17 Julio, 2012 - 00:56
Credito:
Yesme Cortés / El Economista
Tener muchas actividades de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no es suficiente. Lo sabe Martha Maeda, vicepresidenta de Recursos Humanos y Comunicación de Whirlpool, quien llegó hace cuatro años a la empresa.
Tenían todas las actividades, las evidencias, pero faltaba una estrategia (de RSE) conjunta", recuerda. El paso natural en esos casos es caminar todos en la misma dirección e involucrarse en el desarrollo de los stakeholders (empleados, proveedores, sociedad, medio ambiente).
Trasmitir los mismos códigos a nivel interno y externo, destaca, es fundamental para todas las empresas. "No hay una manera correcta de hacer mal las cosas", asegura.
—Desde tu llegada a Whirlpool, ¿qué cambios ha habido en la estrategia de responsabilidad social de la empresa?
Han sido varios los cambios, en este tiempo hemos trabajado en una estrategia que involucra nuestra interacción con el medio ambiente, con la sociedad, con nuestros empleados y proveedores. Tampoco estaba la parte de ética. Una empresa, si no es ética, no puede ser socialmente responsable: cómo hace lo negocios, qué hace para que sus empleados sean honestos, para nosotros esto
es un pilar muy importante.
—¿Cómo han involucrado a los proveedores en este proceso?
Ellos tienen que estar con nosotros en todo, el código de ética implica cuidar el medio ambiente, tener un lugar seguro para trabajar, etcétera. Nosotros no aceptamos a nadie que no cumpla con el código de ética, pues estaríamos en contra de lo que nuestro CEO nos dice: No hay una manera correcta de hacer mal las cosas. Para eso los capacitamos, los cuestionamos sobre las acciones que implementan, les ayudamos a subir sus estándares de seguridad.
—¿Los han evaluado?
Como tiene poco que les dimos a conocer dichos lineamientos, aún nos falta implementar la etapa de evaluación, que sería la segunda fase. Por el momento, los proveedores nos firman la carta de que están de acuerdo y que aceptan los términos, ahora lo que sigue es lograr que el compromiso que asumen lo cumplan.
—¿Cómo incluyen a los clientes?
Por ahora, trabajamos para que el cliente asimile que utilizar 30% menos de agua por lavada; no significa que el proceso de lavado está incompleto, sino que es posible gracias a aspectos mecánicos y químicos que cuidamos en nuestros productos.
—¿Cómo los reta haber recibido
el Distintivo ESR por cuatro años?
En RSE no hay que quedarse estático, siempre hay un margen de mejora continua porque esto es tan dinámico que si uno se estanca, pierde. Hay que ir siempre un paso adelante.
—¿Cuál es su próximo objetivo?
Obtener el certificado de Industria Limpia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente; terminar con el entrenamiento a proveedores del código de ética e implementar la evaluación, así como estar dentro de las 10 mejores empresas para trabajar, pues por el momento estamos en el sitio 15.
yesme.cortes@eleconomista.mx
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