Carta abierta a Michelle Bachelet
Señora Presidenta de la República de Chile, Michelle Bachelet:
Acabo de escuchar su discurso ante el Congreso Pleno. Quiero expresar mi asombro, por las omisiones que usted ha realizado y proponerle algunas medidas de transparencia y control de eficiencia del gasto que usted podrá realizar a partir de 2008. Para eso, quisiera, eso sí, recomendarle no volver a cometer el error de decirnos que cumple con todo lo que dice.
Durante el último mes he dedicado buena parte de mi tiempo a repasar el discurso pronunciado el 21 de mayo de 2006, rito que acaba de repetir ayer. El esfuerzo realizado se orienta a evaluar el nivel de cumplimiento con la palabra que usted ha empeñado ante la nación y en presencia de los otros poderes del Estado. Este ejercicio lo he realizado, personalmente, en 5 oportunidades para el Instituto Libertad, el cual lo ha repetido durante 13 años. Su evaluación no fue buena, como usted podía esperar, porque los profesionales de aquel think tank no somos santos de su corte ni su gobierno ha tenido oportunidad para centrarse, debido a las movilizaciones estudiantiles, el estallido de la corrupción y el colapso metropolitano desencadenado por el Transantiago.
Presidenta, usted ha sido franca y cercana. Honesta, diría yo, en grado superlativo. Sobre todo, cuando realizó su segundo cambio de gabinete, diciendo que su gobierno ha sido malo. Comparto su espíritu como su propia evaluación. Sin embargo en vísperas de la lectura del Mensaje 2007 su gobierno, encarnado en el Secretario General de la Presidencia, José Antonio Viera Gallo, entregó una visión muy distinta de lo que fue el período y de manera muy poco honesta, para ser sincero.
A continuación relato las causas de por qué llego a formarme esta impresión. Durante el jueves 17 de mayo dimos a conocer la evaluación del Instituto Libertad, a la cual usted puede acceder a través de la dirección web www.institutolibertad .cl. Como todos los años, se entregó un estudio muy transparente, visible y fundamentado para que toda la comunidad pueda hacerse su propio juicio, de nuestro trabajo y esfuerzo por realizar un control sobre la gestión pública y, asimismo, sobre vuestro trabajo en específico.
Comúnmente hemos visto reacciones a nuestra publicación pero nunca ocurrió algo como lo que su gobierno hizo. Pasado el mediodía la Secretaría General de la Presidencia dio a conocer su autoevaluación. Eso no se hace, Presidenta. Los gobiernos no pueden autoevaluarse. En Chile decimos que al cura no hay quién lo confiese. Por eso, mandataria, haberlo dicho ya nos demuestra la forma en que el Poder Ejecutivo busca manipular la agenda. Sin embargo, lo más grave del trabajo entregado es su oscuridad. Primero, no es entregado a la comunidad toda. Falta de transparencia. Segundo, su informe tiene problemas de forma (promesas repetidas) que nos hacen sospechar inmediatamente en que el fondo del asunto vendrá mal. Y tercero, nos damos cuenta de que sólo hace públicas tareas que usted considera cumplidas, sin entregarnos aquellas que quedaron en el camino.
Por eso, Presidenta, me atrevo a proponerle que usted y su equipo busquen fórmulas con la oposición para, primero, dar transparencia a los criterios de asignación de gasto y de definición de beneficiarios. Y, luego, orientar a la burocracia hacia la evaluación de costo/beneficio de todos los programas sociales. De esa forma, Presidenta, podemos asegurar dos cosas importantes. Por un lado, que los dineros que, según usted anunció, se gastarán desde mediados de 2008, no vayan a dar a campañas políticas como lo denunció la fiscalía de la Región de Valparaíso, en el caso de los recursos destinados a los programas de empleo. Sería algo muy feo que ocurriera así. Y, por el otro lado, aseguraríamos que el aumento del gasto esté bien hecho y beneficie realmente a los que necesitan y no, necesariamente, a la burocracia.
Muchas gracias.
José Miguel Izquierdo S.Publicado a las 15:03:39
1 comentario:
muy bueno, gracias!
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