Junto a él, forman parte como 'fundadores' de la iniciativa el diputado socialista, Ramón Jaúregui, el director general de Comunicación y Responsabilidad Social de Mapfre, Juan José Almagro, uno de los responsables de RSC de Telefónica y profesor del Instituto de Empresa, Alberto Andreu, la vicepresidenta de la ONG Economistas Sin Fronteras (EsF), Marta de la Cuesta --también profesora titular de la UNED-- y el director de Reputación y RSC de PwC, Javier Garilleti.
Según señala el manifiesto fundacional publicado este fin de semana en 'El País', España debe "hacer un esfuerzo notable para que sus empresas, instituciones y organizaciones corporativas desarrollen una cultura de RSC creciente que les permita no ser sólo más competitivas e incrementar su reputación, sino también servir de referentes e impulsores del desarrollo de la RSE y la sostenibilidad en nuestro país y en todos aquellos en los que operan".
Procedentes de ámbito profesionales distintos, los fundadores de 'Alternativa Responsable' coinciden en que las empresas socialmente responsables "son más productivas, incrementan su valor y se hacen así más capaces de competir en el mercado global".
Para ellos la responsabilidad social "es algo voluntario, que va más haya de la acción social, que influye en las condiciones laborales de los trabajadores, y sobre todo, una nueva forma de concebir la función de las empresas en la sociedad". El manifiesto se encuentra en la web 'www.alternativaresponsable.org' y pueden adherirse a él todas aquellas personas que lo deseen.
A su juicio, la RSE, mucho más que una técnica de gestión de la empresa es, o debe ser, "una forma de concebir la función social de las empresas en la nueva sociedad". "La empresa no es una isla, por lo que le costará alcanzar sus objetivos si se abstrae de su entorno humano si olvida que sus decisiones afectan a la comunidad en la que opera, si desprecia sus impactos sociolaborales y medioambientales, si actúa en múltiples lugares del mundo sin un suelo mínimo de dignidad laboral y respeto a los Derechos Humanos", defienden.
Asimismo, la RSE "no es un movimiento coyuntural". "Hay poderosas razones que la impulsan y que surgen de las profundas transformaciones que están teniendo lugar en las relaciones entre las empresas y la sociedad", afirman los creadores de la iniciativa en este manifiesto.
En la misma línea, añade, "las empresas son mucho más poderosas frente al Estado y los sindicatos, en cuanto que, en última instancia, son quienes mueven y generan los flujos económicos; pero son también mucho más vulnerables ante los ciudadanos y la sociedad, precisamente porque ese poder les sitúa en el centro de sus intereses".
"Las empresas son más determinantes de la sociedad resultante y por eso muchos creemos que debemos hacerlas protagonistas de un modelo social justo, digno y sostenible". aseguran. "Por eso les reclamamos que sean socialmente responsables", recalcan los fundadores.
La RSE se configura como "el necesario antecedente de un nuevo contrato social", que concibe las empresas e instituciones con base en valores que crean valor. La empresa del futuro, "debe jugar un rol diferente al que hasta ahora protagonizaba", concluyen. Los ciudadanos demandan a las empresas y a sus gestores, que son parte de la propia sociedad, que, sin olvidar sus objetivos y deberes "sean capaces de trabajar y prestar servicios en un escenario más humano y habitable".
REGULAR LA RSC.
El documento defiende también que "naturalmente esta cultura de la empresa, no viene obligada por la ley" y debe ser concebida como una actitud voluntaria. "No es posible regular la voluntariedad, pero aceptamos y recomendamos la intervención pública en aquellos aspectos que favorezcan la expansión y el fomento de esta cultura y la transparencia y la competencia leal en sus prácticas", dicen sin embargo.
También señalan que "no hay una única manera de concebir y aplicar la RSE a las empresas", porque hay enormes diferencias entre los sectores de actividad económica, los países y el tamaño de éstas. "Admitimos la conveniencia de homologar los sistemas de reporte y verificación de la RSE, pero consideramos fundamental insistir en la flexibilidad y en la individualización empresarial a la hora de poner en práctica políticas de RSE", manifiestan en este sentido.
Asimismo, añaden: "somos conscientes de que a corto plazo, las políticas de RSE pueden implicar incrementos de costes, pero estamos convencidos de que sólo desarrollando prácticas hacia la excelencia en todos los planos, las empresas podrán seguir siendo líderes en el mundo o aspirar a serlo".
Los autores del manifiesto expresan también su preocupación por la creciente confusión entre RSE y acción social de las empresas. "El marketing social, no es responsabilidad social y algunos quieren quedarse sólo en eso", explican. Aunque hay extraordinarias, y cada vez mejores, iniciativas de acción social, la RSE "es mucho más que acciones puntuales", remachan.
En el mismo sentido, destacan la importancia de la calidad en el empleo como una base ineludible de una política integral de RSE. El trabajo no es como cualquier otro factor de producción, ya que el mercado de trabajo "es una institución social", es decir, "un marco de normas sociales que dignifican el empleo".
Por todo ello, concluyen que es necesario expresarse colectivamente para hacer más fuerte su voz, más plural su visión, más representativas y por tanto más importantes sus propuestas. "Queremos promover esta reflexión y animar esta reconversión cultural de las empresas, en España y en todo el mundo", matizan.
Asimismo, quieren proponer iniciativas a la comunidad empresarial, universitaria, a las instituciones, a las organizaciones sociales y cívicas en general, que se relacionan con este tema y ofrecer sus propuestas, contribuyendo al debate público y ofreciendo visiones críticas que enriquezcan y mejoren las prácticas y las iniciativas que se produzcan en esta materia.
Finalmente, los creadores de la iniciativa reconocen en el manifiesto que "son muchos los obstáculos y las dificultades que implica una política integral de RSE", hacen falta muchos años para difundir estas ideas y plasmarlas en prácticas generales, la traslación de la RSE a las pymes es laboriosa y compleja o faltan parámetros internacionales homologados para evaluar los comportamientos empresariales responsables".
"Por estas y otras razones, sabemos que la RSE debe ser difundida, explicada, razonada, fomentada", dicen, y se comprometen a seguir "hablando, escribiendo y trabajando a favor de la responsabilidad social de las empresas".
| 01/Oct/2007 13:26:13 (EUROPA PRESS) 10/01/13-26/07 "