Internacional | 22.07.2007
Guerra de nervios en Afganistán
Informaciones y desmentidos se suceden en torno a los rehenes alemanes en Afganistán, uno de los cuales a todas luces murió. También persiste la incertidumbre en cuanto a 23 ciudadanos sudcoreanos secuestrados.
La muerte de uno de los dos alemanes que fueron secuestrados el pasado miércoles en Afganistán Pareció convertirse en certeza cuando se anunció este domingo el hallazgo del cadáver. Sin embargo, el jefe policial de la provincia de Wardak, Mohamed Hewasali Maslum, negó poco después en declaraciones a Reuter haber entregado dicha información, que otras agencias le habían atribuido horas antes. Nada se sabe tampoco acerca de la suerte corrida por el otro rehén alemán, si bien se conserva la esperanza de que siga con vida, pese a que un portavoz de los talibanes había anunciado en la víspera la muerte de ambos cautivos.
Incógnitas sin despejar
En suma, la confusión es grande y convierte el drama de los rehenes en una guerra de nervios. En Berlín, una portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania indicó que el equipo de emergencia mantiene en estrecho contacto con el gobierno afgano y sigue esforzándose por superar la crisis. Las informaciones concretas no son más amplias. Y varias interrogantes permanecen abiertas. En primer lugar, se desconocen las causas directas del probable deceso del rehén, que la edición 
Otra versión procedente de Afganistán indica que el rehén alemán habría muerto de un ataque al corazón. En cambio, un periódico indica que el cadáver presentaba heridas de bala. En todo caso, el gobierno alemán duda de los mensajes del portavoz talibán, según el cual ambos alemanes fueron ejecutados debido a que Alemania no cumplió la demanda de retirar a sus tropas de suelo afgano.
Rehenes sudcoreanos
#b#Paralelamente, se mantiene la incertidumbre acerca de la situación de los 23 sudcoreanos secuestrado el jueves en Afganistán. También en su caso los extremistas han amenazado con ejecutarlos si no se libera a igual número de talibanes encarcelados. Y también con respecto a ellos hay informaciones contradictorias. Desde ya, fue desmentida una información de agencias de prensa en cuanto a que se estaba preparando una operación de rescate.
En el plano político al que apuntan las demandas de los secuestradores, la situación de Corea del Sur difiere de la de Alemania. Según se indicó este domingo en Seúl, ya están en marcha los preparativos para la retirada del pequeño contingente militar sudcoreano de Afganistán, que tomará 5 o 6 meses. Se subraya, eso sí, que la decisión había sido tomada con anterioridad al secuestro. En Berlín, en cambio, tanto la canciller Angela Merkel como el jefe del partido socialdemócrata, integrante de la coalición de gobierno, manifiestan su decisión de mantener a las tropas alemanas en Afganistán y abogan por prolongar su misión en ese país.
Rodrigo González Fernádez
Renato Sánchez 3586 of. 10
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