Por Denisse Vásquez H.
La economía chilena no partirá de la mejor forma este 2016. Y es que las cifras sectoriales correspondientes a enero revelaron una contracción en la producción minera e industrial durante el primer mes del año, que tuvo un día hábil menos y un domingo adicional en relación a enero de 2015.
De acuerdo a los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Producción Industrial (IPI) disminuyó 8,3% en doce meses, a raíz de la fuerte baja registrada en minería (12,6%) asociada a la menor producción de cobre, que cayó 13,8% anual.
La manufactura también tuvo una incidencia negativa, ya que registró una disminución de 4,6% arrastrada por la caída en la producción de algunos metales y alimentos. Dentro del IPI, solo la división de electricidad, gas y agua logró una leve incremento anual de 0,3%, impulsado por la distribución de agua potable.
Por otra parte, el domingo adicional potenció la actividad del comercio, especialmente a la actividad minorista, que creció 3,4% en el mes, mientras que las ventas en supermercados aumentaron 2,2%, gracias al crecimiento de 12,2% que registraron las ventas de bienes durables.
Se deterioran las cifras
Los datos entregados por el INE estuvieron por debajo de lo esperado por el mercado, por lo que varias entidades recortaron sus estimaciones para el primer Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) del año.
Antes de conocerse las cifras, el mercado esperaba un Imacec entre -0,25% y 1% para enero. Ahora, la proyección se inclinó a un resultado negativo, con un promedio de -0,7%. Si se cumplen los pronósticos, el Imacec de enero se transformaría en la primera caída mensual de la actividad desde octubre de 2009, cuando se contrajo 0,2%.
"Sería el resultado más flojo del año, pero esto no es del todo seguro, dado que podría haber eventos que dieran lugar a números puntualmente inferiores", dijo el economista de Scotiabank Chile, Benjamín Sierra, quien redujo su proyección para el Imacec de enero de 0,7% a 0,3%.
Santander también corrigió su pronóstico, desde un nulo crecimiento a una caída de 1,1%. En Credicorp Capital alertaron que podrían disminuir su estimación para la actividad de este año, actualmente en 2,2% "si el Imacec de enero confirma la debilidad en la actividad económica". Su proyección apunta a una expansión de 0,2%.
"Este mal comienzo del año le pone una presión muy fuerte a las perspectivas de crecimiento para el trimestre y el año, ya que será muy difícil remontar, sobre todo si hay un deterioro adicional de expectativas", dijo Alejandro Fernández, de Gemines.
DESEMPLEO SE MANTIENE ACOTADO EN EL PAÍS GRACIAS A TRABAJOS POR CUENTA PROPIA
A pesar del complejo escenario externo que golpea con fuerza a la economía nacional y que incluso llevó al gobierno a recortar el gasto fiscal, la tasa de desocupación sigue mostrando fortaleza. Según las cifras entregadas por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la tasa de desempleo nacional se situó en 5,8% en el trimestre noviembre-enero, cifra levemente menor a la de doce meses atrás (6,2%) e idéntica a los resultados del período inmediatamente anterior.
Entre las mujeres, la desocupación llegó a 6,4% y entre los hombres 5,4%.
En el informe también se detalló que el descenso en los últimos doce meses se debe a que aumentaron en un 2% los ocupados, gracias al incremento en los sectores de Hoteles y Restaurantes (13,8%), Construcción (9,9%), y Comercio (2,1%), mientras que disminuyeron en Minería (14,8%), Administración Pública (1,9%) -que había sido un aporte el último año- e Industria Manufacturera (0,8%).
A nivel de las categorías, en el resultado señalado influyó el aumento de trabajadores por cuenta propia, que alcanzó a 7,2%.
El investigador de Libertad y Desarrollo (LyD), Francisco Klapp, advierte que "lo anterior acompañado de una expansión de la fuerza de trabajo, de 1,7% versus igual período de 2014/2015, explica el descenso de la tasa de desocupación y la caída en el número de desocupados, a la par de un aumento significativo de los inactivos, lo que debe ser monitoreado".
Desde LyD agregan que "en el actual contexto de débiles expectativas para el crecimiento, el eventual final del impulso excepcional que ha entregado el sector construcción, sumado a una inevitable normalización del gasto público, son elementos que llevarían a que una vez concluido los meses de verano observemos tasas de desempleo más elevadas, consistentes con el mencionado escaso dinamismo".