Últimamente se está hablando mucho acerca de la profesionalización de la figura del director de los centros educativos. De la autonomía que debe otorgarse para que, dentro de su cargo, sea capaz de gestionar el centro (incluyendo los recursos humanos del mismo) de una forma eficaz. De conseguir que dicha figura sea crucial para cualquier cambio educativo y mejora de resultados. Es por ello que me resultan de interés dos "cosillas" que, dentro de mi consulta de cuestiones educativas, me he encontrado por la red. En primer lugar considero muy interesante las cualidades que se desprenden de la siguiente infografía (llamar infografía, viñeta o gráfico creo que es lo de menos). Cualidades entre las que se incluyen las siguientes:
Unas cualidades que, más allá de la certificación que acredite esa capacitación, se demuestran en el día a día. Un día a día que debería estar evaluado por Inspección, recompensado generosamente por la administración y, ampliamente penalizado en caso de incumplir sus obligaciones (obligaciones que, por cierto, vienen muy marcadas por sus capacidades de gestión y en los resultados que obtienen los alumnos del centro que dirige). Eso sí, a lo anterior me gustaría añadir el siguiente enlace. Un enlace donde habla de lo que, como docentes, tenemos todo el derecho de exigir al director de nuestro centro educativo. Exigencias que van desde la necesidad de tener margen de maniobra para experimentar en el aula, pasando por la necesidad de que se nos asesore, hasta llegar a una de las peticiones más importantes... que no nos hagan perder el tiempo en reuniones inútiles y haciendo trabajos poco productivos (algo que, por desgracia, cada vez está más a la orden del día). ¿Qué os parece lo anterior? Parece lógico, ¿no? |
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile
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