Jueves, 26 de Marzo de 2009, 11:20hs | |
Fuente: Terra México |
Empresarios
Slim, gigante de la política que incide acontecer nacional
MEXICO, Marzo. 26.- Ésta es la radiografía de un personaje que bien podría describirse como un poder paralelo al Estado. Él es Carlos Slim, quien bajo la influencia que detenta a través de su imperio, mueve los hilos de todo México y anda a la caza de los proyectos que le permitan multiplicar su margen de acción, cita El Semanario en su edición de hoy.
En el terreno político, los mecanismos de transmisión del poder de Carlos Slim pueden describirse cual si fueran una medusa, sí, esa bella criatura que habita en los mares de cuerpo transparente que con el agua toma diferentes tonos y, de cuyos bordes, nace una multitud de tentáculos, largos y delgados, que crean trampas e inmovilizan a todo pequeño animal que las toca y, en los peces grandes, provocan un molesto escozor.
Así se siente la influencia del ingeniero en los círculos políticos, donde sus interlocutores reconocen que su penetración, a veces de manera oculta, incide en el acontecer nacional.
En el Congreso, por ejemplo, su nombre, por sí solo, es sinónimo de poder. De acuerdo con varios legisladores consultados, el cabildeo de Slim es considerado como un poder paralelo al que ejercen las diferentes fuerzas políticas allí representadas y que se despliega, principalmente, en las comisiones de trabajo que pudieran afectar sus márgenes de maniobra.
"Slim está metido en el Congreso y busca tener una influencia decisiva en la elaboración de dictámenes y en las minutas. Es como una mano invisible que aparece en el momento de decidir", acusa Antonio Soto, secretario de la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados.
Incluso, Antonio Soto, quien también es diputado federal del PRD, sostiene que Carlos Slim es un referente -para bien o para mal- en la construcción de iniciativas.
Es decir, revela que cuando los legisladores están en esta etapa de una iniciativa ponen como ejemplo el historial de Carlos Slim para dar cuenta de lo que se debe o no se debe hacer: "Sabemos que la telefonía fija ha sido el mejor negocio de México, ya sea por favores políticos o por malas políticas públicas, por eso, citamos el caso para definir los mecanismos que impidan que esta misma tendencia suceda en otros sectores."
De esta manera, y si habría que hacer un balance para definir quién ha ganado en esta lucha de vencidas, el veredicto podría favorecer al hombre más rico de México.
Para ello, sería necesario recapitular varias iniciativas que tenían la intención de pulverizar el poder de Slim pero que se extinguieron al calor de la discusión y hoy están guardadas en algún archivo del Congreso: aquella que pretendía aumentar el monto de las multas por prácticas monopólicas, la apuesta por permitir que la inversión extranjera directa llegara a la telefonía fija y la discusión que promovía el derecho de los consumidores y condenaba el mal servicio de los proveedores, a través de las acciones colectivas.
Bajo este panorama, el activismo en pro de Slim se ha convertido en un gran frente, que a veces toma cuerpo de diputado, otras de senador, algunas más de autoridad o de un emisario que suele hacer buen uso del oficio del lobbying. Pero nunca desaparece, a menos que haya cumplido con su encomienda.
Alejandro Sánchez Camacho, diputado federal, es quien impulsó en 2008 una iniciativa que pretendía dotar de mayores dientes a la Comisión Federal de Competencia (CFC) y así aumentar el monto de las multas por prácticas monopólicas. Él vivió de cerca la fuerza del imperio de Carlos Slim.
En entrevista, recuerda cómo su proyecto registró la unanimidad de todos los integrantes de la Comisión de Economía y cómo fue enterrado justo en el momento en el que estaba a punto de subir a tribuna para su discusión y eventual aprobación.
Sí, algo pasó y, entonces, se prendió el "sospechosismos" que alimentaba la sensación de que una mano oculta había fracturado el acuerdo. De inmediato, las miradas se posaron en Telmex que, en números redondos, mantiene 80% de participación en el mercado de la telefonía fija.
¿Qué ocurrió en verdad? Juan Guerra, vicecoordinador de la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados y quien estuvo en estas negociaciones, informa que todos los partidos estaban de acuerdo en aumentar las sanciones en contra de los monopolios, pero que priístas y panistas empezaron a manifestar su incomodidad por un factor que no había estado gravitando en las conversaciones iniciales: la supuesta liga de buena parte de los comisionados de la CFC con Francisco Gil Díaz, presidente del Consejo de Telefónica Móviles para México y Centroamérica, empresa que pretende incursionar de manera masiva en la telefonía fija en el país.
En otras palabras: Juan Guerra acusa que alguien se encargó de sembrar en los círculos del PRI y del PAN la preocupación alrededor de la conformación de la CFC, que supuestamente era dominada por funcionarios contrarios a los intereses de Carlos Slim.
"Por eso, esa discusión se convirtió en un juego de intereses y se pensaba que la CFC no iba a actuar parejo", sentencia.
En ese sentido, la influencia de Slim en la arena política camina por varios frentes. Es, entonces, una fuerza que se mueve dependiendo las circunstancias. Eso sí, cuando alguien se deja seducir por ella, inmoviliza y provoca escozor. Como las bellas medusas del mar.
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