(Pulso) Una empresa con un volumen de negocios potencial de US$220 mil millones y un valor en bolsa de US$86 mil millones, cifra equivalente a un tercio del PIB 2012 de Chile. Eso es Glencore Xstrata, el conglomerado minero -con sede en Suiza- resultado de la reciente fusión entre ambas empresas y que hoy amenaza el liderazgo de Codelco en el mercado mundial del cobre. En su primer reporte trimestral, la nueva empresa ya marcó un hito: su producción total de cobre, incluida la producción de cobre de mina (es decir, propio) más la maquila de minerales de terceros, llegó a 537.300 toneladas de cobre, cifra que casi con seguridad será superior a lo que informará Codelco para el mismo período (los datos definitivos de primer cuarto del año de la estatal se conocerán el 30 de mayo). Esta cifra está compuesta por 321,8 mil toneladas de producción propia y 215 mil toneladas de mineral de terceros, pero procesado en sus plantas.
Sin embargo, al comparar la producción propia, Codelco sigue imponiéndose. Según información publicada por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) para el primer trimestre, la estatal alcanzó un nivel de producción de 384.600 toneladas de cobre, considerando únicamente lo que la empresa extrajo en Chuquicamata, Radomiro Tomic, Salvador, Andina, El Teniente y Minera Gaby. Es decir, sin contar El Abra ni la participación que la empresa tiene a través de su filial Acrux en Anglo American Sur (Los Bronces). Tampoco suma la maquila de minerales de terceros. De hecho, cercanos a la estatal plantean que lo que hace Glencore Xstrata es sumar producciones distintas e incluso, hacerlo dos veces. Esto, porque la chilena nunca suma el mineral de terceros con la producción propia, porque, en su visión, se trata de cosas distintas. En Codelco plantean que el mineral de terceros es contabilizado por la dueña del mineral, por lo que, técnicamente, no puede ser atribuida a ellos. "De haberlo hecho así, en 2012 habríamos superado las 2 millones de toneladas, que no fue lo que informamos", subrayó la fuente.
Aún con estos antecedentes, para alcanzar los niveles informados por Glencore Xstrata, Codelco debería dar un salto sustancial respecto de lo que hizo el primer trimestre de 2012, de más de 100 mil toneladas, respecto del volumen del primer trimestre del año pasado, cuando alcanzó una producción propia de 373 mil toneladas a lo que se agregan ventas de cobre de terceros de 42 mil toneladas. De hecho, en la corporación plantean que según sus estudios, Codelco mantendrá el primer lugar en el mercado mundial del cobre por los próximos doce años, cuando alcance un nivel de producción propia de 2,5 millones de toneladas. Esto, una vez que estén construidos y operativos los proyectos estructurales, en los que la empresa está invirtiendo US$27 mil millones. Ventas versus eficiencia Una fuente de la industria plantea que parte importante de la producción de la gigante con sede en Suiza se comercializa con la marca Glencore Xstrata, por lo que tiene un mayor peso que la estatal chilena. Esto es particularmente importante a la hora de negociar contratos con grandes clientes. En ese caso, lo que se estaría comparando serían ventas versus producción. Allí, de acuerdo con las cifras disponibles hasta ahora, Glencore Xstrata se impondría sobre la estatal chilena.
Lo cierto es que esta discusión abre un debate aún más interesante. ¿Cómo puede competir Codelco con estos gigantes fusionados, con empresas que tienen un valor de US$86 mil millones y que, además, participan en distintos mercados? Según el ex ministro de Minería y actual el director de la Escuela de Minería y Recursos Naturales de la Universidad Central, Santiago González (ver entrevista en página siguiente), estos grandes conglomerados tienen como objetivo aprovechar las sinergias de la operación conjunta, buscando la eficiencia operacional y la reducción de costos. Prueba de ello es que Glencore Xstrata informó que las sinergias que produciría la fusión entre ambas empresas alcanzarían los US$500 millones, situación que le permite reducir costos, ítem en el cual Codelco ha tenido varias dificultades en el último tiempo. El académico del Departamento de Ingeniería en Minas de la Universidad de Chile, Aldo Casali, plantea que la corporación tiene una camisa de fuerza, que es el hecho de tener que entregar todos sus ingresos al Estado de Chile, sin poder determinar la utilización de parte de sus ganancias para financiar sus proyectos de inversión, como sí pueden hacerlo sus competidoras. "Si Codelco pudiera disponer de una manera fija y conocida de una parte de los recursos para inversiones sería posible actuar en todos esos frentes: proyectos propios, adquisiciones y fusiones, aumentando el valor futuro para todos los chilenos y no solamente destinarlo a resolver los problemas y necesidades actuales. Esto no es un problema de estructura, es un problema político: ¿estamos como sociedad dispuestos a aminorar nuestros gastos actuales para potenciar mayores ingresos futuros?", dice. Tanto Casali como González coinciden en que Codelco vive un momento complejo por el envejecimiento de sus yacimientos y la urgencia por financiar los proyectos estructurales. "A pesar de aquello, Codelco cuenta con una excelente cartera de proyectos que, de concretarse podrían volver a situarla en el top de la lista", agrega Casali. El tema es si va a poder contar con los recursos para desarrollarlos como se necesita. En caso de que no lo consiga, su "top one" en producción se vería seriamente amenazado. Costos de la estatal, por sobre Los Bronces, Pelambres o Esperanza Los costos de producción, y los esfuerzos para reducirlos en el corto plazo, constituyen hoy la preocupación central de la industria minera nacional, tanto privada como estatal. Al realizar una comparación entre los datos informados a distintos entes reguladores por algunas de las principales mineras que operan en el país, ya sea a la SVS o el que fue dado a conocer en las memorias anuales, se puede señalar que en prácticamente todas las operaciones existe un alza de costos, salvo contadas excepciones que se relacionan, en su mayoría, con proyectos de ampliación que permitieron mejorar la capacidad productiva de las faenas y que han sido puestos en marcha en los últimos meses. En el caso de Codelco, la minera informó un costo C1 (que incorpora el costo de mina, costo de planta, gastos generales, costo de fundición, refinación y fletes y excluye el costo de casa matriz, además de reducir el crédito por subproductos), de US$1,63 como promedio para todas sus operaciones. La cifra es levemente superior a los US$1,624 que es el promedio a nivel nacional de toda la industria, de acuerdo con los datos proporcionados por el sector. Eso sí, Codelco supera a varias de las operaciones de gran tamaño con las que compite, como es el caso de Los Bronces (US$1,45 por libra), Los Pelambres (US$0,859 por libra) o Esperanza, que alcanza el nivel más bajo con US$0,66). Por contrapartida, Chuquicamata cerró 2012 con un costo C1 de US$1,93 por libra, en el rango alto de los costos del sector. La baja de sus leyes, lo que afecta su productividad, explica esta situación.
Aún con estos números, Codelco supera el resultado de varias operaciones más pequeñas, como es el caso de Mantos Blancos (Angloamerican) y Michilla (Antofagasta Minerals) que llegan a un costo cercano a los US$3 por libra, lo que acota los márgenes de rentabilidad en el actual escenario de un precio más cerca de los US$3 por libra. Esto se suma a un incremento marcado de este indicador, el que en términos relativos las afecta a todas por igual. Aún así, hay algunas mineras que muestran costos a la baja, aunque no son muchas.
En este último grupo figuran, por ejemplo, la mina El Soldado, de Angloamerican, que redujo su costo C1 desde US$2,65 por libra en 2011 a US$2,43 en 2012, lo que implica una caída de 8% entre un período y otro. Igualmente presenta una baja el costo C1 de Minera Esperanza, de Antofagasta Minerals, que pasó de US$0,83 en 2011 a US$0,66 en 2012, una caída de 21%.
Fuente / Pulso |