Lima, (PRESSPERU).- La presencia de empresas chilenas en principio deben ser bienvenidas como debieran ser todas las inversiones extranjeras que buscan una rentabilidad en el mercado peruano. Se asume que generan empleo, abonan impuestos al fisco, y que en general tienen un efecto positivo. Existen inversiones chilenas en grandes tiendas comerciales, servicios financieros, puertos, grandes farmacias, industrias, estaciones de servicios de expendio de combustibles, servicios mineros, agroindustria, agro de exportación, empresas de importación, cadenas de hotelerías, y servicios varios, haciendo buenos negocios en el país. ¡Chile exporta capitales, Perú exporta subempleados! Pero también están en el sector eléctrico sobre facturando costos, fomentando privilegios, con una alta concentración de ingresos, potencia y mercado eléctrico, abusando de prácticas anti laborales como imponiendo convenios colectivos por cinco años, amenazando con despidos a dirigentes sindicales, declarando como "personal de confianza" a más del 50% de los trabajadores sindicalizados, etc. Por principio de modernidad frente al ultra nacionalismo chovinista que pretende limitar el comercio y el intercambio, apostamos por una relación equilibrada entre el mercado que de libre solamente tiene el nombre y la regulación estatal. Ello debiera regirse por las reglas de la reciprocidad, transparencia, y buenas prácticas empresariales. Existen más de 6 mil millones de dólares invertidos en Perú por capitales provenientes de Chile, éstos están aquí no por fines humanitarios sino por las mejores tasas de rentabilidad que las vigentes en el sur. Sin embargo, no existe contraparte de inversiones peruanas en Chile que no superan los 100 millones, básicamente en las actividades de servicios como la "cocina peruana", joyería fina y confecciones de alpaca. Evidentemente esta no es culpa de los chilenos sino de la débil propensión capitalista de nuestros empresarios a la inversión, las distintas regulaciones para las inversiones vigentes, las limitaciones fitosanitarias etc. Así recuerdo que hacia fines de los noventa el grupo Romero con el Banco de Crédito quiso penetrar en el mercado financiero chileno y encontró las limitaciones del ente Supervisor en el sentido que el mercado estaba saturado, y solamente podía asegurar su participación con la compra de acciones de un banco ya operativo o asociándose a un grupo financiero. Esta es una manera inteligente de proteger el mercado interno y evidentemente el ahorro, pues todos sabemos que un banco al levantar capitales del público usa el ahorro del país. A ello debía agregarse la naturaleza poco conveniente de capitales provenientes del Perú. Cuestión distinta es en nuestro país, donde existe la más absoluta "libertad del mercado", que en verdad solamente existe en los textos de los economistas neoclásicos tipo Jevons o Walras, donde cualquier inversionista puede crear un banco siempre y cuando tenga los capitales suficientes. De allí, la fuerte presencia de capitales extranjeros en la banca que operan en el Perú, que aprovechan el diferencial (spread) entre las tasas activas anuales: más de 21 % en dólares en créditos de consumo, 10% en créditos comerciales frente a las tasas pasivas de un poco más de 1.35 %. Por ello, aunque parezca contradictorio en épocas de crisis el que más gana es el sector financiero. En el caso del sector eléctrico, la presencia de capitales chilenos por los testimonios como los que presentaremos más adelante, requieren una mayor regulación de parte del organismo como Osinergmin, sobre todo para analizar su estructura de costos. Evidentemente las decisiones de los gerentes regionales de nacionalidad chilena de Endesa tiene su importancia, de allí el interés por conocer ¿cuánto es lo que se remesa por utilidades a Chile, a los nuevos accionistas de Italia, por el comportamiento de Edegel, Edelnor, Eléctrica de Piura, que conforman el núcleo duro de Endesa en el Perú, al margen de las empresas de servicios como CAM y otras? Se supone que el Osinergmin debiera conocer la rentabilidad de las diversas unidades eléctricas de generación hídricas y que utilizan el gas natural en especial, el gas barato de Camisea, y que remesan hacia Chile ganancias que debieran ser reinvertidas para la ampliación de la capacidad de potencia en nuestro país. Así, en el comentario se afirma con conocimiento de causa que: "debes saber que esta (Endesa) es manejada netamente por chilenos en Latinoamérica y aunque desde el Perú obtengan los mejores beneficios en la región, como dice el dicho "el que parte y reparte se queda con la mejor parte", es así como en Chile pueden financiar (con dinero ganado en Perú) proyectos grandes en generación y distribución". Evidentemente por razones de seguridad este anónimo que llegó a mi página web deseo compartirlo con mis lectores pues es una muestra de las "malas prácticas de algunas empresas" como Endesa de Italia y sus gerentes chilenos que abusan de su posición de mercado y también claro está de los trabajadores. (MANCO ZACONETTI, JORGE (INVESTIGADOR UNMSM Y CONSULTOR) |