| |||||
Por María José Gómez "Tensa calma". La frase, aunque manida, es la que mejor refleja el ambiente en el Gobierno tras el sorpresivo cambio del vocero de Palacio. Y es que, sienten, el regreso de Francisco Vidal al Comité Político da un "respiro" frente al siempre latente cambio de gabinete: no sería "nunca en diciembre", evalúan quienes se atreven a hacer pronósticos, "pues el Gobierno no puede andar cambiando ministros todas las semanas". Sin embargo, anticipan, será un período cargado de nerviosismo, especialmente cuando ya circulan versiones de que el ex presidente del directorio de TVN regresó al Ejecutivo para afinar una "cirugía mayor" en el equipo ministerial. Lo cierto es que mientras el tema del gabinete decanta, en los partidos ya tienen puestos todos los ojos en la "nueva Moneda" y en cómo se reacomodan en este escenario los otros dos integrantes del Comité Político. Aquí, cada uno saca sus cuentas. Mientras varios socialistas destacan el "nexo" entre Vidal y el titular de la Segpres, José Antonio Viera-Gallo -el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, carta presidencial favorita de los dos secretarios de Estado-, en la DC miran con cautela la posición en que queda su "camarada" Belisario Velasco, con el cual la mesa de Soledad Alvear no se siente para nada representada. El temor a la "cirugía" y a la "tríada" ¿A qué viene Vidal y con qué aliados? Pese al año ocho meses que el ministro pasó a la cabeza del directorio de TVN -en una polémica gestión, donde más de una vez se le recriminó su excesiva "locuacidad" y se le llamó a bajar decibeles en su permanente defensa pública al gobierno de Lagos-, Vidal se mantuvo "políticamente activo", y mucho. Conocidos eran en el canal sus frecuentes almuerzos. Ellos convocaban desde dirigentes empresariales y "amigos" de la Concertación y también de la oposición, hasta sus conspicuos compañeros del curso VIP de reservistas que hizo en la institución que es su debilidad como ex cadete, el Ejército. Y precisamente, la visión que les transmitió a varios de los comensales del comedor de la presidencia de TVN es lo que hoy inquieta a varios en el gobierno. En los últimos meses, aseguran, se había acentuado su visión de que se necesitaba una "cirugía mayor" en el gabinete. Incluso, en el PPD comentan que era partidario de un cambio "total" en el equipo político y de sacar a un poderoso contingente de secretarios de Estado sectoriales. Y es que la gran preocupación que transmitió Vidal en varias de estas "tertulias" fue la falta de una agenda clara del Gobierno para los dos últimos años, especialmente con miras a los tres desafíos electorales que vienen: las municipales de 2008 y las presidenciales y parlamentarias de 2009. El principal déficit que veía era la falta de un virtual "calendario de inauguraciones", al estilo de los implementados en la era Lagos, para enfrentar estos comicios. Por eso, algunos creen que en su mira pueden estar carteras que han sido criticadas por esto mismo -como el MOP, donde se ha acusado paralización de las grandes obras y concesiones- y también los bien evaluados -como Vivienda, donde se reconocen grandes avances en la construcción de casas sociales, pero varios critican con ironía que "el problema es que el país no se entera"-. La incógnita es qué postura asumirá Vidal ya instalado en la oficina de la Segegob. En los partidos están convencidos -dado su crítico diagnóstico previo, en calidad de "outsider" del Gobierno- de que el flamante ministro no habría asumido en este cuadro sin pedir antes "supra-poderes" frente al reacomodo ministerial, post informe del Transantiago y cuando se haya resuelto la petición de expulsión de Adolfo Zaldívar en la DC. Pero varios que lo conocen refutan esta tesis, recordando la "irrestricta" lealtad y completa disposición que siempre ha manifestado para colaborar al servicio de lo que la Presidenta defina. Sin embargo, es precisamente en esta cercanía con Bachelet y con su círculo más íntimo donde muchos ven el verdadero poder que puede adquirir el vocero. Incluso, ya es mirada con temor la posible "tríada" que se constituiría tácitamente en Palacio y que puede zanjar el espinudo tema. Conocida es la estrechísima relación de Vidal con su "ahijado" político en el PPD, el hoy decisivo jefe de gabinete de la Mandataria, Rodrigo Peñailillo, con quien desde fuera ya hizo más de alguna "operación". La más conocida: el sorpresivo y frustrado nombramiento del PS Francisco Aleuy como miembro del directorio de TVN, propuesta que no prosperó en el Senado y que ambos fraguaron sin consultar previamente con el entonces ministro, Ricardo Lagos Weber. Más desconocidos son sus vínculos con el influyente jefe de la Secretaría de Comunicaciones, Juan Carvajal, con quien mantiene una relación "cordial". Si bien no son cercanos, más de una vez conversaron en los últimos meses e, incluso, una vez se juntaron a almorzar. Sin embargo, esta relación es mirada con atención por varios en el Gobierno, que hacen notar que hasta ahora Carvajal ha tenido una decisiva influencia en varias actuaciones de la Presidenta -como el recordado "cartillazo" a los ministros-, y sin contrapeso alguno. "Conociendo a Vidal", acotan, él va a querer ser el "jefe real" de la política comunicacional del Gobierno. Por eso, dicen con ironía, "vamos a ver hasta dónde dura esta alianza tácita y cuándo es el primer enfrentamiento por quién tiene el poder". Las dudas del Comité Político La segunda pregunta que quedó en el ambiente es ¿cómo se va a reacomodar el Comité Político? Aunque no hay una respuesta definitiva -hoy fue su primer encuentro formal-, en Palacio ya se sacaron rápidamente varias cuentas. Con el titular de la secretaría de la Presidencia, el PS José Antonio Viera-Gallo, Vidal no tiene una relación especialmente cercana. Sin embargo, acotan quienes conocen a los dos ministros, hay un "nexo" que los une: ambos tienen como favorito para la carrera presidencial a Insulza, y el secretario general de la OEA "los ha acercado" en los últimos meses. De hecho, cuentan que han compartido en varias de las reuniones sociales que ha tenido el "Pánzer" en sus visitas a Chile, en las cuales siempre se aloja en la residencia del titular de la Segpres, incluso mucho antes de que Viera-Gallo entrara al Gobierno. En el caso de este último, su adhesión a la postulación de su amigo y ex Mapu es abierta. Vidal, en cambio, ha dicho que le encantaría que fuera Presidente, pero dejando en claro que si su ex jefe, Ricardo Lagos, decide repostular a La Moneda, contará con su total e irrestricto respaldo. Sin embargo, en el entorno de la Segpres también hay varios resquemores frente a este vocero "omnipresente" que opina de todo. En ese sentido, temen que "cope espacios" y que irrumpa como actor en el tema que le toca a Viera-Gallo: la relación con el Parlamento. Especialmente, "que intente tomar la interlocución con la Alianza", donde Vidal se jacta de tener "amigos", como Juan Antonio Coloma, y relaciones fluidas con Alberto Espina y Andrés Chadwick. Pero lo que genera más expectación es la forma en que Vidal convivirá con la cabeza del Comité Político, especialmente luego de que Belisario Velasco partiera rayando la cancha y dijera, apenas había jurado el nuevo vocero, que el jefe político del gabinete era él. Algunos creen que aquí puede haber un choque de poderes. En todo caso, acotan, más que la llegada del nuevo ministro, lo que complica a Belisario es la actitud de su partido, la DC, respecto de su gestión. Archiconocida es la distancia que tiene con él, un hombre del "freísmo", la mesa de Soledad Alvear (y que regularmente se encarga de hacer pública, con ácidas críticas, el senador Jorge Pizarro). Y, resaltan, los resquemores se habrían acentuado con la serie de especulaciones de una candidatura interna de Eduardo Frei para disputarle la conducción partidaria a Alvear, a lo que se suman los dos encuentros públicos que el presidente del Senado tuvo esta semana con Adolfo Zaldívar y el que tuvo el propio ministro con el "colorín", que indignó a la mesa DC. En este cuadro, se multiplican las versiones de que la directiva falangista estaría presionando por tener en Interior a un "hombre de su confianza" y, de hecho, han vuelto a circular los nombres del alcalde de Valparaíso, Aldo Cornejo, y del ex ministro y hoy miembro del directorio de TVN, Edmundo Pérez Yoma. Con este último, Vidal había entablado una muy buena relación en el par de meses que alcanzaron a compartir en el canal estatal. También se ha agregado a la lista el actual presidente del Consejo de Defensa del Estado, Carlos Mackenney, quien junto con el vocero es parte del núcleo duro bacheletista, el mismo que se juntaba a guitarrear con Bachelet en su época de ministra de Defensa y en el que también participaba Nicolás Eyzaguirre. Sin embargo, otros afirman todo lo contrario. Pese a la distancia con Belisario, algunos están en la postura de "no pedirle nada a la Presidenta", pues no hay una buena evaluación de cómo le está yendo al Gobierno y la llegada de Vidal les da un mejor margen para "tomar distancia". De hecho, ya han hecho trascender la preocupación por el rol que éste puede jugar en la presidencial, jugado por un Lagos o un Insulza, y que la gran perjudicada sea Alvear. A ello se suma una cuenta que no le perdonan transversalmente en el partido y que ya recordaron con fuerza los "colorines". Acusan a Vidal de haber "operado" desde el gobierno en la era Lagos para favorecer a candidatos PS-PPD, lo que habría hecho a la DC perder varios diputados en 2001. "Y no estamos dispuestos a aceptar que ello ocurra de nuevo", sentencian. El gran "haber" de Velasco y Viera-Gallo son los acuerdos en Seguridad y Educación que, respectivamente, sellaron con la oposición. Está por verse qué inclinará la balanza. |
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
www.Consultajuridicachile.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
Renato Sánchez 3586
teléfono: 5839786
e-mail rogofe47@mi.cl
Santiago-Chile