Por Jorge Isla
Acciones "inmediatas" para el tipo de cambio
Con los precios internacionales en alza, ¿perdió fuerza la demanda por potenciar el tipo de cambio?
-Barros: Para todos nosotros, el tipo de cambio es "sangre a la vena", independiente de si los precios están buenos, como es el caso de la industria salmonera que ha aumentando en forma sistemática precio y el volumen tras la crisis del 2000. Hace dos años, todo el mundo decía que el precio de equilibrio del cobre era US$ 1,5, hoy estamos muy lejos y estamos viendo que el auge del cobre es mucho más permanente.
-Ariztía: Hay lecturas que dan para cualquier cosa, pero lo verdadero es que crecimos 15% en volumen en los últimos doce meses y subimos el precio promedio. Y esta industria es muy diversa, desde empresas con grandes espaldas a decenas de pequeñas viñas 100% exportadoras en las que una caída del dólar impacta uno a uno en los ingresos. Ojalá el ministro Velasco se mantenga firme y no ceda a las presiones, porque el día que traigan reservas del exterior para satisfacer demandas como la de los contratistas de Codelco, ese día el tipo de cambio cae bajo los $ 500 como que hay Dios. ¡Por favor, mantengamos la disciplina!
-Ochagavía: El dólar sigue siendo clave en nuestro sector, que esta temporada se encuentra en el límite por los bajos retornos. Pero llega un momento en que percibes que el precio del cobre es más permanente y sin las medidas adoptadas, el tipo de cambio estaría aún más bajo.
-Fedefruta y la Asociación de Exportadores iniciaron una ofensiva por medidas más profundas para estabilizar el dólar. ¿Lo ven necesario?
-Ariztía: Se puede hacer más, pero seguir pidiendo en la línea del tipo de cambio es ya casi desprestigiado. Hay otras áreas donde se pueden conseguir mejores resultados, como son las reservas en el exterior, disciplina fiscal o límite de inversión de las AFP.
-Ochagavía: Cada gremio está en su derecho de plantear los temas que le interesan. El punto es qué tanta fuerza tienes para modificar esta variable. Se ha avanzado, pero la velocidad de las medidas ha sido lenta y una herramienta a la mano es la ampliación de los límites de inversión de las AFP, que debería hacerse más rápido.
-Barros: En este tema podrían ser muchísimo más agresivos. Lo están discutiendo ahora, pero, ¿por qué no lo hicieron hace tres años? Hay un tema de oportunidad y podríamos haber pasado unos años mucho mejores si las medidas que se tomaron en 2006 se hubiesen tomado en 2004. Sin embargo, se infligió un sufrimiento innecesario a sectores que lo pasaron pésimo antes de que subieran los precios. Lo mismo con la baja de tasas de interés y el fondo noruego; ¿para qué demoraron tanto? Yo no me lo explico.
Alerta por negociación interempresas
-¿Qué tan importante es el alza en los costos en sus industrias?
-Ariztía: Nuestra industria es intensiva en mano de obra, y los costos laborales y de la energía son novedades que no teníamos hace tres o cuatro años y que hoy son una presión muy importante, ya que han subido drásticamente, y frente a un tipo de cambio relativamente bajo, están atentando en términos de márgenes.
-Ochagavía: En el sector frutero, la mano de obra representa un tercio de los costos productivos. Y en cuanto a la energía, cuando anticipen en un mes el horario de punta, sin duda eso va a subir, todo lo cual hace más difícil llegar con un precio competitivo a mercados como EE.UU. en el cual hacemos frente a un país como México que tiene ventajas como su menor distancia.
-Barros: A esto se suman el alza del costo de los insumos, de los agroquímicos y de los abonos que han subido en forma bestial, con muchos precios que se han disparado al doble o al triple.
-Ustedes representan sectores de punta a nivel mundial. ¿Cómo ven la exigencia por equiparar los ingresos de sus trabajadores a estándares internacionales?
-Ariztía: En el tema laboral, se les ha pasado la mano y las presiones son preocupantes. Hoy no estamos en condiciones de equiparar las condiciones de países desarrollados, no podemos pretender ofrecer el mismo bienestar que el trabajador agrícola holandés o danés; son realidades completamente distintas.
-Barros: En las viñas, si se tienen 100 hectáreas de viñas se emplean 30 o 40 personas por año corrido, y si la ecuación no empieza a resultar, se arranca la viña y se ponen las mismas hectáreas de maíz empleando dos personas, así de simple. En el salmón, para el mismo volumen, los noruegos ocupan del orden de 9 mil trabajadores, mientras nosotros empleamos a 50 mil. Si acaso nos esforzáramos, podríamos hacer lo mismo, pero llevaríamos el desempleo en la X Región de un 5% a un 14%, y en la XI Región de un 4% a un 30%.
-¿Cómo ven la tendencia a instalar negociaciones interempresas?
-Ochagavía: Es absolutamente inconveniente. Cada empresa tiene una realidad particular, debe lidiar con sus variables, y si se están poniendo requisitos laborales parejos, a lo mejor el más eficiente va a sobrevivir, pero no así los pequeños que han logrado crecer en sus nichos. Si estas dinámicas se meten a las realidades productivas individuales, eso lleva a aumentos de costos anormales.
-Barros: Hubo un sector importante en el gobierno que era partidario de este tipo de cosas y la verdad es que fueron por lana y están volviendo trasquilados por el conflicto en Codelco. Ahora le están tomando el gustito a cómo es la fiesta de verdad en su propia casa. El proceso es más sano en la medida que se deje la mayor parte de la negociación del reparto de la torta en el ámbito de la empresa, pero inventar tortas virtuales en que se suman peras con manzanas no tiene ningún sentido. Las empresas más chicas son las más perjudicadas porque tienen menos capacidad de reinventarse y hacer reingeniería.
-Ariztía: El diálogo laboral debe producirse al interior de cada empresa y con la colectivización, las negociaciones se politizan y terminan sin ningún beneficio para una economía competitiva. Enfrentamos una serie de "amenazas"que por sí solas, por separado, no significan un gran problema, pero me preocupa que nos pase lo del cuento de Gulliver, que al dormirse despertó inmovilizado por cientos de pequeños lazos manejados por los enanitos, que -por separado- no eran amenaza para un gigante como él, pero que ante la suma de muchos lo terminaron anulando. Entre el tipo de cambio, la legislación laboral, la energía, etc. etc., se puede armar una combinación que represente un "parelé" a la agroindustria exportadora, y el riesgo es, precisamente, que se nos aparezcan muchos enanitos y nos encuentren dormidos.
Impacto por aumento de precios
-Los alimentos viven un alza general en todo el mundo. ¿Están frente a un boom exportador?
-Ariztía: Estamos viviendo un año mejor que 2006 y las exportaciones están pasando los dos dígitos en vino embotellado, el motor de la industria. Pero bajo ningún punto de vista podemos hablar de boom, es un año bueno en crecimiento, sin embargo no va a pasar a la historia por los buenos resultados de las empresas.
-Ochagavía: Acabamos de terminar la temporada 2006-2007 y tampoco podemos hablar de boom. Si bien hubo un récord en volumen con 164 mil toneladas, el negocio tuvo los retornos más bajos por kilo exportado. Y enfrentamos este nuevo año con una cosecha menor por las heladas, estamos afectados por el dólar, los costos de la energía y la fuerte competencia de México. La palta ya no es el negocio de márgenes fantásticos de hace cuatro años, aunque existe un amplio campo de desarrollo en importantes mercados en el exterior que mantienen un bajo consumo.
-Barros: En 2006 tuvimos un crecimiento récord en precios (25%), pero flojo en volumen (1%). Este año ha sido más pausado en precios (10%) y con envíos mayores en 7% entre enero y mayo, y prevemos un buen ejercicio, aunque los márgenes no van a estar mucho mejores por las alzas importantes en los insumos y mano de obra.
-¿No hay tal cambio de escenario?
-Ariztía: Sí hay cambios importantes, pero no en nuestros sectores -que en su momento fueron los modelos a imitar, pero que hoy están de capa caída- sino en cultivos tradicionales como ciertos granos y la leche, que por años estuvieron apagados y que ahora están mucho más boyantes.
-Barros: Se está rebarajando el naipe en la agricultura. Hoy los "llorones" están en la uva sultanina y los alegres en la leche, y hace cinco años era exactamente lo contrario. Y los biocombustibles generaron una demanda por hectáreas que empieza a competir con los alimentos, y eso se hará más agudo en Chile.
-Alimentos básicos como la leche y el pan están subiendo fuertemente en el país, ¿qué ocurre en sus sectores?
-Ochagavía: En 2006, hubo una cosecha récord, en el supermercado el kilo llegó a $450 en plena temporada, y se consumieron 56 mil toneladas de palta en Chile. Este año, los precios en la época de temporada van a ser más altos producto de la coyuntura.
-Ariztía: A diferencia de los vinos que se compran por marca, en los vinos más baratos vemos un cambio de tendencia importante este año, ya que la fuerte subida en los costos de abastecimiento se va a traducir en un mayor costo para el consumidor.
-Barros: En el control de la inflación, hay un poco de susto y apresuramiento por subir las tasas, cuando es un hecho que el alza de los alimentos es un tema mundial y no un problema que los chilenos estemos provocando porque consumimos más.
Falencias de la imagen-país
-¿Cuál es su visión del objetivo "Chile Potencia Alimentaria" y de la campaña de imagen "Always Surprising"?
-Ariztía: La imagen país es absolutamente clave. Tendemos a creer que Chile es un país conocido, pero la gente que compra en un supermercado en un pueblito en Wisconsin no sabe que existe, así de simple. Como país, hemos firmado muchos tratados de libre comercio, un esfuerzo que hay que celebrar, pero la verdad es que esto no llega al consumidor final, que es el que toma las decisiones de compra. Es cosa de ponerse en el lugar, no con el embajador, sino del consumidor que en el supermercado.
-Barros: Lo que se sabe de Sudamérica es Evo Morales, Chávez, las dictaduras, Macondo, la deuda externa y la siesta. Y ante eso, les decimos "¡oiga!, producimos un vino finísimo, alimentos sanos como la palta y salmones". Esta es una disfunción realmente grande. En el caso de los salmones, allá no dice "Producto de Chile", y cuando se les ha preguntado por qué, responden: "porque no nos agrega nada". ¿Cuánto se demoraron los europeos en decidir que se iban a gastar 150 millones de euros para promocionar el vino europeo? Dos segundos. Y nosotros llevamos años a ver si nos gastamos US$ 10 millones.
-Ochagavía: Partimos de la base de que nadie conocía el origen Chile de las paltas, empezamos a hacer muchas campañas en puntos de ventas donde trabajamos el logo Always Surprising. Pero la imagen-país es algo tan gigantesco que Chile en el consumidor final de paltas es desconocido.
-Esta campaña ha sido criticada... -Ariztía: He escuchado muchas críticas respecto del eslogan, pero es mezquino hacerlo ahora, es lo que hay. Lo que pasa es que no hemos hecho campaña de imagen-país, sólo tenemos el logo y el eslogan.
-Barros: La cosa no va por ahí, tú le puedes poner Chile Always Surprising, o Always Beautiful, o lo que sea, pero la verdad es que para hacer una campaña de imagen-país tienes que gastar pesos en hacer televisión, sin la cual no existe imagen. |