La empresa española y la Marca España en Iberoamérica
SaludosRodrigo González FernándezDiplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
CEL: 93934521 Santiago- ChileSoliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en GERENCIA ADMINISTRACION PUBLICA -LIDERAZGO - GESTION DEL CONOCIMIENTO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – COACHING EMPRESARIAL-ENERGIAS RENOVABLES , asesorías a nivel nacional e internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
Según uno de los mejores conocedores anglosajones de la realidad española actual, William Chislett, la caída en desgracia de España en los medios internacionales ha sido exagerada y no está en sintonía con la realidad; sin embargo, para muchos, incluso en estas tierras chilenas, la percepción constituye la auténtica realidad, aunque dicha percepción no se corresponda con la situación real del país.
El gobierno español, que reconocidamente está manteniendo un ritmo acelerado y profundo de reformas económicas y políticas, necesarias para enderezar los indudables errores de épocas recientes, es consciente de la necesidad de poner de nuevo en valor la Marca España, con el apoyo, entre otros, de aquellas grandes empresas multinacionales y de otras de variada proyección en el exterior que han dado vitalidad a la economía española en múltiples mercados, particularmente en el iberoamericano.
Uno de los efectos positivos de la seria dificultad económica que ha vivido España en estos años ha sido la profundización de la internacionalización de la actividad de nuestras empresas. Iberoamérica es buen testigo de esa expansión, que ha sido tan beneficiosa para nuestra economía como, creemos sinceramente, lo ha sido y lo será también para los países que reciben a nuestras empresas y nuestras inversiones. España sigue siendo el sexto inversor exterior en el mundo, con un stock acumulado de inversión directa cercano a los setecientos mil millones de euros, y nuestras grandes y medianas empresas facturaron en el exterior en 2011 unos doscientos cincuenta mil millones de euros.
Lo que fue en un momento el inicio de una expansión a finales de los ochenta y los noventa, se consolidó al inicio del nuevo siglo, y se ha profundizado en esta década por la necesidad de nuestras empresas de buscar nuevos mercados y desarrollar nuevos ámbitos de negocio, al observar que otros mercados, el nuestro nacional y el de nuestro entorno europeo, comenzaban a ofrecer limitadas oportunidades.
Desde esa perspectiva, esta renovada expansión hacia el exterior no es sólo fruto de la crisis. Más bien cabe anticipar, como lo muestran algunas recientes operaciones en varios países y las que han de venir, que nuestra presencia e inversiones en el exterior y particularmente en este continente, cualquiera que sea la coyuntura interna española -que se enderezará con seguridad en los próximos años-, sólo pueden ir en aumento. ¿A alguien le provoca sorpresa o rechazo que compañías de países occidentales, por no decir de la creciente China o de algún tigre asiático, busquen multiplicar su presencia en el exterior como motor de su desarrollo nacional? Así ha sido por décadas en instancias que están en la mente de todos. El caso español no es distinto: llevamos tres décadas demostrando con las mismas credenciales nuestra capacidad de proyección exterior.
Un análisis histórico de nuestras inversiones en Iberoamérica viene a mostrar cómo las empresas que operan en sectores no regulados, preferentemente manufactureras y de servicios a empresas, vienen tomando progresivamente el relevo en relación a las empresas de sectores regulados. El menor peso de las operaciones de estos nuevos protagonistas españoles en Iberoamérica, en términos de volumen de inversión, no debe llevarnos a minusvalorar su contribución, tanto presente como futura. Por un lado, este continente sigue siendo un mercado en el que muchas empresas españolas que compiten en sectores no regulados pueden mantener una ventaja comparativa frente a otros competidores y, por otro, las principales operaciones que se podían haber realizado desde sectores regulados ya se han llevado a cabo.
El mejor comportamiento económico de Iberoamérica frente a Europa y, especialmente, frente a España, es la razón que lleva a que más del 90% de las compañías españolas con intereses en la región, consultadas recientemente, estén incrementando el peso de su actividad en ella. Pero es aún más destacable que casi la mitad de las compañías consultadas considere que su negocio aquí puede superar en importancia al que tienen en el mercado español en los próximos tres años. Una vez más, Brasil se configura como el destino más interesante para las operaciones de las empresas españolas. México, Chile y Argentina seguirán manteniendo una fuerte presencia de empresas españolas, mientras que en Colombia y Perú se incrementa significativamente la expectativa, porque más del 85% de las encuestadas considera que su evolución económica será buena o muy buena durante este año y los próximos.
El atractivo de los mercados internos de todos ellos vuelve a ser la principal ventaja competitiva que ofrecen las economías de la región a las empresas españolas.
Por esas razones, a medio y largo plazo, nuestro compromiso con las economías iberoamericanas continuará afirmándose con mucha determinación. El caso de Chile, sin embargo, es para España muy particular, como lo puso de manifiesto S.M. el Rey de España, durante sus viajes de trabajo acompañado de grandes empresas españolas el pasado mes de julio a Brasil y a Chile. La elección de los dos destinos no fue al azar; fue un gesto muy medido de la confianza que nuestras empresas tienen especialmente en estos dos mercados.
En el caso de Chile, además, por considerar que puede convertirse pronto en una auténtica plataforma de negocios con proyección iberoamericana. Muchas de nuestras empresas así lo creen y estamos convencidos de que Chile nos seguirá acompañando en esta aventura. Mientras tanto, ofrecemos nuestro compromiso de apoyar esos proyectos con el impulso de una Marca España que nunca debió verse desdibujada y que ahora vamos a fortalecer entre todos, haciendo corresponder la percepción con nuestra realidad nacional.
Fuente:EMOL
SaludosRodrigo González FernándezDiplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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