El euro, la mayor fuente de preocupación de las empresas europeas
El euro cotiza en estos momentos en 1,58 dólares y alcanzó su máximo histórico el pasado 18 de marzo en 1,5904 dólares. Y son muchos los analistas que consideran que si la tendencia actual de la divisa se mantiene puede llegar a los 1,6 o incluso 1,7 dólares. En lo que va de año la moneda única se ha apreciado más de un 8,5%. Si se echa la mirada más atrás en el tiempo, se observa como desde enero de 2007 la cotización de la divisa europea ha subido en los mercados internacionales casi un 20%.
La fortaleza del euro permite que el encarecimiento de las materias primas, que se encuentran en niveles de máximos históricos como el petróleo, los cereales y los metales y que cotizan en dólares, tenga un menor impacto y que por lo tanto se atenúe la importantísima subida que está experimentando la inflación en los últimos meses. Pero quizás, es el lado negativo de la apreciación de la moneda única el que más protagonismo está acaparando: las empresas que registran buena parte de sus ventas en el exterior ven como sus bienes y servicios son mucho más caros en los países en los que se utilizan el dólar y otras monedas como divisas, por lo que pierden competitividad y ven mermados sus ingresos.
"La apreciación del euro afectará de un modo significativo a las empresas españolas y europeas", indica José Ignacio Galán, director de la Cátedra Iberoamericana en Dirección de Empresas y Responsabilidad Social Corporativa de la Universidad de Salamanca. Y añade: "El conocimiento de los resultados empresariales, estadísticas e informes se producen con un cierto retardo. Además, estamos envueltos en un proceso que se inició en los mercados financieros pero que está teniendo consecuencias cada vez más serias en los mercados reales. El efecto de la apreciación del euro sobre la empresa española y europea tiene una doble lectura. Tiene un efecto positivo y un efecto negativo, aunque estimo que el efecto negativo será significativamente más relevante que el efecto positivo".
Para Pere Puig, profesor de la escuela de negocios ESADE, "la fortaleza del euro afecta a las empresas europeas de una forma global en una situación como la actual en la que existen grandes desequilibrios en los tipos de cambio de las divisas". El impacto, añade, "es en pérdida de competitividad en el mercado norteamericano y en otros en los que los productos estadounidenses entran más baratos gracias a un dólar tan bajo".
Un informe publicado recientemente por Standard & Poor's señala que "una fuerte apreciación del euro contra el dólar supone una amenaza para los negocios europeos, porque según cálculos de los analistas una subida del 10% del euro puede tener un impacto a la baja del 1% sobre las exportaciones y un 0,25% sobre el PIB". Galán cree que es "difícil establecer a priori una cifra concreta" de cuánto crecimiento puede restar la fortaleza del euro al PIB de la Eurozona pero estima que "va a ser un serio problema para la actividad, cuyo proceso de recuperación no podrá ser en el corto plazo". "Es decir, una vez que se pierdan niveles de actividad económica real como consecuencia de la pérdida de competitividad originada por el diferencial en las cotizaciones monetarias, los procesos de recuperación de la economía real serán lentos, explica.
Empresas más afectadas
Mauro Guillén, Director del Lauder Institute en Wharton, advierte que "las empresas europeas más afectadas serán aquellas cuyas ventas menos dependan del comercio de la zona euro y más del mercado de EEUU y la zona dólar (Oriente Próximo sobre todo)". De este modo, S&P identifica como uno de los sectores más expuestos a la fluctuación de la divisa al aeroespacial y defensa. Entre ellas, las más penalizada son el grupo aeroespacial europeo EADS, que recibe en torno al 35% de sus ingresos en dólares o la británica Rolls Royce, con un 25%. Otro de los sectores más penalizados es el automovilístico. Entre las empresas del sector más perjudicas se encuentran BMW, que tiene el 22,4% de sus ventas totales en EEUU, Daimler, con un 19,7% y Volkswagen, con un 5,2%. Según la firma de análisis y calificación, en los primeros nueve meses de 2007, la subida del euro tuvo un efecto negativo de 300 millones de euros en el beneficio operativo de Volkswagen y el aumento de los ingresos de BMW hubiera sido de un 14% frente al 11,1% que registró en el mismo periodo.
En cuanto a España, Gullén explica que "la mayoría de las exportaciones del país se dirigen a la zona euro, así es que no hay efecto alguno". En 2006, las empresas españolas exportaron a países fuera de la zona euro 74.406 millones de euros, con un crecimiento del 23,8% en tasa interanual. Un año después, las exportaciones a esas áreas han crecido tres veces menos (un 8,1%), un descenso mucho más acusado que el de las exportaciones totales. En 2007,
A pesar de ello, Rafael Pampillón, profesor de la escuela de negocios Instituto de Empresa, considera que "si las grandes economías de la zona euro, como Alemania o Francia, crecen menos porque exportan menos también nos comprarán menos productos españoles, por lo que por una reacción en cadena, España también verá como sus ventas al extranjero se ven mermadas". Pampillón ve al turismo como uno de los mayores perjudicados de la economía española. "Los viajeros de zonas con otras monedas más débiles verán como pasar las vacaciones en España es más caro que hacerlo en otros destinos turísticos", afirma.
Según Galán, "los sectores que se verán más dañados son todos aquellos que por su propia naturaleza no son aptos para la inversión directa y que se basan en la exportación, o que poseen una naturaleza específica ligada al ámbito geográfico" y entre ellos "se incluyen la industria manufacturera tradicional en sus diversas ramificaciones y el sector turístico". "Existirán pérdidas de eficiencia debidas a niveles de divergencia monetaria que no podrán ser compensadas con eficiencias derivadas de divergencias en la productividad", advierte.
España y Latinoamérica
En la misma línea, Puig cree que "los sectores españoles que más están notando la subidas del euro son los fuertemente competidores en los precios de los productos, como el de las manufacturas". Este profesor de ESADE pone de ejemplo como "las empresas que se encargan de la producción de zapatos de calidad están sufriendo mucho para colocar sus productos en Estados Unidos". Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores españoles, ha señalado recientemente que también se ven muy afectadas muchas pequeñas y medianas empresas (pymes), que tienen que reducir margen para no perder cuota. "La situación es límite en las pymes, ya que habrá un momento en el que no podrán seguir reduciendo margen", ha asegurado.
Algunos analistas creen que las empresas españolas también reciben el impacto, principalmente, por su exposición a Latinoamérica. Argumentan que el efecto se produce por la correlación de las divisas de los países con el dólar en aquellas compañías que reciben parte de los ingresos de la zona, como los grandes bancos. Según la firma de inversión Ibersecurities, Santander presenta una exposición al dólar que se cifra en el 34% de su margen ordinario, mientras que se eleva al 59% en el caso de BBVA. Telefónica, por su parte, obtiene más del 30% de sus ventas en zonas ligadas al dólar o en Latinoamérica.
Ignacio Galán tiene una visión completamente distinta, ya que considera que las empresas españolas no reciben ningún impacto por su exposición a Lationamérica. "Muchas de las empresas con exposición en América Latina son de servicios, energía, construcción, telecomunicaciones, etc... y han ejercido una fuerte inversión directa en la zona, por lo que, en principio, no requieren como aspecto especialmente relevante de grandes movimientos transaccionales de bienes y servicios internacionales. Generan sus respectivos volúmenes de negocio, en sus respectivos países, con sus respectivos centros de beneficios, en principio, no se deben ver fuertemente afectados por la apreciación del euro respecto al dólar. Auque alguna empresa pueda verse afectada por sus transferencias de inpus y outputs internacionales, éste no es el principal problema para América Latina. Su principal problema es el de organización y productividad para competir en foros internacionales, y convertir en una ventaja competitiva estos desajustes monetarios internacionales", argumenta.
Efectos limitados
Algunos expertos señalan que la apreciación del euro no tendrá tantos efectos negativos como se espera. Lo cierto es que los últimos datos macroeconómicos conocidos avalan esta tesis. Si nos fijamos en el país europeo que más depende de sus ventas al exterior, Alemania, se ha visto como sus exportaciones aumentaron un 3,8% en enero en términos mensuales y un 9% en términos interanuales, con lo que mostraron una elevada resistencia a la escalada alcista de la divisa comunitaria.
Según los datos que facilitó la oficina federal de estadísticas germana, el incremento mensual del 3,8% fue el mayor desde septiembre de 2006, mostrando el vigor que siguen teniendo las exportaciones germanas a pesar de los niveles récord en que cotiza la divisa comunitaria y de la ralentización económica estadounidense. De este modo, la balanza comercial de Alemania registró en enero un superávit de 17.100 millones de euros, un 4,2% más que en el mismo mes de ejercicio anterior.
Para Mauro Guillén, "el crecimiento que puede restar la fortaleza del euro al PIB español y de la Eurozona es muy poco o nada" y añade que "el efecto neto es beneficioso ya que una moneda fuerte reduce la inflación y aumenta la capacidad de compra de las compañías". Este profesor de Wharton va más allá y asegura que la apreciación del euro "incentiva a que las empresas exportadoras sean más eficientes, además, les abarata el coste de los inputs que importen para poder producir (energía, materias primas
)".
Puig considera que en estos momentos de desaceleración económica de EEUU y de turbulencias en los sistemas financieros mundiales, "la preocupación de las empresas exportadoras europeas es más grande por la pérdida de dinamismo del mercado internacional que por la apreciación del euro". En esta situación, no sólo recomienda a "las empresas acudir a producir a países con menores costes y con divisas más débiles, sino centrarse en crecer en mercados con grandes aumentos de la demanda, como los asiáticos". China y la India son dos de los países que señala este docente como claves para las empresas en los próximos años. "Es el momento de posicionarse en estos mercados, no sólo como medida de protección sino para aumentar el negocio y crecer", apunta. Las alternativas que propone para introducirse en estos mercados son "las inversiones directas o las compras", que pueden verse impulsadas por la fortaleza del euro. Aunque también reconoce como lado negativo de esta estrategia el hecho de que "se tratan de mercados desconocidos por lo que suponen un riesgo elevado para las empresas".
Galán mantiene que "para las empresas directamente afectadas no es fácil combatir esta cuestión y máxime en un escenario de desaceleración económico como en el que estamos inmersos en estos momentos". Sin embargo, apunta que los instrumentos que tienen a su alcance "pasan por dos conceptos que son el origen de la ventaja competitiva empresarial: organización e innovación". "Asimismo, otra variable útil para atajar este tipo de problema es la diversificación tanto en el ámbito de producto como en el geográfico, pensando en reducir este tipo de riesgo", apunta.
Más optimista y menos preocupación con la actual situación se muestra Mauro Guillén, que considera que "las empresas no tienen que combatir la actual subida del euro con ningún arma especial puesto que solamente necesitan adaptarse siendo mas eficientes".
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Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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