MUJERES-COREA DEL SUR:
Ley de (in)seguridad laboral
Por Ahn Mi-Young
SEÚL, ago (IPS) - Una nueva ley para garantizar la seguridad laboral de los trabajadores de medio tiempo dejó a miles de mujeres en la calle y desató varios conflictos graves en Corea del Sur.
Las manifestaciones y enfrentamientos eran lo último que esperaba Eland, una empresa que se hizo conocida por su política favorable a emplear mujeres. La compañía pasó de tener sólo una tienda en 1980 a una cadena con 28.000 millones de dólares de ingresos y miles de empleadas.
En un país donde las mujeres aún tienen pocas posibilidades de conseguir trabajo, Eland se destacó por su capacidad de innovación y su ética en la materia. La compañía ofrecía empleos de medio tiempo como cajeras o vendedoras a las interesadas en incorporarse al mercado laboral.
Pero su imagen se hizo añicos el 30 de julio cuando una de sus grandes tiendas se volvió escenario de enfrentamientos entre la policía antidisturbios y 197 trabajadores, en su mayoría mujeres, que ocupaban el lugar de trabajo desde hacía dos semanas.
Las consecuencias del conflicto exceden las pérdidas monetarias de la empresa. Lo sucedido mancha la reputación de Eland, que en la década de los 90 figuró entre las 10 compañías en las que más les hubiera gustado trabajar a las mujeres, según varias encuestas.
El presidente del grupo Eland, Park Song-Su, antes considerado como uno de los empresarios ejemplares de Seúl y uno de los donantes más generosos, ahora casi desapareció de los ámbitos públicos. Los elogios que recibieran la empresa y su presidente se han silenciado o se han convertido en críticas.
El cambio de opinión no fue repentino.
Desde fines de la década de los 90, los trabajadores de Eland se quejaban de sus empleos medio tiempo en condiciones de explotación.
"Terminé haciendo horas extras para obtener la mitad o una tercera parte de lo que suelen ganar mis amigos en otras empresas", relató Kim Ji-Yon, empleada de Eland.
"Al menos tenía un trabajo", añadió.
La nueva norma laboral, que entró en vigencia el 1 de julio, establece que los empleadores pasen a los trabajadores de medio tiempo con más de dos años de antigüedad a un régimen de tiempo completo y los inscriban en sus planillas de pago.
La nueva norma favoreció a muchos trabajadores, pero perjudicó a muchos más.
Varias compañías como Homeplus, de Samsung-Tesco, una empresa de riesgo compartido de Samsung y la británica Tesco, decidieron mejorar la condición de sus 2.600 cajeros y vendedores de medio tiempo.
"Cuando recibí la comunicación de la empresa diciendo que ahora pertenecía al personal regular no lo podía creer", relató Kang Hyun-Ja, de 35 años, quien trabajó los últimos cinco en Homeplus como cajera de medio tiempo.
Su sueldo será menor que el de los empleados que ya estaban regularizados, pero recibirá el mismo trato en lo que respecta a prestaciones de seguridad social y beneficios de becas escolares para sus hijos.
"Lo que más me gustó del cambio fue que ya no iba a sufrir la angustia de tener que renovar el contrato año a año", añadió Kang.
Pero otros se quedaron sin empleo. Muchos empleadores decidieron prescindir de sus trabajadores de medio tiempo antes de que cumplieran el plazo de dos años y reemplazarlos con mano de obra más barata y trabajadores zafrales.
Cuarenta por ciento de las 198 empresas consultadas decidieron terminar los contratos de medio tiempo, según una encuesta realizada el 19 de julio por el periódico Hankyoreh y el portal JobKorea.
Sólo 27,2 por ciento de las compañías estaban en condiciones de incorporar a sus empleados de medio tiempo, señaló el estudio.
Algunos empresarios incluso consideran reubicar sus fábricas en Camboya o Vietnam ante el aumento de los costos laborales.
"La nueva ley sólo aumenta nuestros gastos", sostuvo un ejecutivo de una compañía que fabrica componentes para auriculares en la oriental ciudad de Incheon.
La norma motivó varios despidos masivos.
Eland fue un caso típico de falsa disyuntiva: ¿Dónde debemos trazar la línea entre el reclamo de estabilidad laboral de los trabajadores y el derecho de las empresas a prescindir del exceso de empleados por problemas financieros?
La respuesta fue clara. Ya pasaron casi dos meses desde que los trabajadores de Eland comenzaron su protesta contra los despidos masivos y la tercerización a gran escala.
Unas 3.000 personas participaron en piquetes en varias zonas del país, con apoyo de la federación sindical KFSU de los trabajadores de servicios, y la confederación KCTU.
La ley es considerada responsable directa de la crisis de Eland.
"La nueva ley fue aprobada sin considerar las posibilidades de los empleadores", indicó Shin Gwang-Young, profesor de la Universidad de Joongang.
El problema muestra su peor rostro en las disputas entre trabajadores y empleadores, las peores desde la crisis financiera asiática de 1997, cuando las grandes compañías coreanas despidieron a sus empleados y los reemplazaron mediante contratos temporales y peores salarios.
En un país donde los trabajadores de medio tiempo representan 60 por ciento de la fuerza laboral y las mujeres constituyen 70 por ciento de quienes tienen empleos precarios, éstas han sido las más perjudicadas por las consecuencias de la nueva ley laboral
Hay 5,1 millones de trabajadores de medio tiempo en Corea del Sur, según las estadísticas. La mayoría ganan unos 1.000 dólares al mes, mientras los de tiempo completo reciben salarios de 3.000 dólares en las ciudades.
Mil dólares pueden parecer bastante en otros países asiáticos, pero en Seúl, una de las ciudades más caras de la región, es una magra suma.
La población ha tomado partido por los trabajadores.
Cincuenta por ciento de los 700 adultos consultados por la encuestadora Hangil Research, entre el 24 y 25 de julio, responsabilizaron al gobierno por el conflicto en Eland, y 27,2 por ciento culparon a la gerencia de la empresa.
Sólo 13,1 por ciento de los entrevistados consideraron que los trabajadores eran los responsables del conflicto por haber realizado reclamos.
Por otra parte, está el aspecto administrativo y legal del asunto.
Miembros de la Cámara de Comercio de Corea del Sur señalaron que el despido de trabajadores debe ser una decisión meramente empresarial.
Las consecuencias negativas del conflicto terminarán por perjudicar tanto a empleadores como a trabajadores, según varios observadores independientes.
"Tengo a los trabajadores en mi corazón, pero a la gerencia de Eland en mi mente", señaló un veterano pastor de una gran iglesia de Seúl.
(FIN/2007)
Rodrigo González Fernández
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