que "estamos proponiendo al Parlamento que endurezca las penas contra quienes agreden y den muerte a una mujer".
En este mismo punto, destacó la creación de una red de casas de acogida y centros de atención en todo el país, "para dar asistencia e incluso albergar a las víctimas de violencia o amenazas en los casos más graves", explicó.
La Mandataria manifestó que la preocupación por la mujer "no se trata de un arranque feminista de esta Presidenta". Dijo que además de un imperativo ético y político, "es también una necesidad de desarrollo para nuestros países".
Añadió que los países y las propias empresas pierden mucho en términos económicos al no incorporar en plenitud el potencial de la población femenina, donde hoy incluso se han calculado los costos de discriminación. Puso como ejemplo, un estudio que señala que "entre 353 empresas de la lista Fortune 500, las empresas con más mujeres en los cargos gerenciales obtuvieron un retorno sobre su patrimonio un 35 por ciento más alto que aquellos con menos mujeres en esos puestos".
Recordó que en el caso de nuestro país, según el Informe de Competitividad Mundial 2006-2007, elaborado por el Foro Económico Mundial, Chile mantiene la posición número 27 entre 125 países. Sin embargo, explicó que ocupa el lugar 110 "en cuanto al acceso de mujeres a cargos importantes en el mundo del trabajo y el lugar 68 en el ranking de la participación parlamentaria femenina". Ello ocurre porque "persisten numerosas trabas para la inserción de la mujer en el mundo laboral o público", aseveró.
Sostuvo que entre las tareas pendientes está "compatibilizar responsabilidades profesionales, laborales y de trabajo, para hombres y mujeres; igualdad de oportunidades en el ingreso, ascenso y responsabilidades dentro del lugar de trabajo; y disminuir la brecha salarial". Añadió que "no hay razones para estas discriminaciones, ni en el sector público ni en el sector privado".
Dijo -finalmente- que alcanzar esta meta exige profundizar el cambio cultural en marcha, "que forma parte de la construcción de una modernidad democrática, que vaya dejando atrás privilegios y discriminaciones".
La Conferencia Regional es un órgano subsidiario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, convocado para identificar las necesidades regionales y subregionales de las mujeres en lo relativo a asistencia técnica, presentación de recomendaciones a los gobiernos y a la Cepal, para poner en práctica los acuerdos adoptados por las conferencias regionales de las Naciones Unidas y proporcionar un espacio para el intercambio de información.
Tras participar en la inauguración de esta cita, la Presidenta Bachelet sostuvo un encuentro con la directora general adjunta de la Organización Internacional para las Migraciones, OIM, Ndioro Ndiaye, que se realizó en el Swissotel de Quito.
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