Álvaro Anríquez Novoa
Comisión de Ética y Códigos de Buenas Prácticas Profesionales Colegio de Abogados de Chile
¿Cree usted que el caso que le encomendó a su estudio de abogados puede ser comentado internamente en ese estudio por razones ajenas a su encargo? ¿Puede su abogado amenazar denunciarlo si usted no se desiste de antedatar la inclusión de un bono en el contrato de trabajo de uno de sus empleados? Si usted es abogado, ¿se encuentra autorizado para advertir a su cliente que la persona con quien éste quiere asociarse esquilmó a otro de sus clientes?
En todas las situaciones descritas nos encontramos con información relativa a clientes que el abogado conoce en el ejercicio de su profesión y cuya revelación no ha sido consentida por esos clientes. Si la función del abogado es valiosa para la sociedad, si el núcleo de esa función consiste en determinar la respuesta que el derecho da a una situación de hecho concreta, y si el abogado se informa de esa situación por o a partir del cliente, entonces es necesario asegurarle a éste que ese abogado no podrá revelar a otras personas lo que llegue a saber de él.
A fin de satisfacer esa necesidad, la regulación chilena y comparada, tanto a nivel legal como de la ética profesional, establecen un deber de confidencialidad del abogado para con su cliente en términos tales que cualquier excepción al mismo es inaceptable, salvo en casos muy justificados.
La regulación sobre ética profesional del Colegio de Abogados de Chile acaba de cumplir 60 años. Durante su vigencia, nuestro mundo y, con él, el derecho y la abogacía cambiaron dramáticamente.
En la línea de colaborar con sus miembros en el esfuerzo de ejercer la profesión en forma diligente y leal, tanto al derecho como a sus clientes, el Colegio de Abogados se halla empeñado en revisar su regulación ética, a fin de adecuarla a los tiempos actuales y generar pautas concretas de conducta profesional. La avanzada de este esfuerzo está constituida por la propuesta de regulación sobre deber de confidencialidad del abogado (accesible en www.abogados.cl).
Un aporte importante de la propuesta consiste en distinguir la regulación que hace la ética profesional (deber de confidencialidad) de la legal (secreto profesional). Así lo exige la regla de reconocimiento de nuestro sistema jurídico, que no valida a la normativa ética gremial como capaz de afectar normas legales.
Esta distinción permite hacer de la información amparada por secreto profesional un subconjunto de la protegida por el deber de confidencialidad (el secreto profesional abarca solamente las confidencias, esto es, información no pública y que el cliente está interesado en mantener oculta; el deber de confidencialidad, cualquier información relativa al cliente que el abogado haya conocido en el ejercicio de su profesión).
Lo anterior es relevante, considerando que, salvo cuando entra en tensión con requerimientos judiciales, el secreto profesional está tratado como delito penal, vale decir, como parte del área del derecho más exigente en cuanto a atribución de responsabilidades. Así, habrá infracciones al deber de reserva respecto de las cuales no será posible obtener convicción penal, pero sí ética.
Por otra parte, es razonable entender que las normas penales, por ser ultima ratio, sancionan sólo las infracciones más graves al deber de reserva, y se justifica, por tanto, ampliar (aunque con menor intensidad sancionatoria) el contenido de ese deber.
Además, la distinción anotada impide al abogado asilarse en la normativa ética como excusa legal frente a un requerimiento judicial para declarar, aunque le exige invocar su prerrogativa de secreto profesional previo a cumplir con el requerimiento.
Conviene también destacar el concepto amplio de ejercicio profesional del abogado con que trabaja la propuesta, comprendiendo cualquier encargo recibido por el abogado en razón de detentar esa calidad, incluso cuando se trate de actividades que pueden ser desempeñadas por otros profesionales. Así, quien escoja a un abogado colegiado podrá razonablemente contar con el no despreciable valor agregado del deber de silencio respecto de su intimidad abierta a propósito de la encomienda.
nuestro comentario:
Hay que tener claro la evolución que han experimentado los estudios o despachos de abogados en Chile. Ha sido, obviamente, una adaptación a las circunstancias políticas,, sociales y económicas que ha ido redefiniendo el marco jurídico aplicable a lo largo de la historia y condicionando una demanda de asesoramiento jurídico cada vez más sofisticado.
Hoy cada dia los estudios irán buscando la internacionalización de los profesionales , los que deberán ser competitivos a ese nivel.. Vemos nuevas expectativas de negocios en las empresas, vemos cada dia más multinacionales, que demandan más y mejores servicios como por ejemplo el Lobby profesional sea este promotor o Legislativo en que la ética profesional es fundamental. Todo esto hace que los tradicionales estudios hoy ya se enfoquen como "servicios Jurídicos profesionales" .En consecuencia son otras las relaciones con los clientes y el despacho se verá obligado a crecer con su cliente, caso contrario perderá al cliente y buscará asesoramiento jurídico en otro lugar.
Ya no serán los despachos profesionales y familiares de antaño, hoy se transformarán en despachos colectivos. Y veremos las fusiones, las alianzas estratégicas, los acuerdos de colaboración y la apertura de oficinas en diversos sitios.
Ya tenemos las llamadas Boutiques jurídicas en que van incorporando especialidades como patentes y marcas, competencia, propiedad Intelectual, Medioambiente, Energias Renovables, Derecho Bursatil, derecho de la biotecnología, , Derecho Nuclear, Lobbying corporativos, etc.
Por lo tanto, los estudios junto con la ética propia de la profesión han de incorporar fuertemente un componente de marketing jurídico acorde con los tiempos que corren para poder posisionar la marca de la empresa de servicios jurídicos y al mismo tiempo abordar la responsabilidad social corporativa que debe ser incorporada en la dirección estratégica del estudio.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
www.consultajuridicachile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot.com
www.calentamientoglobalchile.blogspot.com
oficina: Renato Sánchez 3586 of. 10
Teléfono: OF .02- 8854223- CEL: 76850061
e-mail: rogofe47@mi.cl
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en LIDERAZGO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL LOBBY BIOCOMBUSTIBLES , y asesorías a nivel internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile






Entre esa juventud idealizada simplemente porque martillea con frenesí mediaguas de emergencia o aquella rechazada porque poncea grotescamente en cada parque disponible hay otras muchas, silenciosas y verdaderamente eficaces.
La Catalina sub dos, casi bioquímica, la única ex-alumna de la asignatura que ha obtenido notas 8 (y varias veces, por lo que su promedio final fue 7.1), se niega a desarrollarse para llegar a ser Premio Nacional de Literatura: no importa, va a ser Premio Nacional de Ciencias.
En un año más los chilenos deberemos concurrir a las urnas para elegir Presidente de la República. Hasta ahora, no es evidente que el país cuente con un candidato que cumpla los requisitos deseables para tan alta magistratura. ¿Cuáles pueden ser estos? Principios claros y consistentes, una visión del país y su desarrollo futuro sustentados en los mismos y una comprensión de la realidad nacional que no sea pura o casi exclusivamente económica.
¿Cuáles son las interrogantes cruciales a dilucidar a la hora de saber quién podría cumplir con las condiciones imprescindibles para ser un buen Presidente de Chile? La clave fundamental está en saber qué haría esa persona frente a los grandes dilemas éticos que están abiertos en la sociedad contemporánea y, en particular, en la nuestra. La "agenda" política de los tiempos que corren es esencialmente "valórica". Allí se encuentran las grandes diferencias que deberían existir entre unos y otros posibles gobernantes en relación al Chile que desean para el porvenir. Repasando rápidamente: ¿aborto?, ¿eutanasia?, ¿manipulación de células madres?, ¿concepto de familia?, ¿trato jurídico y estatus matrimonial a parejas homosexuales?, ¿medios para combatir el sida y el embarazo precoz?, ¿incentivo o desincentivo a las unidades matrimoniales y a las de hecho?, ¿apoyo o trabas para la natalidad en las familias?, ¿requerimientos para la adopción de menores?
La revisión se puede extender: ¿contenidos de los programas educativos en escuelas, colegios y liceos?, ¿bases y lineamientos para una política de apoyo a la cultura?, ¿solución a los casos de miembros de las fuerzas armadas y de orden injustamente detenidos por supuestas violaciones a los derechos humanos?, ¿primacía efectiva de los derechos de las víctimas de actos criminales sobre aquellos de los delincuentes?, ¿voluntad real de desterrar la creciente corrupción en organismos públicos?, ¿y de suprimir el desembozado intervencionismo electoral proveniente desde esferas de gobierno? Y qué decir de la eficiencia (pertinencia y sentido del trabajo bien hecho) y moralidad de las políticas públicas que se piensa aplicar en ámbitos tan sensibles para el crecimiento y la vida buena de los chilenos como son educación, salud, pobreza y seguridad.
Un Presidente para Chile a contar del 11 de marzo de 2010 debe tener posturas transparentes y éticamente rectas sobre estas vitales materias. Ni populistas, ni electoreras, ni ideologizadas, menos "políticamente correctas"; sino que realistas, visionarias, acertadas, valientes, creativas y siempre éticas. Pues, en gran medida el encaminamiento al bien común nacional pasará por la forma como se encaren los ingentes desafíos que cada una de esas áreas presentan. Por esta misma razón, es crucial que todo ciudadano se pregunte si los candidatos antes mencionados, y otros que puedan mostrar durante los próximos meses ansias por alcanzar la primera magistratura de la Nación, han sido veraces y coherentes en sus planteamientos sobre tales respectos y si, en caso que las haya, sus ideas y propuestas cumplen con los requerimientos antes enunciados. Como muy mínimo, parecen existir dudas razonables de que quienes se mencionan como posibles aspirantes logren pasar sin reparos este test; todavía peor, cabe la impresión de que más de alguno de ellos lisa y llanamente lo reprueban.
Vista la situación sin anteojeras ni lastimosas resignaciones, no resulta sorprendente que en el día a día actual, y cada vez con más frecuencia, nos encontremos con chilenos desencantados que esperan por un candidato distinto, que se note menos ávido de poder y acomodado en el actual escenario político de tejas abajo, y que se halle dispuesto a soñar y a dar el consiguiente esforzado combate por un Chile mejor, más grande, donde se pueda vivir humanamente bien y mirando al futuro con optimismo. Para dar cumplimiento a esos legítimos anhelos ciudadanos hay que dar con un postulante a Presidente de la República que de señales de capacidad para conducir al país hacia la superación de sus limitaciones, teniendo como punto de partida el sustento sólido y el afán de fortalecimiento de sus mejores tradiciones (familia, orden, trabajo, convivencia, austeridad, probidad, etc.).