Mineros han bajado casi 10 kilos y trabajan bajo temperaturas de 36 °C
Ayer probaron su primer bocado: una lata de sopa concentrada con sabor a chocolate, que bebieron en sorbos cada seis horas. Aún no se les informa cuánto tardará rescate.
por Paulo Muñoz y Consuelo Argandoña. Mina San José
Su jornada partió temprano, cerca de las siete de la mañana, aunque abajo de la mina no existe noción del tiempo.
Lo primero que hicieron fue alimentarse. Ayer los mineros ingirieron su primera comida: sopa concentrada con sabor a chocolate y frambuesa. Les enviaron una lata de 400 cc para cada uno, la cual tuvieron que beber lentamente, apenas 100 cc cada seis horas. Todo, acompañado por sorbos de bebida rehidratante.
Se estima que los mineros han perdido entre ocho a 10 kilos de peso. Por eso, en una primera etapa lo que se busca es recuperarlos físicamente, según dijo ayer el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Para ello se les suministrarán 1.500 calorías diarias. Claro, se evaluará caso a caso. Se está preparando una dieta especial para cada uno, de acuerdo con sus necesidades nutricionales. Una vez estabilizados en su peso, se evaluará el envío de alimentos sólidos, lo que podría ser dentro de cuatro días.
Ayer también se les mandaron implementos como cintas para medirse la cintura, kits para test de orina, aparatos para tomar la presión arterial y termómetros, para realizar una evaluación más detallada de su condición de salud. "Les vamos a pedir que se midan. Tenemos que hacernos a la idea de que van a recibir una visita médica todos los días y desarrollar así una pauta nutricional y clínica para cada uno", dijo Mañalich. Dos de ellos, de hecho, tienen experiencia en primeros auxilios.
Después de alimentarse y de planificar las actividades del día, los mineros se sentaron a revisar los mensajes y provisiones que se les envían diariamente.
Turnos y trabajo
Luego, se organizan en turnos. La mitad duerme, mientras la otra realiza algunas labores, aunque se les pidió que no agoten sus energías.
El radio de acción que tienen para moverse es de 20 metros. Se dividen en cuadrillas: una revisa el sistema eléctrico, otra realiza limpieza de los ductos y una tercera hace inspecciones topográficas. Ayer se les pidió hacer un mapa, con el fin de diseñar un plano de uso del suelo: dejar un área para el descanso, otra para trabajar y una para botar desechos.
También se les solicitó que mandaran cuatro muestras de agua de la mina para ver su estado y evaluar si ellos mismos pueden hacer un tratamiento con cloro.
Lo que les preocupa es la temperatura en la mina: entre 32 °C y 36 °C, y el hecho de que la calidad del aire no es buena, por la alta presencia de polvo y monóxido de carbono, lo cual les ha afectado la vista. Para ello, se les enviaron parches oculares y ayer fueron asistidos a distancia por oftalmólogos, con quienes hablaron cerca de las 18.00 horas.
De hecho, la prioridad del tercer sondaje - que se espera esté listo dentro de dos días- es la inyección de aire comprimido u oxígeno enriquecido, lo que mejoraría la ventilación.
Los mineros también tienen tiempo de distensión, donde conversan no sólo de su situación al interior de la mina, sino también de sus familias: se hacen bromas entre ellos. En los próximos días se les enviarán naipes, lápices, música, además de una cámara de video, para que puedan grabar mensajes para sus familiares.
Todavía no se les informa sobre el tiempo que demorará su rescate, que se estima entre tres y cuatro meses. "Vamos a ir explicándoles paso a paso en qué estamos, habrá un espacio de incertidumbre muy grande para ellos. Quisiéramos decirles la verdad, pero una vez que tengamos claro de qué estamos hablando", dijo el ministro de Salud.
A partir del domingo, los mineros asumirán nuevas tareas. Ese día comienzan las faenas para hacer el ducto a través del cual se espera rescatarlos. A ellos se les encargó que la tierra que remueva la máquina sea usada para rellenar las zonas de riesgo al interior de la mina o para cubrir el área destinada para los desechos.
Impactos
Cuenta corriente
Los municipios de Vallenar, Copiapó y Caldera abrieron la cuenta 3333 en el banco Santander para reunir fondos en ayuda de familias de mineros
"Estamos vivos"
Es la impactante frase que, tras ser patentada por los tres municipios, se imprimirá en poleras que próximamente saldrán a la venta. La recaudación beneficiará a los 33 trabajadores.
Capacidad hotelera
El hallazgo de los mineros copó la capacidad hotelera en la zona: en Copiapó está casi al 100% . En Vallenar, en tanto, (donde se suma el desierto florido) no quedan camas.