Los organismos internacionales pronostican un buen año económico para América Latina. |
Los organismos internacionales coinciden en pronosticar que en el 2007, las economías de América Latina y el Caribe repetirán la senda positiva del crecimiento.
Sin embargo, la noticia debe de tomarse con cautela ya que todo hace pensar que en el camino que recorrerá la región a lo largo del año, no todo será color de rosa.
Eso es porque todavía los riesgos en el panorama económico siguen siendo los altos precios del petróleo, las altas tasas de interés y una alta dependencia a los vaivenes de la economía mundial.
A lo anterior se le debe sumar la inestabilidad característica de los precios de las materias primas -principales productos de exportación de la región, así como también que la región tampoco se ha apuntado grandes logros en el marco de las negociaciones con la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los subsidios agrícolas.
El 2007 también será el año en el que los nuevos gobiernos electos en la región pondrán en marcha sus planes en materia de política económica.
Y, si bien, no se esperan cambios radicales, este será algo que sin duda los inversores seguirán con mucha cautela e interés.
¿Demasiado optimismo?
El alto precio del petróleo ha ayudado a varias economías de la región. |
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) es la más optimista en cuanto a los pronósticos de crecimiento económico de la región en 2007.
El organismo estima que el Producto Bruto Interno (PIB) regional crecerá un 4,7%, aunque este será seis décimas menos que en 2006.
Un poco menos optimista, pero optimista al fin, son las estimaciones del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes esperan un crecimiento regional cercano al 4,2%.
De consolidarse, este sería el quinto crecimiento consecutivo de la región tras la crisis económica de 2000, recuperación que se inició tímidamente en 2003, cuando América Latina y el Caribe creció en un 1,9%.
Pero más allá de las cifras positivas y puntuales, lo importante es preguntarse si este crecimiento es sostenible en el largo plazo y si está creando las bases para la puesta en práctica de reformas o cambios más duraderos en la región.
¿Crecimiento sostenible?
Detrás del fuerte crecimiento que ha experimentado la región en los últimos cuatro años está la espiral alcista en los precios de las materias primas, tales como azúcar, granos, harina de pescado, petróleo, cobre y otros minerales.
El problema radica en que si el crecimiento sólo se ha basado en ese repunte de los precios de la materia prima, entonces la competitividad no es sostenida, y un cambio brusco en las cotizaciones de esos productos podría darle un golpe fuerte a la región.
| Según la CEPAL, la región no está aprovechando las bases para hacer sostenible el crecimiento, debido a que no está haciendo la inversión suficiente en capital físico y humano, en incremento de la productividad y en la diversificación de la estructura productiva |
Y justamente el Banco Mundial pronostica una baja en los precios de las materias primas que exporta América Latina y una menor demanda por parte de EE.UU., debido a una desaceleración de la economía.
La región también se sentirá afectada por la desaceleración que se espera que experimente la economía mundial a lo largo del año.
Según la CEPAL, la región no está aprovechando las bases para hacer sostenible el crecimiento, debido a que no está haciendo la inversión suficiente en capital físico y humano, en incremento de la productividad y en la diversificación de la estructura productiva.
¿Qué podemos esperar?
América Latina sigue exhibiendo altos índices de pobreza. |
La región crecerá en 2007, pero ligeramente menos que en 2006, y lo seguirá haciendo a un ritmo menor que la media de los países en desarrollo, para los que se espera un crecimiento de alrededor de 6,4% en 2007.
Según las estimaciones de los organismos internacionales, el menor crecimiento se deberá principalmente a un enlentecimiento en Argentina y Venezuela, economías que han sabido salir de crisis recientes, pero cuyas altas tasas de crecimiento son "insostenibles".
Se espera que Argentina crezca un 5,6% en 2007, dos puntos porcentuales menos que en 2006, debido a una suba en las tasas de interés y un recorte en la inversión producto de los altos costos de la producción.
Venezuela también recortará su crecimiento en alrededor de tres puntos porcentuales para ubicarse en un 6%, ante una probable disminución en la producción petrolera y los precios del crudo.
También ocurrirá lo mismo, aunque en menor medida, en México, Perú y Colombia; mientras que Chile repuntará y Brasil y Bolivia mostrarán pocos cambios.
Por lo tanto, el 2007 será un año de optimismo pero con cautela.
La región deberá sacar provecho de la coyuntura favorable para crear una "base o colchón" que sirva para poner en práctica reformas profundas y que tengan impacto en el largo plazo.
Entre esas reformas necesarias deberían estar la inversión suficiente en capital físico y humano, un incremento de la productividad y en la diversificación de la estructura productiva.
Esos serán sin dudas los más grandes desafíos que tendrá la región por delante.