Así como el reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI), conocido como artículo IV para Chile, ratificó el buen momento económico por el que atraviesa el país, también relevó cuatro puntos ciegos que -de ser su desenlace negativo- perjudicarían la trayectoria de la actividad nacional, incluso llevándola a un crecimiento por debajo del 4% el próximo año. Todo depende del camino que tomen las crisis que envuelven a Europa y a Estados Unidos porque, de agudizarse, la caída de los commodities, el diferencial de tasas, el tipo de cambio y la baja de las exportaciones, formarían un cóctel poco auspicioso para el país. Por ello, los economistas Tomás Izquierdo (Gemines), Gonzalo Sanhueza (Econsult), y Hermann González (Zahler & Co.), aterrizan los posibles escenarios abriendo, a su vez, nuevas probabilidades. Por Marta Sánchez Leiva
Hermann González
Economista de Zahler & Co.
"Hay que mejorar la transparencia de las cifras, especialmente, en casos como la educación, su financiamiento y cómo ellos afectarán el cumplimiento de los objetivos fiscales".
Tomás Izquierdo
Economista y socio de Gemines
"Después de tener un plan claro en educación, no hay que descartar una reforma tributaria que permita tener un esquema más limpio, más amigable e ir hacia una tasa más plana".
Gonzalo Sanhueza
Economista y socio de Econsult
"La discusión política hoy en el país es aumentar los impuestos. Entonces, el ambiente político está muy complicado como para pensar que vamos a tener un ajuste fiscal".
Una agudización de la crisis externa ¿bajaría la estimación de 5% de crecimiento para 2012?
G. Sanhueza: "El crecimiento para la economía chilena entre 5% y 5,5% para 2012 son con un incremento de la economía mundial en torno a 4%. Pero si ésta se agudiza expandiéndose sólo 3%, la economía chilena se acercará al 4%. Hoy el riesgo más grande es Europa y lo que la historia nos ha enseñado es que la economía chilena no se desaclopa de lo que pase afuera. Es que nosotros exportamos un 40% de la producción, un tercio de la inversión en Chile es extranjera directa y más del 50% de la banca es extranjera".
T. Izquierdo: "Si la agudización del problema afuera es que seguiremos con mucho ruido en los mercados financieros, porque los números de actividad se mantienen muy bajos y en torno al 0% para EEUU y para Europa y ésta sigue empantanada en sus problemas políticos y fiscales, la economía chilena puede crecer perfectamente un 5%. Porque, además, tenemos una inercia del crecimiento este año que no es menor y se echó a andar ya con toda claridad el sector construcción que entra en ciclos que no duran menos de dos años y que en forma indirecta, tiene un efecto multiplicador enorme. Ahora, en el evento que se cae en una recesión en Europa y EEUU sí habrá contagio, principalmente, por el lado de una caída de los precios de los commodities. Por tanto, los dos termómetros que observaría son el precio del cobre y el tipo de cambio".
H. González: "Estamos trabajando con tres escenarios. El primero, y es el central con un probabilidad cercana a 50%, es que la situación actual no empeora, por lo que Chile crecería 5%. El segundo, con una probabilidad de ocurrencia de 30%, es que se agudiza la situación de las economías desarrolladas, que podrían tener una recesión breve, pero nuevamente, el desacople de las emergentes permitiría contrarrestar en parte esta desaceleración. Así creceríamos más cerca de 4%. Y el tercer escenario, con un 20% de posibilidades de ocurrencia, es que el escenario se agudiza similar al de 2008-2009 y, en cuyo caso, no se podría descartar incluso una caída del PIB de Chile.
¿El gobierno debería colocarse metas fiscales de mediano plazo más ambiciosas?
T. Izquierdo: "El gobierno se colocó una meta bastante poco ambiciosa que es llegar a un déficit de 1% al final de su mandato. Es que, por lo menos, podría fijarse un superávit de 1% o equilibrio al final del mandato, lo que es consistente con ingresos que siguen siendo mayores a los que se esperaba por el precio del cobre y un crecimiento más alto. Pero, hasta ahora, y siendo bien justos, este gobierno ha subejecutado el presupuesto con una política fiscal muy conservadora y colaboradora. Ello, ha permitido que juegue un buen rol contracíclico, porque el gasto público ha sido débil el primer semestre, mientras el privado ha ido como avión. Pero con esta presión social y política que existe, si el gobierno dice que será más restrictivo en el gasto social se gana enemigos gratuitamente".
H. González: "No nos parece necesario en este momento establecer metas fiscales más ambiciosas. Actualmente, los riesgos del escenario internacional podrían hacer necesario hacer uso de recursos extraordinarios tal como se hizo en 2008 y 2009. Además, la fuerte presión social interna que existe por recursos del Estado, hace difícil pensar en la posibilidad de una política fiscal más austera. Nos parece que la situación fiscal de la economía chilena es sólida, sin embargo, creemos que hay espacio para mejorar en la transparencia de las cifras".
G. Sanhueza: "La economía chilena entre 2006 y 2011 aumentó apróximadamente 5% el tamaño del gasto público en relación al PIB y la meta del gobierno no es muy ambiciosa en términos de recién llegar el 2014 con déficit de 1%, en circunstancias que tenemos un precio del cobre sobre los
US$ 4. Por lo tanto, debería haber un mayor esfuerzo fiscal, pero las presiones sociales y las respuestas políticas van más bien en el otro sentido. Aunque, desde el punto de vista macro el país debería tener un ajuste fiscal. Esto, porque la expansión del sector público va contra el desarrollo de los privados y el mecanismo de ajuste es el tipo de cambio".
¿Está más cerca la posibilidad de que en Chile se forme una burbuja de precios?
H. González: "No vemos hoy un riesgo inminente en el caso particular de Chile, lo que sí vemos es un riesgo global de creación de burbujas en mercados emergentes que podría afectar a nuestro país en los próximos trimestres. Este riesgo se origina en el enorme aumento de la liquidez internacional que han implementado los países desarrollados para hacer frente a la gran recesión de 2008-2009. Esos recursos en busca de alternativas de inversión más rentables migran hacia países emergentes, creando el riesgo de burbujas de precios de activos. Creemos que este es uno de los principales riesgos que enfrentan las economías emergentes y debe ser monitoreado con especial atención".
G. Sanhueza: "Lo que podemos tener es un carry trade que, efectivamente, se traduce en un aumento de los flujos de capitales de corto plazo y que aprecian la moneda local, porque se vienen a invertir a tasa de interés más altas. Pero, generalmente, esos fenómenos de carry trade ocurren cuando hay estabilidad financiera y estamos en un mundo que hay mucha volatilidad que seguirá hacia fines de año, y mientras eso ocurra creo que los riesgos son bastante más acotados por los próximos meses".
T. Izquierdo: "Por ahora no veo ningún síntoma. El aumento de los activos de los precios inmobiliarios tienen una razón bastante coyuntural, lógica y se veía venir: la partida de los proyectos de inversión fue súper rezagada. Desde mediados del año pasado estaban dadas las condiciones para invertir, porque la demanda comenzaba a mostrar signos de recuperación, pero la sensación que había era de mucho temor, de cautela y, por ello, los permisos de edificación comenzaron recién este año a recuperarse. Eso significa que hoy la oferta de departamentos nuevos es un 25% inferior a la que había previo a la crisis, la oferta de casas es un 40% inferior y eso está enfrentando una demanda que explotó. O sea, tenemos una demanda a todo dar y una oferta súper restrictiva, por tanto, el ajuste de corto plazo ahí es precio. Pero, leer eso como una burbuja, parecido a lo que se ha visto en otros lados, por ahora, no hay ningún antecedente de ese tipo".
¿Se ve cercano un recalentamiento de la economía?
T. Izquierdo: "Es totalmente cierto que el margen que tiene la economía para seguir creciendo sin recalentarse ha disminuido. Hoy tenemos pleno empleo y, problamente, con una capacidad ociosa tendiente a cero. Entonces, para adelante la economía puede crecer un 5% que es un potencial, sin que ello genere presiones inflacionarias. En ese sentido, el Banco Central ha tenido un escenario maravilloso porque se cayeron los precios afuera; el tipo de cambio acá, a pesar de la intervención volvió a caer; las presiones inflacionarias tendieron a disiparse; y la economía solita se está desacelerando hacia un ritmo sostenible y no inflacionario".
G. Sanhueza: "Lo que estamos viendo es que la economía va en una trayectoria de desaceleración y convergiendo al producto potencial. Entonces, la economía está ahora en una trayectoria de crecimiento cercana al 5,5% y debería ir convergiendo al 5%. Por tanto, los riesgos de sobrecalentamiento de la economía son bajos, incluso se refleja en que no hay presiones salariales importantes y la inflación subyacente está baja. De hecho, la evidencia está mostrando que el Banco Central se apuró mucho en el proceso de aumento de tasas de interés. Se asustaron con el desanclaje de las expectativas de inflación en el primer trimestre, aunque era obvio que en un escenario de recesión de la economía mundial eran pocas la probabilidades de que fuéramos a tener un alza de la inflación".
H. González: "La economía ha copado sus holguras de capacidad. En ese contexto, tasas de crecimiento por sobre el potencial estimado en 5% podrían llevar a un sobrecalentamiento y a presiones inflacionarias. Sin embargo, creemos que en el escenario más optimista, el PIB crecerá en torno a su potencial en los próximos seis trimestres, lo que significa que vemos poco probable un sobrecalentamiento de la economía. Hace uno o dos meses el riesgo de sobrecalentamiento era mayor, pero el fuerte ajuste a la baja que hemos visto recientemente en el contexto externo, hace que hoy sea menos factible ese escenario