Velasco solo contra el mundo
98 votos en contra y sólo 4 a favor, esa fue la cifra que se llevó el ministro de Hacienda de la Cámara de Diputados. Pero también obtuvo una batería de críticas, donde hasta lo compararon con Luis XIV. Así se dibujó el destino del jefe de las finanzas públicas. En el gobierno, comentan que la "golpiza" fue tan dura como cuando se rechazó el proyecto de Depreciación Acelerada, y una vez más se comprobó la mala relación del académico de Harvard con el Parlamento.
Por Pablo Basadre
El ministro de Hacienda, Andrés Velasco, ha hecho importantes esfuerzos para mejorar su relación con los parlamentarios. Sin embargo, en medio de la negociación por el reajuste del sector público de este año, esos esfuerzos retrocedieron a fojas cero. Velasco, a pesar de los consejos de sus asesores, nuevamente hizo gala de su estilo. Como en otras oportunidades, se autoimpuso llevar adelante la negociación sin la ayuda del resto de sus pares y notificó al comité político hace unos días -cuando se reunieron en la parcela del Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma- que sería el principal interlocutor de la mesa con el sector público. Su diseño contemplaba negociar "bajo amenaza", como explica una alta fuente de la ANEF y enviar el proyecto al Congreso cuando éste cumpliera su plazo fatal. Pero lo que en verdad logró fue un hito político: en los 18 años de gobierno de la Concertación, nunca se había rechazado en la Cámara Baja el articulado completo de un proyecto de reajuste al sector público.
El principal argumento del titular de Hacienda en estas instancias siempre ha sido el mismo: él es el empleador directo de los funcionarios públicos. Por eso, prefiere en estas negociaciones dejarse llevar por su olfato político y le irrita cuando se plantea que la solución es una reforma profunda, donde se contemple la negociación colectiva en el sector público.
El trabajo de Velasco en el Congreso siempre ha estado marcado por los baches que enfrentan sus proyectos. En privado, según relevan en el gobierno, les ha dicho a sus asesores que si los diputados fueran alumnos de unos de sus cursos en Harvard reprobaría a buena parte de ellos.
Los parlamentarios, en tanto, comentaban ayer que "al fin le ganamos a la soberbia de la academia". "La tozudez con la que actuó nuevamente lo llevó a sufrir una de sus peores derrotas en el parlamento, sólo comparable al proyecto de depreciación acelerada", comenta un asesor de la Segpres. Y agrega: "Nadie tenía calculado el grado de adhesión del paro, tampoco que se fueran uniendo más grupos al pasar los días".
Jaime Quintana, presidente de la bancada PPD, partido responsable de estropear la fiesta de Velasco, explicó ayer que "el gobierno no podía prever otro escenario porque el trato hacia la Cámara no fue de los mejores. Aquí las cosas no han estado claras con los trabajadores ni con los parlamentarios. Incluso podríamos decir que se ha maltratado a un Poder del Estado. Ayer tuvimos cuatro propuestas, ésa es la forma menos seria de enfrentar un proceso de negociación con un gremio que corresponde al 15% de la fuerza laboral activa en este país".
Diputados se dan un festín
El vocero de gobierno, según un cercano, al observar el nivel de las manifestaciones y de masividad que estaba logrando la ANEF, les dijo a los ministros del Comité Político que había que negociar de otra manera, deslizando una crítica al manejo de Velasco, cuyo único apoyo fue el Ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma. Ambos estaban de acuerdo en descontar los días no trabajados e incluso días atrás había enviado un polémico instructivo a todos los jefes de servicios. Pero Vidal, luego de culpar a los trabajadores públicos de los problemas que el paro le estaba provocando a todos los chilenos, se dio cuenta que "en su justa medida y guardando las proporciones", la movilización de la ANEF se podía convertir en un nuevo "pingüinazo".
En la dura sesión de ayer, el diputado UDI Darío Paya, acusó una falta de comunicación entre Velasco y Vidal, respecto a los términos del proyecto que la sala de la Corporación sometió a votación en la tarde. Asimismo, calificó de poco entendible que en principio el Gobierno haya planteado sólo un 4,5% de reajuste, muy por debajo del 14,5% que piden los trabajadores fiscales y que más tarde la cifra subiera a 9,5% y no a los dos dígitos, que destrabaría la iniciativa rápidamente. Incluso el legislador del PRI, Jaime Mulet, cuestionó la posición que ha mantenido Velasco en este tema comparándolo con "Luis XIV".
A esto se sumaron las críticas de las bancadas concertacionistas, especialmente del PPD y el PDSD. Por su parte, la DC a través del senador Jorge Pizarro envió un duro mensaje y lo instó a renunciar si no lograba la aprobación del proyecto. "El ministro PPD Velasco se ha dado tantas vueltas y ha dado tantas señales equivocadas que involucró hasta a la Presidenta generando un problema mayúsculo, de orden político y económico", dijo ayer Pizarro irónicamente a una radio.
Lo más sintomático de esta última crítica está en que buena parte de los asesores de Velasco en Hacienda pertenecen al partido de la flecha roja. Pero le sirve de muy poco, pues es justamente esa colectividad la que le ha propinado las mayores derrotas en su gestión.
El desorden PPD
En el gobierno aseguran que Velasco estaba muy molesto con el PPD. En la Dirección de Presupuesto comentan que Enrique Paris (PPD), ex jefe de gabinete de Lagos y actual Subdirector de Razonamiento y Función Pública de esa institución quien es la contraparte del gobierno para los gremios- no logró articular las redes políticas con su partido. La molestia por la rebelión del PPD no solo afectó a Velasco sino que a muchos en el oficialismo, incluido al presidente del PS, Camilo Escalona. Hace poco en el PPD proclamaron al ex presidente Ricardo Lagos como precandidato presidencial y fue él mismo quien les contestó a través de una carta que el requisito esencial para aceptar la nominación era el orden, sobre todo en el parlamento.
A esto se había sumado el despliegue territorial de la ANEF que había mandatado a todos sus dirigentes a hostigar a los parlamentarios en sus distritos para presionar el apoyo que estos finalmente decidieron darles. Por la tarde, el gobierno esperaba aprobar el proyecto rechazado por la Cámara Baja por una amplia mayoría- en el Senado, donde había calculado los votos.
Quienes estuvieron presentes en la Comisión de Hacienda el miércoles, cuando fue rechazado el proyecto, muy tarde en la noche, comentan que Vidal les enrostró a los parlamentarios su deslealtad hacia el gobierno, mientras Velasco rayaba las hojas que tenía encima de la mesa, donde había tomado algunos apuntes. Luego, en la conferencia de prensa que ambos dieron para abordar el fracaso del gobierno en las negociaciones, por primera vez el titular de Hacienda enfrentó a los medios sentado en la mesa junto a Vidal y el Subsecretario Riveros. No lo hizo de pie como suele hablar con la prensa y pidió orden a los periodistas para realizar las preguntas. No hubo espacio para chistes, como se ha hecho su costumbre en el nuevo estilo comunicacional del titular de Hacienda durante las últimas semanas.