Sólo el Liderazgo Innovador es efectivo
Juan Carlos Cubeiro | 1 de diciembre de 2016
ivimos tiempos convulsos, hasta el punto que la revista The Economist, en su número 'El mundo en 2017' retrata en portada unas cartas del tarot. Anticipar lo que va a pasar en este entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) es un ejercicio de adivinación altamente peligroso, propio de Aramís Fuster. Hasta las encuestas (en Colombia, con el Brexit, en EE. UU., aquí en España) se equivocan. Vivimos en un "VUCA world" (más bien, híper-VUCA, exponencialmente caótico) del que sabemos muy poco. Si acaso, que la clave también es VUCA: Visión del equipo, Unión del equipo, Compromiso del equipo, Agilidad del equipo. Una tarea nada fácil, con una tasa de mortalidad de las empresas que es cinco veces la de la II Guerra Mundial.
Por ello, más que nunca, la respuesta es el Liderazgo. Y lo es porque impacta como ninguna otra variable en el desarrollo del talento (en un 90%), su atracción (81%), fidelización (70%), en el compromiso (70%), el clima social (70%), la rentabilidad (28%) y la facturación (19%). En "los 7 magníficos" de la Gestión del Talento, el Liderazgo es decisivo; los datos sin incontestables y no ofrecen lugar a réplica. No hay líder sin equipo ni equipo sin líder.
La paradoja es que el Liderazgo está en cuestión precisamente porque, siendo más valioso que nunca, nos resulta muy escaso. Las instituciones están en crisis porque sus dirigentes, en lugar de marcar la pauta, hacer equipo e infundir energía positiva (lo sustancial a liderar), suelen regirse por el conformismo, por tratar de agradar a la ciudadanía (no se puede innovar si pretendes simplemente dar a la gente lo que conoce), por el establishment (más de lo mismo). Y provocan el efecto contrario al que desean: aburrimiento, hastío, indignación. La última campaña presidencial en EE UU (Trump vs Hillary) es buena muestra de ello, y muy probablemente veremos ejemplos similares en Francia y Alemania. Nos faltan proyectos, retos, sueños por los que merece la "alegría" dejarse la piel.En la política, en la sociedad, en la empresa… Un líder que no nos propone un proyecto ilusionante, una aventura para embarcarse con pasión, es en realidad un gestor mediocre, un administrador de miseria.
Sí, hemos tenido líderes (militares, políticos, religiosos, intelectuales, sociales, artísticos) de los que aprender, a los que admirar, a lo largo de toda la historia, si bien el Liderazgo como Ciencia es bastante reciente. Desde que el Liderazgo se convirtiera en Ciencia (1961) con Warren Bennis, hemos conocido cinco oleadas: la del Liderazgo visionario (Bennis & Nanus), el situacional (Blanchard & Hersey), el transformador (McGregor Burns), el resonante (Goleman, Boyatzis, McKee), el coach. Prácticamente a una por década, incorporando las lecciones de la anterior. Por ello, la Visión (Misión y Valores), la Comunicación (diferente para cada colaborador), la capacidad de Transformación, la Inteligencia Emocional, el Coaching son componentes esenciales del Liderazgo. Ahora y siempre.
¿Liderazgo Innovador, en esta nueva era, el Talentismo, en la que el talento es más escaso –y más valioso- que el capital? Lo último en Liderazgo, tal como explicamos la Dra. Ana María Castillo (Universidad de Málaga) y un servidor ennuestro libro más reciente, 'Liderazgo Innovador para Dummies', es el NeuroLiderazgo, con modelos como el SCARF (la "bufanda") del profesor de la Universidad de Nueva York David Rock (para que las personas den su mejor versión, l@s líderes han de influir en su Estatus, Certidumbres, Autonomía, Relación y Equidad) y el modelo i4 de la experta ubicada en Sidney Silvia Damiano: el Liderazgo actual ha de ser inspirador, integrador, imaginativo e intuitivo. Para mejorar en Liderazgo, debemos aprender (Educación, Experiencia, Exposición) a ser más inspiradores, más integradores, más imaginativos, más intuitivos. A contar con nuevos hábitos, como una "segunda naturaleza", ligados a estas cuatro I.
El Liderazgo Innovador es el que sirve a la Empleabilidad, la capacidad de emplear el talento y desarrollarlo (el talento que no se aprecia, se deprecia) en un entorno de globalización y digitalización de "reloj de arena", con unos pocos profesionales muy valiosos y muchos trabajos de subsistencia. Es el/la líder como "coach de carrera", como entrenador/a y gestor/a de la carrera profesional propia y de los miembros del equipo. Las empresas ganadoras son ya las que atraen, fidelizan, desarrollan y comprometen a los profesionales más valiosos. En eso consiste la gestión efectiva del talento, lo que marca la diferencia.
Citando a Mark Twain, "no es lo que no sabemos lo que nos mete en problemas; es lo que damos por cierto y no lo es". Con sólo un 16% de auténticos líderes en nuestras empresas (y nada menos que un 40% de jefes tóxicos), el Liderazgo Innovador no va de "ordeno y mando", no va de "jefear", de imponerse, de un cargo, de una tarjeta de visita (además, a los Milenials eso no les interesa nada). El Liderazgo Innovador trata de proyectos ilusionantes que inspiran y generan felicidad, de integrar equipos de alto rendimiento, de imaginar un mundo mejor, de aprovechar otras fuentes de conocimiento como la intuición. En la era del Talentismo, el Liderazgo Innovador es mucho más que fascinante, porque va de cómo nos hace sentir.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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Santiago- Chile