El bacheletismo-aliancista que confesó Joaquín Lavín la noche del lunes en Canal 13 se convirtió ayer en un nuevo estímulo para las dudas de RN respecto de las reales intenciones políticas del ex alcalde, porque desde que éste opacó al inversionista Sebastián Piñera en el seminario de la Fundación Chile Justo, el fin de semana pasado, la sospecha en Renovación de que La Moneda está de nuevo en la mira del académico de la UDD se instaló en el partido opositor casi como una incómoda certidumbre. De ahí que las palabras de Lavín, que declaró en TV su admiración por la Presidenta Michelle Bachelet, a quien calificó como "una persona sumamente inspirada" y confiable irritaron al entorno piñerista.
"Yo a la Presidenta francamente le creo, le creo todo, yo me defino como bacheletista-aliancista ( ) Efectivamente ha habido un Gobierno que ha tenido un montón de problemas, pero ojalá que pueda hacer un Gobierno de unidad nacional, de pacto social, (que) se transforme en una realidad", agregó Lavín antenoche.
"No logró entender qué persigue con esta declaración. Las veces que hemos hablado con él, ha expresado que es necesario trabajar con la Alianza unida, que es necesario tener una oposición clara y definida y que él respalda la candidatura de Sebastián Piñera, pero una semana en política es mucho tiempo. No sé si él habrá cambiado de opinión y podría tener una pretensión presidencial", subrayó el senador RN Alberto Espina, que así dio cuenta de las suspicacias que prevalecen en el equipo de Piñera, pese a que Lavín ha dicho que "francamente" no está dispuesto a otra aventura por el sillón presidencial.
Según el ex jefe político de la campaña de Piñera, "el Gobierno está tratando de crear una cuña y por eso van a transformar a Joaquín Lavín en un verdadero santo de altar y a Piñera en un demonio. Por lo demás, hicieron lo mismo años atrás a la inversa". Este cuadro, según Espina, le resta credibilidad a la oferta del Ejecutivo de armar un gran acuerdo en torno a materias prioritarias para el país. "No quieren un pacto. Quieren dividir a la oposición", acusó.
Para Espina, Lavín está llamado a jugar "un rol central" en el eventual mandato del accionista de Lan, por lo cual dijo "no entender" el entusiasmo del líder de la derecha por Bachelet, adhesión que el diputado UDI Julio Dittborn definió como fascinación. "Lavín está seducido por la Presidenta, en el buen sentido de la palabra", comentó el legislador de Las Condes.
En tanto, el presidente gremialista, Hernán Larraín, interpeló a la figura que "reencantó" a su colectividad en Termas de Cauquenes a definirse por el Senado. "Joaquín Lavín ha dado una opinión que respetamos y entendemos, porque todos tenemos el espíritu de ayudar al Gobierno y a la Presidenta. No necesitamos para estos efectos intermediarios", aclaró Larraín al comentar el nuevo desmarque del ex candidato.
"Tenemos una Presidenta muy bien inspirada, pero no muy bien acompañada", ironizó el parlamentario, para luego aclarar a La Nación -y como una forma de rayarle la cancha al miembro del Consejo de Equidad Social- que la UDI le tiene reservada a Lavín una función distinta a la que se especula en RN: postular a la cámara alta.
"Él nunca ha dejado de ser una figura de primera línea, con un enorme potencial. Lo que ha pasado es que él se ha restado por voluntad personal. Espero que no se reste cuando corresponda", indicó Larraín.
-¿Le está pidiendo que no se reste de postular en 2009 a la Presidencia?
-No me atrevería a decir eso, porque él ha dicho expresamente que no quiere estar disponible en 2009, que quiere en esta vuelta pasar y tiene todo el derecho de hacerlo, pero espero, por lo tanto, que esté disponible para ser senador, que es lo que el partido le ha pedido que sea. Ojalá que decida tomar ese camino pronto.
El cupo reservado a Lavín es en la Quinta Región Costa, que abandonaría el almirante (R) Jorge Arancibia y que también es codiciada por el diputado Edmundo Eluchans, que podría recibir en compensación la Quinta Cordillera. Altas fuentes gremialistas aseguran que el Senado es la única posibilidad cierta para Lavín y argumentan que tras su comentado retorno a la vida pública no hay ninguna estrategia para reposicionarse como presidenciable para 2009, aunque sí admiten una táctica de consolidación con los ojos puestos en 2013 porque aseguran que "en el fondo de su corazón Lavín todavía quiere ser Presidente, pero sabe que éste no es su momento".
Quien también se irritó con Lavín fue el presidente de RN, Carlos Larraín, que reparó en que ser "bacheletista-aliancista" es "una contradicción en los términos". Según Larraín, no es oportuno que se "borroneen" las líneas de diferencia entre gobiernismo y oposición. También prefirió sostener la idea de que Lavín habla con la verdad cuando ha dicho que no es presidenciable en esta vuelta. LN
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