Una huelga de plazo indefinido, exigiendo que se cancele el proyecto minero Tía María a cargo de Southern Peru Cooper, lleva adelante la población de la provincia de Islay, en la región Arequipa, 1.009 kilómetros al sur de Lima. Hace tres días, las protestas reprimidas por la Policía Nacional del Perú (PNP) dejaron el saldo de 14 heridos y la muerte del agricultor Andrés Taype (22), quien fue impactado por una bala que le perforó el pulmón y afectó su diafragma e hígado. Tras estos sucesos, el martes último el Ministerio de Energía y Minas (MEM) dispuso suspender por seis meses (180 días) la evaluación del estudio de impacto ambiental del proyecto, aunque horas antes el municipio de Arequipa había adoptado una medida similar. La medida, que suspende el estudio de impacto ambiental hasta la llegada del próximo gobierno que se instalará el 28 de julio de este año, apunta a restituir la paz social y poner punto final al estado de conmoción social que se vive en esa zona del país. Los pobladores de Islay se oponen tajantemente al desarrollo del proyecto Tía María porque consideran que su explotación contamina el medio ambiente, les arrebata el recurso hídrico y destruye la agricultura, su principal actividad productiva. Las protestas estallaron el 16 de marzo, cuando la población se enteró que la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops) había observado 138 puntos del estudio de impacto ambiental realizado sobre la concesión minera Tía María. Entre las principales observaciones se mencionaron la carencia de un estudio hidrogeológico, considerado decisivo para detectar los impactos de la actividad minera, y el uso de aguas de provenientes de un estero y no del mar (como ofreció Southern). También se observó que la compañía minera, controlada por el Grupo México, no advierte que prevé explotar no sólo cobre, sino también oro, proceso que exige el uso de mercurio, un peligroso contaminante.
Tía María, ubicada exactamente en el distrito de Cocachacra, dentro del ámbito de la provincia de Islay, es un proyecto minero de explotación y procesamiento de mineral oxidado de cobre cuya vida operativa está calculada en 18 años. Para su desarrollo se ha calculado una inversión de 950 millones de dólares y se espera producir 120.000 toneladas de cátodos de cobre de alta pureza (99,99 por ciento) por año.
Con la puesta en marcha del proyecto Tía María, Southern Peru Cooper calcula que su producción de cobre extraída de las minas peruanas aumentará en aproximadamente 590.000 toneladas métricas al año 2013. Actualmente la citada empresa lleva adelante la explotación de los yacimientos cupríferos de Cuajone, en la región Moquegua, y de Toquepala, en la región Tacna, además de mantener una refinería ubicada en el puerto de Ilo, 1.144 kilómetros al sur de Lima. Los planes de expansión de Southern también comprenden la ampliación de las minas de Cuajone y Toquepala, en las cuales ya había invertido 154 millones de dólares al 30 de septiembre del año pasado, según información de la empresa. El conflicto generado por el proyecto Tía María surgió desde su anuncio, al cual se opuso la comunidad, pero pese a ello la empresa presentó e hizo aprobar con las autoridades del ministerio de Energía y Minas su estudio de impacto ambiental. Cuando se reveló que los planes de Southern incluían usar el agua de ese valle para el desarrollo del proyecto Tía María, la población los rechazó mediante una huelga indefinida, en abril del año pasado, lo que obligó a la paralización del proyecto por 90 días. A esa fecha, la empresa ya había invertido 115.8 millones de dólares en el proyecto que andaba en su fase de ingeniería de detalle.
Mediante una mesa de negociaciones, los representantes de los pobladores, de Southern y del Estado acordaron que la empresa no utilizaría ni las aguas superficiales ni las subterráneas del río Tambo, sino que usaría las aguas del mar. La empresa consideró viable el acuerdo y, según su presidente ejecutivo, Oscar Gonzales, 17 empresas especializadas se mostraron interesadas en participar en la construcción de la planta desalinizadora, algo que no se habría cumplido. Según el Ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, de concretarse el proyecto cuprífero Tía María se generaría ingresos por canon minero para la región Arequipa por más de 130 millones de dólares.
El municipio más favorecido sería Cocachacra, donde se ubica el yacimiento de cobre, porque recibiría 14 millones de dólares cuando empiece a funcionar el proyecto, el cual además generaría 3.500 puestos de trabajo directos, dijo. A esto, los dirigentes del Frente Amplio de Defensa del Valle del Tambo han respondido que más millonarias serían las pérdidas que ocasionaría esa explotación minera a tajo abierto, la cual, dijeron, devasta la estructura del suelo y reseca la zona circundante. El Perú es el segundo productor mundial de cobre, cuyas reservas se calculan en 90 millones 814.530 toneladas métricas finas (TMF), gran parte de las cuales hasta ahora son procesadas y exportadas por Southern Perú. Según el viceministro de Minas, Fernando Gala, la producción anual de cobre que actualmente asciende a un millón 247.249 toneladas métricas finas, se duplicará en los próximos cuatros años con la ejecución de diversos proyectos del metal rojo. Entre estos grandes proyectos de cobre figuran la ampliación de Antamina (1.100 millones de dólares), y la puesta en marcha de Antapaccay, de Xstrata Cooper (1.500 millones de dólares), que debe comenzar a operar en el 2012. Toromocho, de Minera Chinalco (2.200 millones de dólares), tiene previsto iniciar sus operaciones en el cuarto trimestre del 2013.
Estos proyectos ya tienen sus respectivos estudios de impacto ambiental aprobados, y algunos de ellos ya están en la etapa de construcción, señaló el viceministro. (Xinhua) |
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