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viernes, febrero 16, 2007

égolène Royal: cien puntos para ganar en Francia

Ségolène Royal: cien puntos para ganar

Onésimo Alvarez-Moro en blog el salmon

Ségolène Royal 299.234.JPG

Ségolène Royal, la candidata socialista a la presidencia francesa acaba de elaborar su visión de cien puntos para resolver los problemas de Francia.

Esta visión o plan incorpora un gran número de políticas económicas para mejorar la economía francesa, especialmente con el objetivo de impactar positivamente el crecimiento de la economía y del empleo.

Cien puntos son muchos puntos pero los más importantes relacionados con la economía incluyen:

  1. Incrementar el salario mínimo de €1.250 a €1.500 por una semana laboral de 35 horas
  2. Incrementar las pensiones en 5%
  3. Subir los impuestos de empresas por los dividendos que pagan
  4. Bajar los impuestos de empresas por los beneficios que reinvierten
  5. Renacionalización y fusión de las empresas Electricité de France (EDF), Gaz de France (GdF)
  6. Condicionar las ayudas estatales a la promesa de no reducción de empleo
  7. Exigir la devolución de ayudas estatales si la empresa se va del país
  8. Fijar un máximo del 25% del ingreso familiar dedicado a gastos de la casa familiar
  9. Hacer que el Banco Central Europeo incluya el crecimiento y empleo en su análisis

Royal quiere que el Banco Central Europeo (BCE) incluya el crecimiento y el empleo en su análisis, aunque no dijo cómo lo conseguirá, ya que el BCE es independiente y cualquier cambio lo deben decidir todos los países miembros del Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea. ¡Buena suerte!

Exigir la devolución de ayudas estatales si la empresa reduce empleo o si se va del país no cuestiono, tienen el derecho de condicionar las ayudas (anunciadas previamente) como quieran. Lo que no dice es por cuánto tiempo las empresas deben limitar sus acciones y mantenerse sin cambios, ¿o es para siempre? Es decir, si aceptas una ayuda habrás limitado tu maniobra de acción para siempre.

Incrementar el salario mínimo de €1.250 a €1.500 por una semana de 35 horas, indica que se retracta de sus anteriores críticas a la ley que fijaba la semana laboral en 35 horas. Además, este incremento del 20% en los sueldos mínimos lo pagarán las empresas, las mismas que deben incrementar empleo.

Desincentivar los dividendos reduce una fuente de rentabilidad de los inversores y mantiene este capital en manos de los directivos de las empresas. Continúa con las políticas en contra del capital y de los capitalistas y en favor de los amiguetes y los burócratas.

Limitar los gastos de casa al 25% de los ingresos no explica cómo se hará, pero incentivará la demanda de casas más grandes y más lujosas, ya que lo pagará el gobierno.

No está claro cuántos de los cien puntos de su programa introducirá, ya que son promesas electorales y ya sabemos lo que pasa con estas cosas. El resultado de su programa será menos inversión, menos crecimiento, más déficit público, menos empleo y más desempleo.

Nuevas elecciones y, como ya hemos comentado anteriormente, nada cambiará en Francia.

Vía | Financial Times (en inglés y €)
En El Blog Salmón |
El futuro de Europa: el debate francés
Más información | Página de Ségolène Royal (en francés)

Saludos cordiales
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
CONSULTAJURIDICACHILE.BLOGSPOT.COM
Renato Sánchez 3586 dep 10
Santiago, Chile

FRANCISCO RUBIALES Y LOS POLITICOS

POLITICOS LOS NUEVOS AMOS:
 
Se comportan en el poder público democrático como lo hacían los antiguos señores ungidos. Se saben poderosos y blindados por las urnas, muchos de ellos amparados en la inviolabilidad y en la inmunidad, por ser cargos electos, y ejercen el poder sin complejos, sin tener en cuenta la eficiencia, con lujo y boato, con actitudes altivas y lejanas a esa humildad y austeridad que ennoblecen el liderazgo. Creen que el poder sin ostentación no es auténtico poder y justifican su lujo afirmando que el Estado y la representación del pueblo soberano deben brillar con la dignidad debida. Poseen un extenso y astuto elenco de argumentos para justificar cada gesto de poder, cada movimiento de gobierno. Se mueven acompañados siempre de una corte de asesores, amigos, colaboradores, periodistas, empresarios y gente influyente a la que siempre intentan impresionar. Olvidan que mandar es servir y actúan como pequeños emperadores de la democracia, como ridículos reyezuelos inmersos en privilegios y lujos que la historia hace tiempo que erradicó porque eran propios del «Antiguo Régimen», siempre rodeados de aduladores y de cortesanos. Son los nuevos amos, los que ostentan el poder político en las modernas sociedades democráticas, muchos de ellos sin ni siquiera creer en la democracia
Este es un fragmento de "Politicos los nuevos amos " de mi amigo Francisco Rubiales  que editara Ed.Almuzara y obviamente recomiendo leer y luego debatir.
 
Saludos cordiales
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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Santiago, Chile

partidos politicos

Ideas y partidos politicos

Los debates internos de los grupos están dirigidos casi en exclusiva a obtener cuotas de poder

Rodrigo González Fernández, director de parpolitic.blogspot.com  ha señalado: Este es un trabajo que el 16/02/2007 MARIO Bango desarrolla en la voz de asturias http://www.lavozdeasturias.com/noticias/noticia.asp?pkid=323955 y que comparto con ustedes ya que su contenido es universsal y viene muy bien a los partidos politicos de chile y sudamerica . En Chile luego de la crisis de corrupción y problemas en el partidos de gobierno PPD confirma lo expresado por Mario Bango

En contra de lo que dan a entender, los partidos políticos lejos de ser unas organizaciones democráticas, abiertas, flexibles, ágiles, veraces y vivamente interesadas en el progreso de la humanidad suelen comportarse más bien como grupúsculos cerrados, en los que el debate lo suscita el poder y no las ideas, se mueven como mastodontes, tardan en digerir los errores y las críticas, mienten y, en todo caso, se escabullen todo lo que pueden de sus responsabilidades para atribuirlas a su rival. Pero les salvan dos o tres principios: uno es que una buena parte de la población tiene arraigadas unas creencias ideológicas que solo excepcionalmente cambia, de modo que las siglas que supuestamente representan esos ideales cuentan de mano con un amplísimo número de votantes con independencia de todo lo demás; otro que los líderes carismáticos con ideas muy sencillas pero fácilmente defendibles e identificables aportan un caudal añadido de votos y de respuestas favorables que identifican a una buena parte de la población; un tercero la capacidad de utilización del poder que acumulan ya sea de carácter nacional, autonómico o local que les permite extender su influencia en el entorno económico y social gracias a los presupuestos y los boletines oficiales.

Con   ese panorama, lo extraño es que todavía existan almas cándidas que con entusiasmo juvenil abracen las propuestas y los programas que proponen los partidos. Hoy cada día son más los afiliados interesados que buscan promoción personal o profesional que los que apoyan las ideas con independencia de que la afiliación acarree cargos de algún tipo. Tan es así que con frecuencia se ven casos de militantes que cambian de partido con el único y saludable fin de seguir protegidos del frío exterior en cómodos sillones municipales, parlamentarios o del tipo que sean. Cuando no hay más trabajo que la vida política hay que colocarse siempre bien.

Los debates internos, como bien saben los asturianos que hayan seguido más o menos de cerca la evolución de PSOE, PP, IU e incluso el PAS-URAS, están dirigidos casi en exclusiva a obtener cuotas de poder. Las ideas son solo una herramienta para zaherir, no un elemento constructivo sobre el que articular un discurso. En ese sentido los cambios y las componendas que hemos visto a lo largo de estas tres décadas de democracia costaría digerirlos si no fuese que tenemos unas tragaderas enormes. Las traiciones a las que hemos dado cobertura con naturalidad llenarían un diccionario. Y todo sigue igual.

LOS PARTIDOS, pues, se comportan como cajas de resonancia mayúsculas que en España han divido en dos sectores irreductibles a los acomplejados y miedosos medios informativos y partir de ahí construyen la versión del universo que más les interesa. La realidad es que, con muy honrosas excepciones, son meras estructuras defensivas. Las ejecutivas y los órganos de dirección de todas las formaciones están pensadas para tapar vías de agua, para responder al rival, para evitar escándalos, para compensar de manera poco clara el exceso de gasto, para, en definitiva, actuar como escudos y no como lanzaderas.

De hecho es costumbre que las pocas ideas sustanciales que aportan al debate las suelen encargar fuera a teóricos afines que de vez en cuando las airean a bombo y platillos y antes de que mueran muy rápido sepultadas por la carga de hipocresía y de cinismo organizado.

En ese contexto hay que situar el crispado debate político español. Como suele ocurrirnos cada día en nuestro trabajo o en cualquier otra actividad personal cuánto más acomplejado, incapaz, insolvente y limitado es el encargado del negociado, la sección o la empresa más agresivo, chulo y montaraz se vuelve cuando se encuentra con alguna resistencia cabal y sensata o cree que puede perder el control de la situación o la canonjía. Y entonces presiona, pelea, pisa, arrebata, trampea y hace lo que sea con tal de permanecer y de defenderse.

SI EN EL CAMINOtiene que llevarse por delante la equidad, la justicia y lo que sea, no le importa. De ahí ha nacido lo que se llama mobbing en el plano laboral y presión indecente en el político.

A quien soporta es situación le caben dos salidas. Aguantar el temporal con buena cara siguiendo el principio cristiano de ofrecer la otra mejilla o entrar en la disputa con muchas posibilidades de enzarzarse en disputas que suelen desembocar en litigios interminables ante estructuras de poder que tienden a la impermeabilidad, ayudadas con recusaciones judiciales o con cualquier otro subterfugio. Solo en ocasiones muy especiales, casi siempre en películas, el villano queda retratado ante los demás. En política nunca, el que se queda con las siglas es el amo.

Lo frecuente es que ante tanto desprecio el humillado reaccione. Si uno manipula y aprieta hasta el fondo, por mucho que aguante quien lo soporta terminarán por saltar chispas. O por responder ojo por ojo, diente por diente.

PUEDE QUE SEAeso lo que ha hecho el gobierno al elegir a un ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, junto después de que, bajo una monumental presión, el Tribunal Constitucional recusase al catedrático Pablo Pérez Tremps para desesperación de sus colegas universitarios y juristas. Las conductas partidarias son así de burdas cuando se acaban los argumentos y el rival se muestra tan descaradamente innoble y sectario.

*Periodista

Saludos cordiales
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
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