¿Cómo construir una empresa confiable?
Generar relaciones de confianza con todos los públicos con los que la organización se relaciona puede llegar a ser uno de sus principales activos. Es posible que con este intangible, los resultados ordinarios sean próximamente extraordinarios.
Por Daniel A. Elhelou*
Accionar en pos de la rentabilidad, de la sostenibilidad y del desarrollo de las personas vinculadas a una organización requiere de ciertos estándares de valores, profesionalismo y también de la calidad en las relaciones.
Uno de los activos clave para el éxito de cualquier organización es la capacidad de desarrollar relaciones éticas y de confianza con todos los actores con los que se relaciona (stakeholders internos y externos). Además, siendo éticos y confiables, se contribuye al desarrollo de una sociedad un poco más creíble y responsable.
La propuesta de este artículo es dar un puntapié sobre cómo comenzar a construir este activo valioso e intangible como es la capacidad de generar relaciones de confianza.
Son cuatro los pilares o valores sobre los que se sostienen las relaciones de confianza:
Integridad: coherencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago.
Competencia: saber es saber hacer. Ser competentes desde las capacidades técnicas.
Confiabilidad: respetar las promesas, los acuerdos explícitos y aquellos implícitos.
Involucramiento: comprometerse al 100% con la causa.
Si acordamos que la confianza no se impone, sino que es un juicio de valor que se va adquiriendo con un comportamiento ético continuado, resulta interesante pensar sobre cuáles son los hechos concretos que van construyendo esa confianza con otros a la luz de estos cuatro pilares.
Un ejemplo a modo de ilustración:
Yo me considero una persona confiable. Lo puedo fundamentar porque seguramente otros ven en mí que trato de involucrarme con las cosas que hago (involucramiento), digo lo que pienso y hago lo que digo (integridad + sinceridad), respeto los acuerdos (confiabilidad), soy muy bueno en mi profesión y en mi trabajo (competente en un ámbito). Pero cualquiera de ustedes no confiaría en mí como capitán de un barco que se dirige a la Antártida, porque según su opinión (y la mía también) no reúno las condiciones mínimas de competencia en este campo de acción.
Ahora bien, supongamos que se trate de un caso en el cual reúno las competencias adecuadas, y Usted necesita que yo esté a su lado indispensablemente el próximo martes a las 15hs. De las últimas ocasiones que me esperó para una reunión parecida a esta, yo llegué tarde al menos el 80% de las veces. ¿Diría que yo soy confiable? Probablemente no porque parecería que no inspiro confiabilidad, independientemente que yo sea una persona sincera, involucrada y competente con la temática.
Como mencionaba, la confianza no se impone, sino se va adquiriendo con un comportamiento ético continuado y sostenido desde cada uno de estos cuatro pilares.
La confianza en el campo de las organizaciones
Las empresas que sobreviven en el tiempo, según algunas investigaciones de campo, son aquellas que generan sentido de pertenencia entre los empleados, las que crean confianza entre las personas y transmiten una buena imagen a los que con ellas se relacionan.
Desde este punto de vista podemos afirmar que generar relaciones éticas y de confianza es también trabajar por la construcción de un activo intangible valioso para la organización. En este sentido, este activo no sólo es "rentable" para la organización sino también para la sociedad en general. Es una forma de interactuar que maximiza el beneficio de todos:
- En los ambientes en donde se "respira" confianza, se reducen los costos de coordinación y control.
- Las organizaciones éticas y creíbles, por lo general tienen mejor imagen, consiguen acuerdos en forma más ágil y que luego perduran en el tiempo.
- Por lo general, se crea un mayor sentido de pertenencia en los lugares donde el clima es confiable, esto produce mayor motivación en los equipos técnicos.
-Las organizaciones sin fines de lucro (O.S.F.L.) o las áreas de R.S.E. que inspiran confianza poseen mayores posibilidades de actuación en una comunidad, posibilitando acciones que trascienden al proyecto.
- La sumatoria de organizaciones que inspiran confianza en un país, hacen que la imagen del mismo al exterior sea un poco mejor, generando por ejemplo mayor inversión, menores tasas de interés, mayor cantidad de puestos de trabajo.
Seguramente esta lista de ventajas podría ser mayor, o estos beneficios van a ser considerados en cada caso en particular. Es por eso que los invito a preguntarse:
¿Cómo están nuestras relaciones de confianza con cada uno de los actores que consideramos importantes para nuestras organizaciones? ¿Estamos transmitiendo adecuada competencia, sinceridad, involucramiento y confiabilidad? ¿Necesitamos hacer algo por esos rumbos? ¿Qué nos está faltando para lograr lo que queremos lograr con nuestras relaciones?
Desarrollar relaciones de confianza, en este sentido, se convierte en un activo intangible indispensable para trascender en el tiempo y obtener mejores resultados. La magnitud de estos resultados, está directamente relacionada con la calidad de las relaciones. Generar relaciones de confianza, en el mediano y largo plazo, es rentable y puede convertirse en el activo intangible más valioso para una organización.
* Director Ejecutivo de Acción Sur y profesor de la Escuela de Negocios de MATERIABIZ .
Accionar en pos de la rentabilidad, de la sostenibilidad y del desarrollo de las personas vinculadas a una organización requiere de ciertos estándares de valores, profesionalismo y también de la calidad en las relaciones.
Uno de los activos clave para el éxito de cualquier organización es la capacidad de desarrollar relaciones éticas y de confianza con todos los actores con los que se relaciona (stakeholders internos y externos). Además, siendo éticos y confiables, se contribuye al desarrollo de una sociedad un poco más creíble y responsable.
La propuesta de este artículo es dar un puntapié sobre cómo comenzar a construir este activo valioso e intangible como es la capacidad de generar relaciones de confianza.
Son cuatro los pilares o valores sobre los que se sostienen las relaciones de confianza:
Integridad: coherencia entre lo que pienso, lo que digo y lo que hago.
Competencia: saber es saber hacer. Ser competentes desde las capacidades técnicas.
Confiabilidad: respetar las promesas, los acuerdos explícitos y aquellos implícitos.
Involucramiento: comprometerse al 100% con la causa.
Si acordamos que la confianza no se impone, sino que es un juicio de valor que se va adquiriendo con un comportamiento ético continuado, resulta interesante pensar sobre cuáles son los hechos concretos que van construyendo esa confianza con otros a la luz de estos cuatro pilares.
Un ejemplo a modo de ilustración:
Yo me considero una persona confiable. Lo puedo fundamentar porque seguramente otros ven en mí que trato de involucrarme con las cosas que hago (involucramiento), digo lo que pienso y hago lo que digo (integridad + sinceridad), respeto los acuerdos (confiabilidad), soy muy bueno en mi profesión y en mi trabajo (competente en un ámbito). Pero cualquiera de ustedes no confiaría en mí como capitán de un barco que se dirige a la Antártida, porque según su opinión (y la mía también) no reúno las condiciones mínimas de competencia en este campo de acción.
Ahora bien, supongamos que se trate de un caso en el cual reúno las competencias adecuadas, y Usted necesita que yo esté a su lado indispensablemente el próximo martes a las 15hs. De las últimas ocasiones que me esperó para una reunión parecida a esta, yo llegué tarde al menos el 80% de las veces. ¿Diría que yo soy confiable? Probablemente no porque parecería que no inspiro confiabilidad, independientemente que yo sea una persona sincera, involucrada y competente con la temática.
Como mencionaba, la confianza no se impone, sino se va adquiriendo con un comportamiento ético continuado y sostenido desde cada uno de estos cuatro pilares.
La confianza en el campo de las organizaciones
Las empresas que sobreviven en el tiempo, según algunas investigaciones de campo, son aquellas que generan sentido de pertenencia entre los empleados, las que crean confianza entre las personas y transmiten una buena imagen a los que con ellas se relacionan.
Desde este punto de vista podemos afirmar que generar relaciones éticas y de confianza es también trabajar por la construcción de un activo intangible valioso para la organización. En este sentido, este activo no sólo es "rentable" para la organización sino también para la sociedad en general. Es una forma de interactuar que maximiza el beneficio de todos:
- En los ambientes en donde se "respira" confianza, se reducen los costos de coordinación y control.
- Las organizaciones éticas y creíbles, por lo general tienen mejor imagen, consiguen acuerdos en forma más ágil y que luego perduran en el tiempo.
- Por lo general, se crea un mayor sentido de pertenencia en los lugares donde el clima es confiable, esto produce mayor motivación en los equipos técnicos.
-Las organizaciones sin fines de lucro (O.S.F.L.) o las áreas de R.S.E. que inspiran confianza poseen mayores posibilidades de actuación en una comunidad, posibilitando acciones que trascienden al proyecto.
- La sumatoria de organizaciones que inspiran confianza en un país, hacen que la imagen del mismo al exterior sea un poco mejor, generando por ejemplo mayor inversión, menores tasas de interés, mayor cantidad de puestos de trabajo.
Seguramente esta lista de ventajas podría ser mayor, o estos beneficios van a ser considerados en cada caso en particular. Es por eso que los invito a preguntarse:
¿Cómo están nuestras relaciones de confianza con cada uno de los actores que consideramos importantes para nuestras organizaciones? ¿Estamos transmitiendo adecuada competencia, sinceridad, involucramiento y confiabilidad? ¿Necesitamos hacer algo por esos rumbos? ¿Qué nos está faltando para lograr lo que queremos lograr con nuestras relaciones?
Desarrollar relaciones de confianza, en este sentido, se convierte en un activo intangible indispensable para trascender en el tiempo y obtener mejores resultados. La magnitud de estos resultados, está directamente relacionada con la calidad de las relaciones. Generar relaciones de confianza, en el mediano y largo plazo, es rentable y puede convertirse en el activo intangible más valioso para una organización.
* Director Ejecutivo de Acción Sur y profesor de la Escuela de Negocios de MATERIABIZ .
Fuente: MATERIABIZ
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU(
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