La competencia entre el iPhone y el BlackBerry, en el NYT
Posted: 28 Apr 2008 12:15 PM CDT
En su momento, incluso antes de salir al mercado, el análisis del iPhone fue uno de los temas que incorporé rápidamente en mis sesiones con ellos. Desde mi punto de vista, el problema venía precisamente de uno de los aspectos en los que incide el artículo: la orientación de RIM hacia sus clientes corporativos, lo que le obligaba a mantener un enfoque enormemente fuerte en aspectos como la seguridad. Era esa vocación por la seguridad la que evitó que durante mucho tiempo existiesen en los terminales BlackBerry funciones que era ya habituales en los terminales de otros fabricantes, como cámaras, Bluetooth de datos (el de RIM estaba originalmente orientado únicamente a la conexión con un manos libres), o tarjetas de memoria externas, consideradas como una amenaza a la seguridad corporativa. Algunos de estos aspectos mejoraron un poco cuando RIM lanzó su línea orientada a usuarios individuales y mercado de consumo, con modelos como Pearl o Curve, pero es precisamente en estos colectivos donde el fenómeno iPhone tiene una tracción especialmente importante. La lucha, por tanto, o deja de ser curiosa: mientras Apple necesita convencer al usuario corporativo de la seguridad de su iPhone, pero no tiene problema convenciendo al usuario individual de la usabilidad de su terminal, a RIM le pasa exactamente lo contrario: no tiene problemas convenciendo al usuario corporativo, donde se ha convertido en casi un estándar, pero no pinta bien frente al iPhone en aspectos como navegación web y disponibilidad de aplicaciones para el mercado de consumo.
Para RIM, parte del problema proviene del desplazamiento del mercado de smartphones: de ser un gadget de uso fundamentalmente corporativo, a contar cada vez más con un número más elevado de usuarios en el mercado de consumo interesados por navegar y acceder a otras funciones y elementos en la web. Pero donde por un lado, la tarifa plana por la que RIM obliga a pasar a los operadores supone un atractivo importante al permitir una navegación despreocupada del taxímetro, por otro, el usuario se ha ido haciendo cada vez más exigente, y la limitada pantalla y protocolos de navegación del BlackBerry (falta soporte para Flash, algunas funciones de Java, y determinadas funciones, como la interpretación de hojas de estilo, imágenes de fondo , Javascript, tablas HTML, etc. se encuentran desactivados en la configuración original, lo que no compara demasiado bien con la experiencia de Safari en el iPhone a pantalla completa. La multimedia, a pesar del esfuerzo realizado en las últimas versiones, sigue palideciendo frente a la experiencia del iPhone. Y en la WiFi, tres cuartos de lo mismo: mientras conectarse con el iPhone es cuestión inmediata en el más genuino estilo Apple, el mismo proceso en un BlackBerry resulta habitualmente bastante más engorroso.
El artículo menciona algunos de los puntos más interesantes: los dispositivos de entrada - un teclado hiper-optimizado en el caso del BlackBerry frente a la pantalla táctil del iPhone - hacen que los usuarios avanzados del primero tendamos a resistirnos a la transición al segundo, como fue mi caso cuando lo probé: era simplemente incapaz de obtener una productividad mínimamente parecida en la interfaz del iPhone con respecto a la que tenía en el BlackBerry, sobre todo en el caso de los dispositivos de teclado completo (los provistos de SureType, como la Pearl, los descarté tras una primera prueba cuando fueron lanzados… aunque es un desarollo tecnológicamente bastante logrado en su usabilidad, no son para mí, yo soy decididamente de teclados completos). Y el otro tema, para mí clave, es el de la apertura: para RIM resulta crucial responder de una manera más ambiciosa a la estrategia de plataforma planteada por el iPhone, y mi impresión es que la única manera posible es hacerlo mediante un grado de apertura superior, que en cualquier caso deberá convertirse en la norma una vez que llegue la competencia con el tercero en discordia, el Android de Google (nótese que, al igual que el autor del artículo del NYT, considero un competidor de más entidad al todavía inexistente Android de Google que a una plataforma como Windows Mobile, que tras años en el mercado no ha conseguido ni la más mínima implantación efectiva en lo tocante a cuota de navegación). Un nivel de apertura que redunda en el número de aplicaciones existentes para uno y otro dispositivo: frente a la inicialmente tímida apertura del BlackBerry, el iPhone ha conseguido todo un ecosistema de aplicaciones de terceros en los pocos meses que lleva en el mercado, un logro sumamente significativo. En el caso de BlackBerry, que ha definido el trabajo con desarrolladores como completamente estratégico, la plataforma parece mostrar algunos síntomas de falta de dimensionamiento particularmente notorios cuando se usan aplicaciones de terceros, algo que puede verse igualmente en el iPhone al usar, por ejemplo, aplicaciones como Fring. En breve, podremos ver el resultado que RIM obtiene con el lanzamiento de su modelo 3G, de nombre interno Meteor, y cómo resulta en uno de sus aspectos clave: el consumo de recursos. Una guerra, la del 3G, en la que iPhone también parece estar a punto de poner en el mercado su alternativa de cara a la entrada en algunos mercados estratégicos como Japón.
Una dinámica competitiva sin duda interesante. En breve, en el próximo Wireless Enterprise Symposium de Orlando (WES 2008), tendré si todo va bien la oportunidad de plantear algunas de estas preguntas al propio fundador de RIM. Ya contaré…
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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