BMW está ensayando con nuevos autos construidos con fibra de carbono.
Esta semana BMW mostrará dos "vehículos del futuro" en la feria automotriz de Frankfurt en medio de fuertes expectativas del público y de su competidor, la también alemana Volkswagen.
El i3 es un auto eléctrico de ciudad que tiene cabida para cuatro personas y está diseñado para las megaciudades del futuro.
En contraste, el i8 es un supercarro agresivo y rápido que cuenta con un motor híbrido de carburante y electricidad y que está previsto que aparezca en la próxima película de Tom Cruise, Misión Imposible.
Ambos modelos comparten características tecnológicas que llaman la atención de observadores de la industria.
Fibra de carbono
La más significativa es la fibra de carbono. Ambos autos han sido construidos utilizando una nueva tecnología de fibra de carbono desarrollada en Estados Unidos junto con el grupo SGL.
Los nuevos materiales resultan en autos más livianos.
Durante mucho tiempo, el material compuesto de fibra de carbono se ha utilizado en la industria aeroespacial así como en modelos de Fórmula 1.
Pero, con algunas pocas excepciones, no se ha utilizado en otras compañías de autos, principalmente porque hasta hace poco era muy caro.
El material es 30% más ligero que el aluminio.
Motivo de rivalidad
Como señala el reportero de la BBC Jorn Madslien, no es de extrañar que estos adelantos tecnológicos hayan iniciado una batalla entre BMW y el dueño de su enemigo acérrimo Audi, el Grupo Volkswagen.
El primero en usar la fibra de carbono fue BMW que, en estrecha colaboración con SGL, empezó a crear carrocerías de autos con una mezcla de tecnología de fibra de carbono y su experiencia en diseño y seguridad.
"La tecnología de la fibra de carbono va a cambiar la industria automovilística, siendo cada vez más importante en la búsqueda de materiales ligeros para reducir las emisiones de carbono"
Esto, junto con las tecnologías de los sistemas de conducción dieron como resultado las bases para la creación de BMWi.
Los prototipos iniciales de los vehículos BMWi fueron mostrados a periodistas en un pequeño evento celebrado a finales del año pasado, donde también se presentó a SGL como socio.
A las pocas semanas, sin embargo, se conoció una inversión sorpresiva por parte de Volkswagen, que compró un 8% de la participación de SGL elevándola a un 10% poco después.
En respuesta, la multimillonaria alemana, Susanne Klatten, miembro de la familia Quandt, propietaria de algo menos de la mitad de BMW, incrementó su participación en SGL de un 22% a un 30%, bloqueando así cualquier esperanza que pudiera tener Volkswagen de influir en la estrategia de la compañía, indica Madslien.
Más competencia
Esta rivalidad es una clara indicación de la carrera entre las compañías de automóviles para conquistar mercados que buscan autos eléctricos, eficientes y ligeros.
BMW está invirtiendo fuertemente en carros de ciudad, haciendo hincapie en cómo el número de ciudades con una población de más de un millón de personas ha crecido de 83 en 1950 a 468 en 2007 y se predice que este número crecerá dramaticamente en los próximos años o décadas.
Audi también cree que la industria de autos urbanos va a crecer de forma considerable
Volkswagen tampoco se queda rezagado. Su filial de lujo Audi también mostrará en Frankfurt un auto eléctrico para ciudad de dos asientos, reforzado con fibra de carbono.
A principios de este año, VW reveló un prototipo similar de auto, el XL1, que, afirma, podría viajar 503 kilómetros con un galón de diesel, emitiendo tan sólo 24 gramos de dióxido de carbón por kilómetro recorrido.
Otras compañías de autos también están introduciéndose en el mercado de la fibra de carbono. Daimler, duelo de Smart, Mercedes y Maybach, se unió en enero de este año con industrias Toray para producir piezas de plástico fortalecidas con fibra de carbono.
Y es que, cada vez se están utilizando más piezas de fibra de carbono para crear modelos de autos más ligeros.
En vehículos pequeños de ciudad, esto significa que se necesita menos potencia para que el auto se mueva. En autos más grandes y deportivos, significa que los motores existentes tendrán que soportar menos peso por lo que mejorará su velocidad y actuación.
Pero, lo más importante es que, en algún momento, esta tecnología se aplicará a carros ordinarios teniendo un impacto sorprendente en las emisiones de carbono y el consumo de combustible.