La carrera hacia la Casa Blanca se presenta muy cerrada. Lourdes Heredia, corresponsal de BBC Mundo en Washington, ofrece en este blog detalles únicos de las elecciones primarias, ya en camino. |
Cuando el río suena, agua lleva y ya llevamos muchos días con la especulación sobre si Condoleezza Rice, la secretaria de Estado, sería la fórmula perfecta para el candidato Republicano John McCain.
¿Se sumará Rice a McCain? |
Los analistas dicen que no es extraño que se piense en Rice porque puede "captar" el voto de los demócratas desilusionados.
Suponiendo que gane Barack Obama, se supone que las mujeres votarían por McCain si tuviera a "Condi" como vicepresidenta. Si al contrario gana Hillary, la comunidad afroamericana --dicen-- se irían con los Republicanos.
Sin embargo, creo que se olvidan de un importante factor. Rice está fuertemente ligada con Bush, son grandes amigos y la popularidad del mandatario está por los suelos. Por lo menos 6 de cada 10 estadounidenses dicen que no ha hecho un buen trabajo.
¿Tomará McCain el riesgo de ser percibido por el electorado como la continuidad del gobierno de Bush tomando como vicepresidenta a una de sus principales figuras?
Claro, siempre nos puede sorprender. Aunque la propia funcionaria respondió ayer durante un encuentro con la secretaria de Relaciones Exteriores que no está muy interesada en el puesto. Según dijo ella quiere regresar a la Universidad de Stanford donde fue profesora por varios años.
Mark Penn trabajaba promoviendo la aceptación del TLC con Colombia. |
América Latina parece ausente en la campaña electoral estadounidense, pero cuando sale a relucir, nunca es para algo bueno.
El estratega de la campaña de Hillary Clinton, Mark Penn, estaba involucrado en una compañía que promueve la aceptación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia. Para llevar a cabo ese trabajo de "cabildeo" ganaba muy buen dinero.
El problema es que la candidata a la que asesora, Hilary Clinton, se ha declarado en contra de los TLC. Penn pidió disculpas por lo que llamó un "error de juicio" y tuvo que renunciar.
Vaya tropezón. Pero, como dice un amigo argentino, "los gatos siempre caen parados".
Y es que la empresa de Penn no pierde dinero por lo de Colombia y además se lleva a una muy buena cantidad por el trabajo que ya hizo en la campaña de Clinton (dicen que unos US$20 millones!).
Para la senadora de Nueva York tampoco es tan mala noticia la marcha de su amigo, ya que ahora puede encontrar un chivo expiatorio por los errores de la campaña.
Y, ¿qué pasa con el TLC con Colombia? Ese me temo que no es un gato. Bush, como si fuera una coincidencia, firmó una carta en la que le da al Congreso un plazo de 90 días para que apruebe o rechace el acuerdo.
Si, han leído bien, el Congreso puede rechazarlo. ¿Habrá servido de algo el dinero que gastó el gobierno colombiano en tanto cabildeo? Pronto lo sabremos.
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"Recuerdo que bajamos del avión y un francotirador estaba disparando en una ceremonia de bienvenida que tuvimos al llegar a Bosnia", dijo Hillary Clinton en un acto político para resaltar su experiencia en política internacional.
"Se suponía que tendríamos un recibimiento pero lo único que encontramos fue una lluvia de balas y tuvimos que correr al vehículo para refugiarnos", aseguró la candidata.
Esas palabras ahora le están saliendo caras. Se debería haber quedado callada o exagerar menos, sobretodo cuando sabe que alguien iba a encontrar los videos para comprobar sus declaraciones.
Lo hizo CBS News y la reportera que había acompañado a la ex primera dama en ese viaje, Sharyl Attkisson, quién aseguró que cuando llegaron al aeropuerto no fue recibida con "balas".
Los responsables de la campaña de Clinton han tratado de salir del embrollo diciendo que sí había un tiroteo a lo lejos. A veces no me queda más que sonreír, aunque últimamente hasta he llegado hasta las carcajadas, por ejemplo durante la Semana Santa.
La "bloguera" que sigue el pulso de las elecciones en su blog dedicado a temas hispanos escribió sobre las acusaciones que hizo la campaña de Hillary Clinton ante el apoyo de Bill Richardson a Barack Obama.
Richardson, gobernador de Nuevo México y ex candidato presidencial del Partido Demócrata, estuvo en el gabinete de Bill Clinton, pero además es un "super-delegado", que tienen la llave de la candidatura.
"Le llamaron Judas a Richardson", cuenta la bloguera quién concluye que si de eso se trata entonces Bill Clinton será María Magdalena y a Hillary le tocaría ser Jesús.
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Un apoyo del mundo de las estrellas no es despreciable en una carrera tan cerrada, no sólo cada voto cuenta, sino que cada dólar suma. Si hablamos de números, cómo lo hablamos en otras ocasiones, los fondos recaudados dicen mucho sobre el futuro de un candidato. Es como si fuera una carrera de caballos.
Por ahora, y según la página de internet "opensecrets" (secretos a voces), Obama lleva más dinero recaudado con 138,231,595 dólares. Hillary va detrás, pero muy de cerca, con 134,536,488. El candidato republicano parece que ha juntado menos (53,717,085), pero eso no hay que tomarlo en cuenta, porque ahora que tiene la maquinaria de su partido apoyándolo ese dinero subirá como la espuma. Lo curioso es que todos los números nos hablan de un empate en la cancha demócrata, o de alguien ganando por un margen muy pequeño. Aquí está lo curioso del sistema de delegados.
Creo que ya lo había explicado y si parezco repetitiva, me pueden regañar. Lo que hay que recordar es que cualquiera de ellos necesita 2024 delegados, a menos que cambien las reglas y decidan contar los votos de Michigan y Florida. Por ahora esos dos estados fueron castigados por adelantar sus elecciones y sus delegados no cuentan. Esto está en disputa, así es que hay que tener cuidado.
De todos modos, el número mágico por ahora es 2024 delegados. Hasta ahora los cálculos prematuros dicen que Obama lleva la delantera, pero está por verse lo que harán los "superdelegados" que pueden decidir hasta el último minuto por quién van a votar. El "super voto" corresponde al 39 por ciento de los votos necesarios y son los legisladores, ex gobernantes, ex presidentes y demás estrellas del Partido Demócrata que pueden votar.
Por esta razón me refiero a los "juegos matemáticos" para elegir al candidato oficial. Mucho podemos deliberar, pero creo que es importante recordar que hasta la Convención Nacional del Partido en Denver, Colorado, a finales de Agosto, podríamos estar contando delegados. Lo importante es que sin contar los "super" ni Obama ni Hillary, se pueden coronar como el vencedor.
Jeremiah Wright fue asesor espiritual de Obama durante los últimos 20 años. |
"¡Nunca ha sido llamada nigger, el más grave insulto a un negro en EEUU. Nunca ha sido definida como no-persona!".
Esta frase dirigida hacia Hillary Clinton la hizo Jeremiah Wright, el pastor de Chicago que durante casi dos décadas fue el asesor espiritual de Barack Obama. Esta frase, así como algunas otras, lo han obligado a "dejar" la campaña del senador de Illinois quién tuvo que alejarse rápidamente del pastor.
"Nunca escuche esos sermones en persona", explicó Obama.
El escuchar este nuevo episodio en la guerra entre los demócratas no me sorprende. Ya lo habíamos dicho, ¿se acuerdan?, Clinton y Obama sacaran todos sus trapitos al sol, mientras que el candidato John McCain se fortalece.
El republicano, mientras los demócratas se quedan en EEUU en una encarnizada campaña para el 22 de abril en Pennsylvania, ha incluso viajado a Irak y al Medio Oriente. McCain vendrá también a Londres el miércoles, donde se encontrará con los principales líderes políticos y aprovechará para reunir dinero. Uno de los eventos cuesta 500 libras (unos mil dolares) por cabeza.
Hillary y Obama mientras tanto, siguen juntando dinero, pero no lo ahorrarán para la batalla final el 4 de noviembre. Por ahora, lo importante para ellos es sobrevivir a las primarias y ser elegido como candidato oficial. Ya ni siquiera se atreven a decir que el 22 de abril será el final de la carrera. Gracias al curioso y complicado sistema electoral del Partido Demócrata, les advierto que esta historia va para largo. En la siguiente entrega intentaré explicar el juego matemático, aunque no puedo prometerles que será divertido. siento!
Las elecciones en Pennsylvania serán clave para Clinton. |
Mientras el republicano John McCain se concentrará en juntar fondos y fuerzas para la batalla final del 4 de noviembre, los demócratas intensificarán la lucha fraticida por la nominación de su partido.
Hillary Clinton, tras sus victorias en Texas y Ohio, dejó en claro que no piensa darse por vencida. La campaña de Barack Obama por su parte, se dio cuenta que tiene que defenderse de los ataques de su contrincante si quiere sobrevivir en esta batalla sin cuartel.
Por eso no hay que extrañarnos al ver que se atacan unos a otros, muchas veces utilizando la misma retórica.
El sábado Obama ganó en Wyoming y se espera que el martes obtenga una mayoría en Missipi. Pero aquí lo que importa, por lo menos para Clinton, es lo que pasará el 22 de abril en Pennsylvania, el último estado que cuenta con un gran número de delegados (188).
Por ahora Obama cuenta con 140 delegados más que Clinton, pero ninguno logrará -- a menos que suceda algún milagro -- el número mágico para ganar: 2025 |
Para la ex primera dama, esta estapa podría consolidar su carrera y por ahora las cosas se ven bastante bien para ella. Según las encuestas, va por encima de Obama, y además, lleva mucho más dinero recaudado en Pennsylvania (el senador de Illinois le lleva la ventataja a nivel nacional).
Faltan varias semanas, así es que hay que esperar, pero lo que queda claro es que la competencia es tan cerrada que al final serán los "super delegados" lo que elijan al ganador.
El sistema es bastante complicado, pero trataré de simplificarlo. Hagamos de cuenta que la Convención Nacional del partido, que se celebra este año a finales de agosto en Denver, solía ser el evento donde se oficializaba al candidato elegido democráticamente en las primarias y caucus. Este año, sin embargo, será en esta fiesta donde se elegirá entre Clinton y Obama.
A esta fiesta están invitados los delegados (elegidos por votos) y los "superdelegados". Los últimos tienen poderes especiales y son la "crema y nata del partido", vienen a conformar la familia en la boda. Estos "tíos y tías" son ex gobernadores, ex presidentes (como Bill Clinton), legisladores, etc. Por eso, se sientan en las mejores mesas y conforman nada menos que el 39 por ciento de los puntos necesarios para que un aspirante gane.
En esta "boda", al no haber un claro ganador, dependerá de ellos el resultado. Por ahora Obama cuenta con 140 delegados más que Clinton, pero ninguno logrará -- a menos que suceda algún milagro -- el número mágico para ganar: 2025.
Para llegar a la meta necesitarán el apoyo de los 796 "super" que pueden otorgarle el voto a cualquiera de ellos. Por eso, a pesar de la importancia de estas primarias, no hay que olvidar que los superpoderosos tienen la última palabra.
Muchos achacan su éxito a la campaña negativa que se llevo a cabo en contra de Obama. |
Hillary revivió y hasta en la cara se le notaba. "Seguiremos hasta el final", prometió.
Una vez más, este proceso de primarias nos enseña a no subestimar al electorado. Muchos dicen que el trato injusto que los medios de comunicación le dieron a la candidata hizo reaccionar a sus seguidores.
Otros dicen que mostrar una cara más humana durante el fin de semana fue su arma secreta.
La ex primera dama participó el sábado en el programa "Saturday Night Life", junto a la actriz que la imita en las parodias políticas. Ambas salieron vestidas con el mismo traje y no hubo un libreto a seguir. Asimismo, un día antes de las elecciones clave, le otorgó una entrevista a John Stewart en el "Daily Show". Tampoco hubo libreto y esto le ganó muchos admiradores que vieron por primera vez a una mujer capaz de reírse de si misma.
Pero ahí no termina el debate sobre el "secreto de la resurrección". En los noticieros de las cadenas estadounidenses muchos achacan el éxito de Hillary a la campaña negativa que se llevó a cabo en contra de Obama. Es cierto que su campaña no se escatimó ni una munición para atacar al contrincante.
Aunque yo tampoco descarto las conclusiones de "las lenguas más picantes" que dicen que la mejor estrategia de Hillary fue alejarse de la figura de su marido. ¿Dónde está?, se preguntaban durante el discurso de la candidata donde Bill brilló por su ausencia.
Por supuesto que el éxito también se podría explicar de una manera más positiva, como el trabajo incansable de la senadora que no descansa ni un minuto (sino pregúntenselo a la prensa que la sigue).
La conclusión, de todos modos, es que este martes Hillary logró parar la racha triunfal de Obama. En delegados, el senador le sigue llevando la delantera, ¡pero vaya respiro para sus seguidores!
Aunque esto significa que no habrá ni una tregua en la carrera, la siguiente gran etapa es Pensylvannia (22 de abril), y no hay que descartar que la carrera continúe hasta finales de agosto. ¡Ya veremos!
Los demócratas comienzan a presionar a Hillary para que se salga de la carrera presidencial. |
Susie McCobe entró a las urnas pensando que votaría a Barack Obama, al igual que su esposo. Pero al último minuto cambió de opinión porque no podía dejar de pensar en una estadística que había leído la noche anterior.
"¿Te imaginas que un 11% de los encuestados dijeron que nunca votarían por una mujer para la presidencia? El 6% dijo que nunca votaría por un afroamericano. Y pensé: o sea que hay más discriminación por el hecho de ser mujer!", me comentó esta señora que vive en una pequeña comunidad, en su mayoría republicana.
Susie parece sacada de la serie de televisión Lucy, alta, fuerte y rubia. Dice que ser del partido demócrata en Texas no es fácil.
"Aquí todos son republicanos, imagínate que tengo amigas demócratas y por años nos mantuvimos calladas. Es como si fuera un crimen ser demócrata en este estado, aun cuando George W. Bush haya cometido tantos errores", dice.
Esta noche, cuando vaya a la segunda fase del voto que es la participación en el caucus o asamblea legislativa, tendrá que decirle al esposo que votó por Hillary.
"No quiero ni imaginar su cara", dice con una pícara sonrisa.
La campaña de Hillary intentó en las últimas horas bajar la expectativa y la candidata aseguró que seguirá en la competencia aunque pierdan. Tras once victorias consecutivas de Obama, los demócratas comienzan a presionarla para que se salga de la carrera y termine la lucha fraticida.
Ser mujer no es fácil. Pero en este caso, creo que tomé la buena decisión. Mi objetivo final es que tengamos a un demócrata después de Bush Carol, abogada |
Los analistas temen que mientras Clinton y Obama luchan entre si, los republicanos podrán armar su arsenal para la batalla final, el 4 de noviembre.
Sin embargo, en las calles de Austin y a sus alrededores la realidad es más compleja. Carol, una rica abogada, me comenta en un restaurante que ella votó por Obama porque cree que él puede ganarle a los republicanos.
"Me temo que Hillary divide a la gente. Al igual que tiene admiradores tiene detractores. No hay término medio con ella y es capaz de despertar las peores pasiones", explicó su decisión.
Sin embargo Carol se siente culpable.
"No fue fácil. Por supuesto que me gustaría ver una mujer en la Casa Blanca. Incluso siento pena por ella, sobre todo cuando pienso que le aguantó todo al marido con tal de llegar aquí", señaló.
Se refiere al escándalo de Moninka Lewinsky.
"Ser mujer no es fácil. Pero en este caso, creo que tomé la buena decisión. Mi objetivo final es que tengamos a un demócrata después de Bush", agregó.
Las urnas se abrieron a las 7 a.m y cerrarán a las 7 de la tarde. Pero ahí no termina el proceso ya que en Texas es el único lugar ¡donde se puede votar dos veces!. Los mas interesados participarán a partir de las 7.15 p.m en el caucus, donde pueden votar nuevamente por su candidato y así otorgarle mas delegados. A este proceso le han llamado "two-step", en referencia al paso de baile tradicional de este estado.
No es la primera vez que vengo a Texas por unas elecciones, ya estuve aquí en el 2004. Sin embargo, el ambiente no podría ser más distinto.
Falta saber si Hillary Clinton sobrevivirá el 4 de marzo. |
"Siempre ha sido demócrata y por eso, aunque no me parece correcto que una mujer sea la jefa de las fuerzas armadas, he votado por Hillary", me dijo Larry Bigs, un granjero texano.
Su familia tiene ganado y su nieta acaba de estar en una competencia, algo así como un concurso de belleza para ovejas.
¿Y votaría por Obama?, le preguntó.
"No, nunca votaría por él porque se niega a ponerse un 'pin' (un broche) con la bandera americana en la solapa. No, señora, yo no puedo votar por él", me dice.
No es la única respuesta que me sorprenderá.
Larry, entonces, afirma que prefiere no votar en las generales si Obama gana. Su hija, republicana que votó por Bush dos veces, dice que antes votaría por Hillary que por Obama, lo que comprueba que la excepción hace la regla, ya que según las encuestas los independientes y los republicanos desilusionados votarían por el senador antes que por un Clinton.
Pero si de sondeos se trata..., ¿qué piensan en Texas del presidente con la popularidad más baja de la historia?
Aproveché para preguntar a los republicanos que encontré a mi paso.
"Nadie es perfecto. Yo no me arrepiento de mi voto ni me avergüenzo, al contrario, creo que trabajó duro por nosotros", me dice el vendedor de sombreros.
Se notaba de todos modos que la pregunta lo molestaba, y todos me miraban como diciendo en su mente: "pobre estúpida... todos los periodistas son una peste".
Hunter, un chico que volvería a votar por Bush cien mil veces, ni el precio de la gasolina le asusta.
Me esfuerzo por no juzgar a nadie y seguir preguntando, al fin y al cabo, estoy aquí como un simple testigo y no importa nada lo que sienta o cómo me miren |
Pero, ¿que piensas de Irak?, ¿cuál es la solución?, le pregunto.
"¡Que los bombardeen a todos...!, o, ¿que?, ¿quieres otro 11 de septiembre?", responde.
No puedo seguir la conversación. Pienso en los niños y en las mujeres que han muerto y siguen muriendo en Irak. Me doy cuenta que para Hunter yo soy una periodista viciada, subjetiva, liberal y completamente de izquierda. Vamos, a quién se le ocurre pensar en los iraquíes, ¡¿no?!
Continúo mi paseo por la feria. Me esfuerzo por no juzgar a nadie y seguir preguntando, al fin y al cabo, estoy aquí como un simple testigo y no importa nada lo que sienta o cómo me miren. De repente me encuentro con una pareja de cowboys gay.
Yo creía que sólo existían en las películas, bromeo con ellos.
La verdad es que parecen actores, guapos, altos y musculosos. Unos reverendos "bombones".
Sus familias son republicanas, me explican, pero ellos van a votar por el partido demócrata, aunque no en las primarias porque esperarán a que haya un candidato oficial.
"Cualquiera que gane la tendrá díficil, ya verás como cuando se acerquen las elecciones la gasolina bajará de precio y la gente votará por McCain porque es la apuesta más segura", me dice uno.
El otro no está de acuerdo: "Yo creo que la gente querrá un cambio".
Yo pienso que falta mucho para noviembre y por ahora lo que quiero primero es saber si Clinton sobrevivirá el 4 de marzo.
Pedro, un mexicano que intenta salir adelante como puede, me confesó que no quiere votar por Barack Obama porque los afroamericanos lo han tratado muy mal.
"Qué le voy a decir señorita. Cuando llegué aquí, me trataron como trapo. Ni los bolillos (como le dicen a los estadounidenses blancos) fueron tan abusivos", me dijo seriamente.
¿Se acabó la cordialidad? |
No es el primero que me lo dice y, aunque todos aseguran que Obama es un buen tipo, dicen que prefieren malo conocido que bueno por conocer.
"Por lo menos con Hillary sabemos a lo que las cosas no pueden ir tan mal como ahora. Tiene a Bill, no?", me dice Rosa, que vende verduras en el mercado.
Este tipo de comentarios los compartí con un miembro de la campaña de Obama y me dice sinceramente que la gente cambia de opinión una vez que conocen la historia del senador.
Sin embargo, cada uno tiene su "mochila" de experiencias y contra eso es díficil luchar. Yo por eso prefiero esperar los resultados del 4 de marzo y, cuando me preguntan los editores si Hillary conseguirá nuevamente el apoyo de los latinosu respondo: "Ambas campañas están haciendo todo lo que pueden para ganar votos, vamos a esperar¿".
Y es que la gente cambia de opinión. Hace 4 años cuando vine a Texas, me sorprendió la "Bushmania" en las calles. En Washington D.C., donde la mayoría de la población vota por el partido demócrata, la impopularidad del presidente ya era evidente desde entonces, pero aquí en Dallas no había nadie que cuestionara las políticas de la Casa Blanca y la mayoría de los entrevistados defendían a capa y espada la guerra en Irak.
Ahora, si te ví, ¡ni me acuerdo! Resulta que el enemigo público número uno es Bush. De orgullo estatal, se ha convertido en una vergüenza.
"No me importa quién gane, pero lo que quiero es que los republicanos pierdan", dice seriamente Bill Smith, que viene al mercado por sus frutas frescas todas las semanas.
Pero, ¿qué le parece John McCain? ¿No se acuerda que él perdió frente a Bush para la nominación de su partido tras una sucia campaña que le jugaron en Carolina del Sur?, le pregunto.
"No importa. Necesitamos un cambio, mire como va la economía, mire los millones gastados en la guerra y nosotros aquí sufriendo", me respondió.
Pagan justos por pecadores, no cabe duda.
La posición de Hillary Clinton, quin lideró por tanto tiempo las encuestas, no debe ser fácil y se le nota. "¿Por qué siempre me preguntan a mi primero?", se quejó ante los moderadores del debate ayer. Tiene razón, las preguntas más duras le tocaron a ella.
Ambos se quejaron de la guerra sucia, lo malo es que al final eso sólo debilitará las oportunidades del Partido Demócrata de ganar la Casa Blanca en noviembre |
Lo dijo con tanto enfado que su frase siguiente sobre "con gusto les respondo" sonó falso.
Lo que no entiendo, como tampoco comprende mi amigo Andrew, es la razón por la que la senadora cambia de estrategia, del amor al ataque a la conciliación, en lugar de mantenerse fuerte y decirle a los electores que son ellos los que tienen la última palabra y no los medios de comunicación.
Ahora falta poco para Texas, Ohio, Rhode Island y Vermont. En estos días todo puede pasar, pero las encuestas indican que la ventaja que le llevaba a Obama se ha evaporado. Si no obtiene una buena victoria en los estados más grandes, la senadora sabe que está pérdida. Quizá decida seguir hasta Pennsylvania, que tiene su primaria en abril, pero su camino será cada vez más doloroso.
Ambos se quejaron de la guerra sucia, lo malo es que al final eso sólo debilitará las oportunidades del Partido Demócrata de ganar la Casa Blanca en noviembre.
La senadora dijo que no sabía nada sobre la foto de Obama en la que aparece vestido con un traje tradicional somalí y un turbante. Una imagen dice mil palabras y la campaña del senador tiene razón en temer que la foto refuerce los comentarios sobre su religión. Obama no es musulmán, pero si uno escucha a los comentaristas conservadores, uno termina por creer que lo es.
Mónica, una lectora, dijo al principio del proceso electoral que ella quiere que gane Hillary porque los hombres no han hecho muy buen trabajo en el gobierno y es hora de darle la oportunidad a una mujer.
Curiosamente, el problema de Hillary ha sido precisamente un hombre: Bill Clinton. Gracias a ser la ex primera dama, Clinton llevaba la ventaja en reconocimiento de nombre. En California, la nostalgia del gobierno de su esposo la ayudó para ganar el voto latino, pero todo tiene un precio.
"El problema es que quieres que se te reconozcan los logros del gobierno de Bill, pero no los errores y eso no es posible", le dijo Obama durante el debate.
No es el primero que lo dice.
Pero la ola de Obama parece casi imparable. |
Hillary Clinton, por lo que mostró el lunes en Washington, está dispuesta a sacar los guantes y Barack Obama no podrá quedarse con los brazos cruzados.
Ya no escucharemos "estoy honrada de compartir la tribuna con Obama", y tampoco veremos al senador de IIlinois secretéandole al oído de su rival.
Por cierto, ¿no se mueren de la curiosidad de saber qué fue lo que le dijo? Mi imaginación es portentosa, pero estoy segura que ustedes pueden ganarme fácilmente.
Tal como dieron el paso del odio al amor, ahora regresarán a su rivalidad sin importar mucho el efecto que esto pueda tener en noviembre, cuando los demócratas -gane quien gane- se enfrenten al candidato republicano.
Tengo mucha curiosidad por ver los gestos y el intercambio de ataques, a pesar de que comienzan a cansarme un poco.
"Sacaron una foto que puede ser malinterpretada", se quejan los seguidores de Obama.
En esa dichosa foto, que fue publicada por el Drudge Report y no por la campaña Clinton, aparece el senador vestido de túnica y turbante.
Fue tomada durante un viaje a Africa, pero la imagen -temen sus seguidores- podría aumentar la confusión de algunos electores que han recibido mensajes electrónicos donde dicen que Obama es musulman.
La competencia ha llegado incluso a los niveles musicales. Hillary tiene una nueva canción, que sacaron el lunes, para el público latino, mientras que los amigos de Obama le sacaron un mariachi que le canta al candidato. |
Mientras que la campaña de Hillary se queja de correos electrónicos que mandaron del lado rival sobre su apoyo hacia el NAFTA, el tratado de Libre Comercio con México y Canadá.
"No tienes vergüenza", le dijo a Obama la candidata al retarlo al debate.
La más desesperada por ganar, hay que decirlo, es Hillary, pero ambos están tratando de obtener votos.
La competencia ha llegado incluso a los niveles musicales. Hillary tiene una nueva canción, que sacaron el lunes, para el público latino, mientras que los amigos de Obama le sacaron un mariachi que le canta al candidato.
Ambas versiones se pueden ver en internet y realmente se las recomiendo, aunque tan sólo espero que la desesperación no haga cantar a ninguno de ellos esta noche durante el debate.
La retirada de Romney significa una pesadilla para los demócratas... y los republicanos. |
¿Tendremos una sorpresa como la de New Hampshire cuando ya se había dada por acabada la campaña de Hillary? ¿Logrará el muro de contención en Texas y Ohio parar la ola?
No lo sabemos, pero las encuestas nuevamente son tan cerradas que es díficil predecir el resultado. En ambos estados, la ex primera dama atrae a las mujeres, al voto latino, así como a las clases menos privilegiadas. Obama, dicen los sondeos, es favorito para los independientes, las clases más educadas y la comunidad afroamericana.
La senadora lo sabe: todo depende de Texas y Ohio ... |
Faltan pocos días, pero mientras continúa la campaña, observo con ansiedad el 4 de marzo. Quisiera tener una máquina del tiempo, aunque tendré que esperar al igual que todos. La próxima semana, estaré viajando a Texas, que es el estado más importante que queda en la carrera presidencial con 228 delegados y 35 súper delgados. Por lo menos, hará menos frio que en Washington DC.
Por el lado republicano, Bush padre ya "recomendó" a John Mc Cain que lleva la clara delantera en delegados. Mientras leo el artículo en el New York Times sobre Vicki Iseman, una lobbista (o gestora de grupos de intereses) quién supuestamente tuvo una relación amorosa con el senador de Arizona, no me queda claro las consecuencias reales que tendrá este rumor en el futuro.
Imagino que aquellos que no lo quieren lo utilizarán como una prueba más de su desprecio. Para sus seguidores, el diario exageró todo. Y para los demócratas será una buena "bala" que podrán utilizar en el futuro.
Estar en un salón a reventar de gente con Barack Obama es toda una experiencia. |
Curiosamente para los conservadores este panorama también es como un mal sueño.
John McCain, quien será seguramente el elegido porque tiene más delegados, es odiado por el ala más radical de la derecha. Así que para ellos el que Romney se haya ido tampoco es una buena noticia.
Sigue en la contienda Mike Huckabee, el pastor bautista que ha conquistado a miles de lectores con sus bromas y su música rock católica. Quizás, si él queda como vicepresidente, sea una compensación para aquellos que no soportan a McCain.
Cuando estuve en la sala atestada de republicanos en la que se dio a conocer los nuevos detalles de la campaña pude constatar que no les gusta McCain¿ pero su odio por Hillary sobrepasa cualquier barrera.
Veo esta propaganda y pienso que si McCain no logra motivar a la base republicana, por lo menos el odio hacia Hillary lo hará |
Veo esta propaganda y pienso que si McCain no logra motivar a la base republicana, por lo menos el odio hacia Hillary lo hará.
Ahora si los dejo. Nos vemos la próxima semana. Mientras esté ausente se celebrarán las primarias del Potomac (Virginia, Maryland y Washington DC). Los rumores señalan a Obama como el ganador en la contienda con Hillary Clinton.
Pero falta mucho camino por recorrer y no hay que olvidar que estas elecciones están llenas de sorpresas. ¿Quién hubiera dicho en el verano boreal -cuando la campaña de McCain casi quiebra- que el senador de Arizona se convertiría en el candidato presidencial de los republicanos?
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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