PRESIDENTA BACHELET AFIRMA QUE ELLA DEBE RESPETAR A LA JUSTICIA BRASILEÑA
La derecha prefirió soslayar la división de poderes de Brasil y se lanzó contra la Jefa de Estado porque, a juicio de la Alianza, ella pudo intervenir ante Lula para obtener la deportación de Rafael Maureira por la vía administrativa.
I.T. / C.M.
Al igual que el submarino Flach que le quita el sueño, el inversionista y candidato presidencial de RN, Sebastián Piñera, estuvo sumergido un tiempo -realizó un periplo a Europa con la ANFP y a su regreso se mantuvo al margen de la coyuntura- y retornó recién ayer a la contingencia política para hablar de "los temas país" que, según dice, lo convocan y evadir cuestiones "menores", como califica su baja de popularidad consignada en la última encuesta de "La Tercera".
El frente que escogió el ex abanderado de la derecha en 2005 para reaparecer en escena y enfrentar al Gobierno fue la situación del pedófilo Rafael Maureira Trujillo. Tras un seminario en que abordó el posible descubrimiento de la máquina, hundida desde 1866 en la bahía de Valparaíso, Piñera insistió en su estrategia de desafiar a la Presidenta Michelle Bachelet, esta vez por la forma en que la Mandataria trató la detención de Zacarach en Brasil.
"La Presidenta dijo que si era necesario hablar con Lula (Da Silva), lo iba a hacer. Era necesario y no lo hizo, y desgraciadamente hoy día ya es tarde. El no haber actuado con oportunidad, con decisión, con coraje, va a significar que lo más probable es que haya un largo proceso de extradición en el caso de Zacarach y, por lo tanto, se postergue a la justicia", acusó el controlador de Lan.
Piñera -pese que ha comentado con sus cercanos que su excesivo entusiasmo con la doctrina dura del senador Andrés Allamand y el libro programático "El desalojo" no le ha traído buenos dividendos electorales- reincidió en fustigar la labor del Ejecutivo y aseveró que "el error del Gobierno fue no haber aprovechado las primeras 24 horas, en que Brasil tenía la facultad administrativa de expulsar o deportar técnicamente a Zacarach". Dedujo también que esta situación se produjo porque en La Moneda "tal vez estaban preocupados por los temas comunicacionales en Chile".
Así el dueño de Chilevisión concretó una reaparición de alto calibre, acorde con el tono que tuvo en su ausencia el debate entre la Alianza y la administración bacheletista, discusión que el timonel de la UDI, Hernán Larraín, ayer también trasladó hacia el caso del pederasta.
El líder gremialista acusó que "Zacarach no está preso en Chile hoy por culpa del Gobierno", el cual, aseguró, "filtró" la información respecto del cautiverio del prófugo, lo que "obligó a que actuara la justicia brasileña y, por lo tanto, que centraran el proceso de extradición".
Respecto de la gestión directa con el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que anunció la Jefa de Estado en el marco de la reunión de presidentes del Mercosur mañana en Asunción, Larraín manifestó que ésta ya no es relevante, porque en vez de privilegiar el arribo del líder de la red a Chile "se siguió el camino de sentirse muy contento de la eficacia policial brasileña o quizás se quiso explotar una noticia para desviar la atención del Transantiago".
CUMBRE EN PARAGUAY
Los cuestionamientos de la Alianza no modificaron la determinación de Bachelet de tratar el asunto con su homólogo de Brasil, aunque la gobernante advirtió a la Alianza que se seguirán los cauces normales, pues "en democracia (estos temas) no se resuelven porque un Presidente llama a otro y le dice que no respete la justicia. Eso en otras épocas a lo mejor era posible, en democracia no lo es".
Por ello la Mandataria comentó ayer que si bien hablará con Lula en torno a este caso para que se resuelva "lo antes posible", el asunto no será fácil: "Al transformarse esto en un tema judicial, la verdad es que es como si alguien me llamara a mí por teléfono para pedirme que yo no respetara la justicia".
"Sin duda que voy a conversar con el Presidente Lula un montón de temas y entre otros éste (el de Zacarach), cuando viaje al Mercosur el jueves en la tarde", acotó, para concluir en que se debe desdramatizar la bilateral. Admitió que la rendición de cuentas del delincuente ante tribunales chilenos se verá retrasada porque el Ministerio Público de Brasil estimó que procede la extradición y no la expulsión, pero dijo que hay elementos positivos que no se pueden desestimar: "Hay que poner las cosas en su justo término. Zacarach está capturado, no anda prófugo, va a volver en su momento al país, ojalá a la brevedad y va a cumplir con la sentencia de la cual aún no ha sido notificado". LN