El martes el Presidente Sebastián Piñera se reunió con un grupo de personas de confianza para resolver la venta de Chilevisión. Entre ellos estaban los empresarios José Cox -a cargo de la operación de desprendimiento del canal, tal como lo hizo con las acciones de Lan- y Andrés Navarro, quien ha formado parte del directorio de la estación.
Según fuentes cercanas a la transacción, en la cita concluyeron que la mejor opción era vender CHV al grupo chileno Linzor Capital, fondo de inversiones de propiedad de Tim Purcell, Alfredo Irigoin y Carlos Ingham, quienes habían ofrecido alrededor de US$ 130 millones.
Aunque la cifra era unos US$ 10 millones más baja que la ofrecida por el grupo argentino Clarín, en la decisión del Presidente también pesaron consideraciones políticas. Piñera tomó en cuenta que una venta al holding comunicacional transandino podría generar roces con el gobierno de Cristina Fernández, ya que los Kirchner mantienen una fuerte rivalidad con el grupo Clarín.
Tras la cita del martes, ayer el grupo Linzor fue notificado que habían sido los elegidos y durante la jornada se ultimaron los últimos detalles de la transacción.
Linzor, que no tiene experiencia en gestión de medios, sumó a su equipo a seis ejecutivos de Chilevisión: Jaime de Aguirre, Mario Conca, Pablo Morales, Fernando Berndt, Alicia Zaldívar y Patricio Caldichoury. Ellos, por su expertise, controlarán entre el 5% y el 10% de la propiedad de la estación televisiva.
Las mismas fuentes señalaron a La Tercera que el pago se haría al contado, ya que se estimó que dejar una deuda pendiente mantendría vigente el conflicto de interés.
Con la venta, Piñera cumplirá con su propósito de tener cerrado el tema antes del 21 de mayo. La demora en la venta se había convertido en un problema para La Moneda, ya que la Concertación tenía paralizadas todas las iniciativas relacionadas con televisión en el Congreso -como la nominación de los directores de TVN y el CNTV- mientras el Mandatario no se desprendiera del canal.
El proceso
El proceso comenzó los primeros días de marzo, cuando el Mandatario dijo que se abría a vender el canal. Hasta ese minuto, la única fórmula que había avanzado -a cargo del estudio Barros Errázuriz- era la de traspasar las acciones de CHV a la fundación Cultura y Sociedad.
Sin embargo, ese mecanismo fue criticado, pues el Mandatario, en su calidad de fundador, podía destituir al presidente del directorio. No sólo la oposición criticaba la fórmula: la UDI le pidió públicamente, a través de su presidente, el senador Juan Antonio Coloma, que vendiera.
Cuando Piñera mandató a Cox para buscar interesados en adquirir CHV, la meta eran US$ 160 millones.
El presidente compró el canal el 2005 en cerca de US$ 24 millones, pero durante los cinco años bajo su gestión, la estación se convirtió en la principal competencia de Televisión Nacional a nivel de audiencia y la que registra mayores utilidades. Sólo el 2009 las ganancias llegaron a casi US$ 15 millones.
Se prevé que la decisión se informe hoy, ya que el Mandatario viaja esta noche a España. Entre las razones que se expondrián para explicar la venta al fondo chileno es que Piñera optó por "quienes han hecho crecer el canal con él".