ENERGIA NUCLEAR:
La primavera nuclear
La opción nuclear sigue ganando adeptos entre los estados miembros de la Unión Europea y entre los países en vías de desarrollo con grandes necesidades energéticas .
JOSÉ SIERRA. BRUSELAS. El pasado año 2007 representó un vuelco en la percepción negativa que había sobre la energía nuclear, según explica Santiago San Antonio, un español que desde hace dos años ocupa la dirección general de Foratom, el foro que representa a la industria nuclear europea. Frente al invierno nuclear, parece surgir una primavera nuclear, una "dulce primavera", adjetiva San Antonio, que habla también del "fin del tabú nuclear". "Hace un año ningún político se atrevía a hablar de lo nuclear y ahora hay un consenso casi unánime sobre la necesidad de mantener e incluso potenciar este tipo de energía", recuerda Santiago San Antonio.
"Si pensamos en cómo era la situación hace diez años, la percepción de lo nuclear ha cambiado radicalmente", confirma Alejo Vidal Quadras, eurodiputado y vicepresidente del Parlamento Europeo, donde participa en la Comisión de Industria, Investigación y Energía y en la de Cambio Climático.
Las razones para el cambio de actitud que se ha producido en la clase política y también entre la ciudadanía de algunos países europeos son variadas y a veces complejas, aunque sobresalen dos: la preocupación por el cambio climático y el temor a una dependencia excesiva del suministro de gas y petróleo agravado por los disparatados precios que han alcanzado los combustibles fósiles.
Pese a los esfuerzos europeos en eficacia energética y energías renovables, las emisiones de CO2 se mantienen muy elevadas y en el año 2030 llegarán a superar en un 10% los niveles de 1990.
Sin embargo, no puede hablarse todavía de unanimidad. En el último Eurobarómetro, la mayoría de ciudadanos europeos se oponía la energía nuclear. Existen actitudes inamovibles con una baja aceptación de la energía nuclear en países como (Austria, Chipre, Malta y Portugal) y un alto nivel de aceptación en Hungría, Suecia (con casi el 80% de apoyo), República Checa y Lituania.
Por el contrario, el efecto Harrisburg y el impacto negativo de Chernobil, los dos grandes accidentes de la industria nuclear, se disipan y el último Eurobarómetro afirma que un 59% de los europeos están convencidos de que las centrales nucleares son seguras. "Las nucleares son necesarias para evitar el agravamiento del cambio climático", asegura Vidal Quadras, que espera "variaciones" en la actitud de rechazo del gobierno Zapatero. Y no solo es un problema europeo: en China se inaugura una central térmica de carbón cada 10 días... Y la India confía en las nucleares para suministrar energía a sus industrias.
"Debemos optimizar nuestras herramientas: más eficiencia energética, mayor contribución de las renovables y mantener e, incluso, aumentar nuestro parque nuclear. De otro modo, los números de Kyoto no salen", concluye Vidal Cuadras, vicepresidente del Parlamento Europeo.
Un año para salir del túnel
En febrero de 2007, Polonia y Lituania firmaron un acuerdo de cooperación para construir una central nuclear en Ignalina.
En junio, la Comisión de Energía del Parlamento Belga publicó un informe en el que recomienda al Gobierno de Bélgica que dé marcha atrás en su política de abandono de la energía nuclear.
En Rumanía sigue abierto el proceso para la elección de las empresas que construirán las unidades 3 y 4 de la central de Cernavoda. En octubre se puso en marcha la unidad 2 de esta misma central.
En diciembre, la Comisión Europea anunció la aprobación del proyecto de la compañía eléctrica de Bulgaria, NEK, para construir dos reactores de diseño ruso en el emplazamiento de la central de Belene.
El 10 de enero, la Comisión Europea presentó un "paquete energético" que reconoce el papel que la energía nuclear "juega en la consecución de los objetivos de la Unión Europea en cuanto a garantía de suministro, el cambio climático y la competitividad".
Ya en febrero de 2008, en Eslovaquia se anunció que Enel, propietario mayoritario de la empresa Slovenske Elektrarne, completará las unidades 3 y 4 de la central nuclear de Mochovce. El gobierno también anunció que considera la construcción de unidades adicionales en la central de Bohunice.
También en febrero, Suiza aprobó su nueva estrategia energética en la que se resalta la necesidad de reemplazar las centrales nucleares existentes por otras nuevas.
En marzo de este año, las compañías TVO y Fortum han pedido en Finlandia la evaluación de impacto ambiental para dos nuevos reactores en Olkiluoto y Loviisa. En 2011 entrará en servicio el quinto reactor del país y el primero de la serie EPR (Reactor Europeo de Agua a Presión).
En abril, el Gobierno de Francia concedió la autorización final para la construcción de un nuevo EPR en Flamanville que estará operativo en 2012. También, en abril, Suecia completó el aumento de potencia la unidad 1 de Ringhals.
El Reino Unido ha publicado un Libro Blanco sobre energía que recomienda la construcción de nuevas centrales. El Parlamento aprobó la construcción de nuevos reactores.
Italia anuncia el fin de la moratoria nuclear y la construcción de un central nuclear por el gobierno.
Holanda proyecta una segunda central nu-
clear, posiblemente en Borssele.
En España, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero aboga por apurar la vida útil de las centrales ya existentes y no considera su opción construir otras nuevas aunque se confiesa "condicionado" por las necesidades energéticas y por las políticas que marque Europa.
"Si pensamos en cómo era la situación hace diez años, la percepción de lo nuclear ha cambiado radicalmente", confirma Alejo Vidal Quadras, eurodiputado y vicepresidente del Parlamento Europeo, donde participa en la Comisión de Industria, Investigación y Energía y en la de Cambio Climático.
Las razones para el cambio de actitud que se ha producido en la clase política y también entre la ciudadanía de algunos países europeos son variadas y a veces complejas, aunque sobresalen dos: la preocupación por el cambio climático y el temor a una dependencia excesiva del suministro de gas y petróleo agravado por los disparatados precios que han alcanzado los combustibles fósiles.
Pese a los esfuerzos europeos en eficacia energética y energías renovables, las emisiones de CO2 se mantienen muy elevadas y en el año 2030 llegarán a superar en un 10% los niveles de 1990.
Sin embargo, no puede hablarse todavía de unanimidad. En el último Eurobarómetro, la mayoría de ciudadanos europeos se oponía la energía nuclear. Existen actitudes inamovibles con una baja aceptación de la energía nuclear en países como (Austria, Chipre, Malta y Portugal) y un alto nivel de aceptación en Hungría, Suecia (con casi el 80% de apoyo), República Checa y Lituania.
Por el contrario, el efecto Harrisburg y el impacto negativo de Chernobil, los dos grandes accidentes de la industria nuclear, se disipan y el último Eurobarómetro afirma que un 59% de los europeos están convencidos de que las centrales nucleares son seguras. "Las nucleares son necesarias para evitar el agravamiento del cambio climático", asegura Vidal Quadras, que espera "variaciones" en la actitud de rechazo del gobierno Zapatero. Y no solo es un problema europeo: en China se inaugura una central térmica de carbón cada 10 días... Y la India confía en las nucleares para suministrar energía a sus industrias.
"Debemos optimizar nuestras herramientas: más eficiencia energética, mayor contribución de las renovables y mantener e, incluso, aumentar nuestro parque nuclear. De otro modo, los números de Kyoto no salen", concluye Vidal Cuadras, vicepresidente del Parlamento Europeo.
Un año para salir del túnel
En febrero de 2007, Polonia y Lituania firmaron un acuerdo de cooperación para construir una central nuclear en Ignalina.
En junio, la Comisión de Energía del Parlamento Belga publicó un informe en el que recomienda al Gobierno de Bélgica que dé marcha atrás en su política de abandono de la energía nuclear.
En Rumanía sigue abierto el proceso para la elección de las empresas que construirán las unidades 3 y 4 de la central de Cernavoda. En octubre se puso en marcha la unidad 2 de esta misma central.
En diciembre, la Comisión Europea anunció la aprobación del proyecto de la compañía eléctrica de Bulgaria, NEK, para construir dos reactores de diseño ruso en el emplazamiento de la central de Belene.
El 10 de enero, la Comisión Europea presentó un "paquete energético" que reconoce el papel que la energía nuclear "juega en la consecución de los objetivos de la Unión Europea en cuanto a garantía de suministro, el cambio climático y la competitividad".
Ya en febrero de 2008, en Eslovaquia se anunció que Enel, propietario mayoritario de la empresa Slovenske Elektrarne, completará las unidades 3 y 4 de la central nuclear de Mochovce. El gobierno también anunció que considera la construcción de unidades adicionales en la central de Bohunice.
También en febrero, Suiza aprobó su nueva estrategia energética en la que se resalta la necesidad de reemplazar las centrales nucleares existentes por otras nuevas.
En marzo de este año, las compañías TVO y Fortum han pedido en Finlandia la evaluación de impacto ambiental para dos nuevos reactores en Olkiluoto y Loviisa. En 2011 entrará en servicio el quinto reactor del país y el primero de la serie EPR (Reactor Europeo de Agua a Presión).
En abril, el Gobierno de Francia concedió la autorización final para la construcción de un nuevo EPR en Flamanville que estará operativo en 2012. También, en abril, Suecia completó el aumento de potencia la unidad 1 de Ringhals.
El Reino Unido ha publicado un Libro Blanco sobre energía que recomienda la construcción de nuevas centrales. El Parlamento aprobó la construcción de nuevos reactores.
Italia anuncia el fin de la moratoria nuclear y la construcción de un central nuclear por el gobierno.
Holanda proyecta una segunda central nu-
clear, posiblemente en Borssele.
En España, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero aboga por apurar la vida útil de las centrales ya existentes y no considera su opción construir otras nuevas aunque se confiesa "condicionado" por las necesidades energéticas y por las políticas que marque Europa.
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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