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Un retraso casi seguro en la constitución del comité ejecutivo de la derecha -cuya concreción estaba prevista para este fin de semana- es el primer efecto de la determinación de RN de entregar un respaldo al senador Andrés Allamand, nominándolo como delegado parlamentario a la entidad. Tras su enfrentamiento con el legislador UDI Pablo Longueira, que insistió ayer en que el hombre de RN rompió el fair play -"es como si usted a su socio le pasara un cheque en blanco y el socio cobrara el cheque", dijo-, el gesto de la mesa encabezada por Carlos Larraín es considerado una provocación, que se suma a otras que fuentes del gremialismo evocan al resumir las dos semanas en que la "unidad" ha sido término reiterado verbalmente y pisoteado en los hechos. El último foco de conflicto es la conformación de la instancia destinada, precisamente, a desactivar los problemas antes de que se hagan públicos, porque la denominación de Allamand, cuando aún resuena la disputa por la autoría de la ley de reforma laboral, llevó a advertir al presidente gremialista, Hernán Larraín, que sólo "una vez que las cosas se hayan decantado" será tiempo de lanzar el más relevante acuerdo que se adoptó en la convención de Valdivia. En contraste, en RN hay ansiedad por darle el vamos a este grupo asesor compuesto por los presidentes y secretarios generales y dos legisladores -en el caso de la UDI, en esta categoría sería designado el senador Andrés Chadwick- y por ello el concejal Larraín intentó gestionar el martes que hoy se lanzara la iniciativa. La negativa, atribuida a problemas de agenda, fue rotunda y se explica por las quejas de parlamentarios emblemáticos de la UDI acerca de cómo RN ha conseguido posicionarse como "víctima" de las escaramuzas con la UDI. "Todos estos enredos los han armado ellos (RN). Primero invitan a Sebastián Piñera a un encuentro en que estaba acordado que él no asistiera, después hacen esta cena con los alcaldes y para colmo, Allamand se atribuye un proyecto de Pablo, y aparecemos nosotros vetando a Piñera y torpedeando la reforma laboral. ¡Es insólito!", destacó una alta fuente. La lectura en RN es otra. Piñera, por ejemplo, preocupado de las repercusiones que podría tener en su candidatura un clima de hostilidad como el que enfrentó el ex abanderado Joaquín Lavín en 2003 apeló a la unidad: "Muchas de las cosas ocurridas esta semana deberíamos enterrarlas para siempre. Todos los que están haciendo zancadillas, que por lo demás son los mismos de siempre, le están haciendo un flaco favor, no solamente a la Alianza, sino al país". "No estoy contento con lo que veo en la Alianza, creo que es tan grande nuestra responsabilidad, que todo esto es absolutamente inaceptable porque puede comprometer la gran tarea de la Alianza, que es darle un buen Gobierno a Chile", agregó. De hecho, fue esta preocupación por la imagen de ingobernabilidad que proyecta el sector lo que llevó a Piñera a que el sábado frenara la queja pública que en Valdivia pretendían realizar los parlamentarios de RN. Pero otra reyerta estaba en gestación y hoy continúa latente, condimentanda por opiniones como la de la portavoz, Lily Pérez, que emplazó a sus socios de coalición. "¿Queremos Alianza o un camino propio cada uno? Muchos de nosotros llevamos muchos años trabajando para la unidad de nuestro sector, por lo tanto, hoy es tiempo de trabajar, de callar y es tiempo de seguir trabajando juntos. Si alguien cree que tiene que tomar un camino distinto, que lo diga de una vez por todas", desafió. La pugna porteña En Valparaíso, los antagonistas de esta historia continuaron con su enfrentamiento. Tras reunirse con el ministro del Trabajo, Osvaldo Andrade, Allamand calificó como un "gigantesco mal entendido" toda la situación y respondió a las declaraciones que realizó a La Nación Longueira, respecto de que "no existen lealtades mínimas para seguir trabajando en conjunto". "Ustedes me conocen y saben que jamás me arrancaría con los tarros, de manera que prefiero calificarlo como un mal entendido, que espero que podamos superar, pero el tema de fondo ha obtenido un gigantesco avance y la centroderecha está siendo proactiva en materia laboral", destacó. Para Longueira, no existe tal equivocación lingüística. "Me llama (Allamand) el viernes en la tarde diciéndome no sé quién le habrá filtrado a la prensa nuestra agenda laboral . Trató de echarle la culpa a Fernando Alvear (presidente de la Asociación de Supermercados de Chile), con quien chequee esto, y Fernando Alvear me acaba de llamar (ayer) para ratificarme que él nunca habló con la prensa", detalló el ex timonel gremialista, para graficar su desconfianza en la versión exculpatoria de Allamand. "Yo pensé que esta forma de hacer política estaba desterrada ( ) Me engañó. Me engañaron, ocurre en la vida, no hay que dramatizar más, hay que dar vuelta la página", destacó visiblemente dolido el emblemático líder de la UDI, que ha concitado el apoyo absoluto de sus correligionarios. Además ratificó que es prácticamente imposible que vuelva a desarrollar iniciativas conjuntas con Allamand. "Lamentablemente confié en que podríamos trabajar en conjunto ( ) Si su marido lo engaña, no es fácil, se necesita mucho cariño para reconsiderarlo", comentó. LN | |||||||||||||
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Rodrigo González Fernández
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