Por P. Gallardo y D. Morchio
Una sala abarrotada de personas -entre ellas los gerentes generales de los bancos BCI, Scotiabank e Itaú y el presidente del gremio, Jorge Awad, en primera fila- se desarrolló ayer el debate convocado por la comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados para analizar el impacto que una reforma a la tasa máxima convencional (TMC) tendría sobre el acceso al crédito para los consumidores de menores ingresos.
En la cita por primera vez la banca cuantificó los efectos de bajar la TMC para los préstamos inferiores a UF 200, que equivalen al 77% del total de deudores del sistema bancario, poco más de 2 millones 700 mil personas.
Según el gerente general de CrediChile, Juan Cooper, de una simulación que recoge cifras de los cuatro principales bancos del país, con una reducción de hasta 30% de la máxima convencional, se produciría la potencial salida del mercado formal de 373.477 personas, por lo que pidió coherencia ante el impacto de una refoma.
Menos tajante, el presidente del gremio, Jorge Awad, incorporó al análisis la potencial baja de tasas que traería el proyecto que abre la información sobre los deudores.
"Hay que revisar la máxima convencional porque el acceso (a financiamiento) con la información consolidada cambia el escenario, pero tiene que incorporar los costos reales de las operaciones bancarias", dijo.
Matices del retail
Desde otra vereda, el retail financiero también expresó su opinión contraria a una rebaja de la TMC.
Para el gerente general corporativo retail financiero, Falabella, Gastón Bottazzini, que ello ocurra "limita el acceso al crédito de la población, castigando en especial a los segmentos más bajos y produce incentivos a la generación de mercados informales", planteando en cambio que "la baja de tasas debe producirse por una evolución natural del mercado".
Pero la diferencia entre ambas industrias no tardó en surgir. El gerente general de la entidad, Claudio Ortiz, reiteró el rechazo del sector al proyecto de base consolidada de deudores, advirtiendo que la banca es contradictoria con sus posturas.
"Por un lado, plantea posiciones muy claras de no modificar la TMC y por otra, que el proyecto de ley de información crediticia va a llevar a la tasa a la baja. Ahí hay una incongruencia", dijo.
El proyecto va, sí o sí
Pese al oscuro panorama dibujado por la banca y el retail financiero, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, -quien también fue convocado a la cita- adelantó que esta semana se conocerán los detalles del proyecto en elaboración.
El secretario de Estado afirmó que hay un segmento que tiene una tasa sobre el 50% y que hay espacio para reducirla. Sobre una posible desbancarización de las personas de menores recursos -tal como lo advirtieron los expositores-, señaló que se cuidará que "esa reducción no deje fuera a personas y los empujemos al mercado informal donde las tasas son mucho mayores y no hay ninguna regulación", reiterando que se enfocará sólo en el segmento de créditos hasta 200 UF a más de 90 días y en pesos.
Además, adelantó que se acortará el plazo de cálculo de la TMC. "Esto se hace una vez al mes y creemos que se puede hacer perfectamente cada 15 días, especialmente en periodos donde hay fluctuaciones en las tasas de mercado", reconoció.
La mirada técnica del debate
Sin sus contrapartes -el ex ministro de Hacienda Andrés Velasco y los economistas Franco y Antonino Parisi- plantearon sus posturas el ex titular de finanzas públicas Hernán Büchi y el economista jefe de BCI, Jorge Selaive, sobre la reforma a la máxima convencional.
Para Büchi, "en esto hay que ser pragmáticos: Chile ha tenido una evolución que ha llevado a que la TMC exista sin que impida a muchas personas acceder al crédito. Si se baja, hay una probabilidad importante que gente que hoy tiene crédito más caro, se quede sin él". Y abogó por alternativas que permitan a las personas bajar su riesgo, como pedir préstamos colectivos.
Por su parte, Jorge Selaive planteó que antes de ver cómo reformar la TMC, hay que evaluar el impacto del proyecto sobre base consolidada en las tasas. "Recomendación de política pública: un shock a la vez", aconsejó.
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