CHILE
Si bien existen personas que miran a la crisis financiera iniciada en Estados Unidos como una cuestión estructural que obligará a reformular ciertas políticas, otros opinan que los efectos serán un "bache en el camino", a tono con el clima de los mercados mundiales.
Se estima que las repercusiones se verán en el mediano plazo tanto en el mercado de bienes como en el mercado financiero.
"La crisis nos encuentra en una situación macroeconómica bastante robusta", opina con cierto grado de optimismo Vittorio Corbo, del Instituto de Economía de la Universidad Católica de Chile.
Chile exhibe una situación fiscal sólida, tanto de flujos como de stock, y ha tenido superávit fiscal en 15 de los últimos 20 años, en parte por la poca volatilidad en los precios de sus productos de exportación y por la posición ventajosa del cobre en los mercados internacionales.
"Los elevados precios del cobre se tomaron como una cosa transitoria, y de manera muy prudente se determinó la capacidad de gasto del sector público basándose en el precio de largo plazo, y no en los precios inflados que tuvo en el corto plazo", expresa Corbo.
Ello permitió al país armarse un respaldo fiscal, y tener hoy una deuda neta negativa, de alrededor del -15% (comparada con una deuda del 90% del Producto Interno en Japón, por ejemplo).
Así, en estos días el gobierno despachó al Congreso el presupuesto para 2009, con un aumento de 5,7% respecto de este año.
El sistema bancario, sólido
El país tiene, asimismo, un sistema financiero sólido, en parte por una fuerte regulación y supervisión, pero sobre todo por los niveles de capitalización de los bancos, tras algunos años de conseguir altas utilidades.
Según el indicador de la firma financiera Moody, de junio 2008, el sistema bancario de Chile es el segundo más sólido después del de Canadá. Y aunque seguramente habrá bancos pequeños que sufrirán la coyuntura, la estructura general no debería sacudirse como consecuencia de la crisis, estiman los analistas.
El tipo de cambio flexible, y la capacidad del Banco Central de inyectar liquidez en el sistema hace predecir que el impacto tampoco se sentirá en la moneda.
"El tesoro chileno tiene inversiones afuera en el orden de los US$23 mil millones, y el Banco Central, de unos US$24 mil millones... sumados, esos dos valores representan casi un tercio de Producto Interno Bruto, y esta liquidez en dólares es muy fácil de redirigir a los mercados internos para financiar el comercio internacional. No es una cosa automática, pero es posible", afirma el analista.
| Según Moody's Investors, el sistema bancario de Chile es el segundo más sólido después del de Canadá. Y aunque seguramente habrá bancos pequeños que sufrirán la coyuntura, la estructura general no debería sacudirse como consecuencia de la crisis, estiman los analistas |
Sin embargo, el impacto de la crisis ya se ha hecho sentir en el acceso al crédito y en la disponibilidad de inversionistas locales. "Las líneas de crédito se han hecho más difíciles para financiar el comercio internacional", señala Corbo, quien considera que la situación es de todos modos "manejable".
Materias primas
Se anticipa, además, que -al igual que otros países con economías basadas en commodities en la región- Chile verá una merma su exportación de materias primas.
Los precios de algunos commodities han tenido ya una corrección después de estar en niveles muy altos por algunos años.
"Estamos viendo reajustes en los precios de minerales, como el cobre, pero no por la crisis financiera sino por la desaceleración de las economías del mundo en general, y los países que los producen verán cambios en la demanda, también en términos de volumen además de en los precios", expresa el analista Juan Carlos Martínez Lázaro, desde el Instituto de la Empresa de Madrid.
En términos del crecimiento chileno, se anticipa que las proyecciones optimistas de un 3,5 a 4,5% para el próximo año, deberán ajustarse a la situación actual y probablemente se ubique en torno del 3%.