La gran polémica que estalló ayer en la Cumbre Iberoamericana se venía preparando desde el viernes cuando Hugo Chávez insistió en descalificar al ex Presidente español, José María Aznar, llamándolo fascista. Poco antes de la sesión final de la asamblea de Mandatarios, el actual Jefe del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió respeto a su predecesor. Y luego, durante la reunión, advirtió no culpar a factores externos de la falta de progreso, en una clara alusión a los reproches de Chávez y otros presidentes a las acciones de EE.UU.
"Vamos a las cosas concretas a las acciones concretas, sabiendo y asumiendo que cómo estemos dentro de un año o de diez dependerá de nosotros mismos, de nuestros aciertos. Es la grandeza de la responsabilidad democrática. (...) Ningún imperio nos va a solucionar (nuestros problemas) ni el de ahora, ni el de antes, ni el que viene", dijo al cierre de su intervención.
"No debemos caer en el error de minimizar los factores externos como aquí se ha dicho", dijo Chávez tras pedir la palabra para responder a Zapatero. Después de un recorrido en el que volvió a mencionar a Salvador Allende, la injerencia política de Estados Unidos en Latinoamérica y lo que llamó la "dictadura mediática" impuesta por cadenas internacionales, la Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), volvió a insultar a Aznar.
"Ayer lo dije y lo repito: ese señor es un fascista", declaró antes de recordar un episodio en el que el ex Presidente español le habría invitado a incorporarse al "club del primer mundo", sugiriéndole que dejara su amistad con Cuba. Según el venezolano, Aznar al referirse a los países más pobres le dijo "Chávez, esos se jodieron" (sic).
El Mandatario venezolano acusó luego a Aznar de ser "fascista y racista" y de haber apoyado el golpe de Estado en su contra en 2002. "Una serpiente es más humana que un fascista o un racista; un tigre es más humano que un fascista o un racista", remató Chávez.
Zapatero arremetió de inmediato para defender a su predecesor.
"Quiero expresar al Presidente Hugo Chávez que en una mesa en la que hay gobiernos democráticos que representan a sus ciudadanos, en una comunidad iberoamericana que tiene como principios esenciales el respeto", comenzó diciendo Zapatero al tiempo que era interrumpido por Chávez.
"Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica no seré yo el que esté cerca de las ideas de Aznar, pero el ex Presidente fue elegido por los españoles y exijo respeto", añadió.
Mientras el Presidente español intentaba seguir con su réplica en medio de las interrupciones de Chávez, fue el rey quien después de apuntarlo con el dedo inesperadamente dijo:
"¡Por qué no te callas!", espetó Juan Carlos I visiblemente furioso.
La Presidenta Michelle Bachelet interviene entonces para pedir que no hubiera diálogo, insistiendo en que hubo tiempo para exponer sus posiciones.
Chávez no hace caso a Bachelet y sigue discutiendo a Zapatero.
"Presidente Hugo Chávez, creo que hay una esencia y un principio en el diálogo y es que para respetar y para ser respetado debemos procurar no caer en la descalificación. Se puede discrepar radicalmente de las ideas, denunciar las ideas, los comportamientos, sin caer en la descalificación", añadió.
El venezolano vuelve a comentar algo, con el micrófono que estuvo en todo momento apagado.
"Yo lo que quiero expresar es una buena forma de poder trabajar y entendernos en favor de nuestros pueblos que nos respetemos a los representantes democráticos. Y pido, Presidenta Bachelet, que sea una norma de conducta en un foro que representa a los ciudadanos, que respetemos a todos nuestros dirigentes a todos los gobernantes y ex gobernantes de los países que formamos esta comunidad. Creo que es un buen principio y deseo fervientemente que eso sea un código de conducta. Porque las formas dan el ser a las cosas y se puede discrepar radicalmente de todo, respetando a las personas, ése es el principio para que uno luego pueda ser respetado. Y estoy seguro que todos en esta mesa y todos los latinoamericanos quieren que todos los gobernantes democráticos que estamos aquí en representación del pueblo seamos respetados, hoy y mañana. Aunque discrepemos profundamente de las ideas que tengamos", terminó Rodríguez Zapatero, quien recibió un aplauso cerrado de la asamblea.
La palabra la tenía asignada el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, quien reclamó por el pedido de Bachelet a ajustarse a los tres minutos por exposición, como se había acordado.
"Si no dan el derecho a hablar no sirve esta cumbre", dijo Ortega, añadiendo no sólo que no respetaría el tiempo límite, sino que además daría parte de su tribuna al Presidente Chávez.
"El gobierno de Venezuela se reserva el derecho a responder a cualquier agresión, en cualquier lugar, en cualquier espacio y en cualquier tono", fue la advertencia de Chávez durante el tiempo prestado por su colega nicaragüense.
Apoyando la postura venezolana, Ortega volvió a la carga contra Estados Unidos y los europeos, culpando a Europa de respaldar un ataque contra el líder libio Moammar Jaddafi, arrementiendo contra las empresas españolas y acusando el embajador de ese país de injerencia en política interna nicaragüense.
Cada vez más molesto por la presentación de Ortega, el rey se levantó de su puesto y salió de la sala. Trascendió que la Presidenta Bachelet siguió al monarca, para tratar de convencerlo de que regresara al pleno. Tras unos minutos fuera de la reunión, Juan Carlos regresó, visiblemente de mejor ánimo.
(El rey) "no me puede hacer callar"
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, siguió con sus réplicas una vez que terminó la cumbre y aseguró, durante un acto en la universidad privada Arcis que "el Rey será Rey pero no me puede hacer callar".
"Allá él, pero reclamo respeto porque yo soy también un jefe de Estado y electo democráticamente", subrayó Chávez .
"Él es tan jefe de Estado como yo, con la diferencia que he sido electo tres veces", sostuvo.
"Ningún jefe de Estado puede estar mandando a callar a otro, a mí me dijeron después que al rey tuvieron que agarrarlo, que se iba a parar de su asiento, yo no lo vi", comentó.
"No estaba hablando con el rey y él es tan jefe de Estado como yo lo soy, con la diferencia que yo soy electo, he sido electo tres veces con 63%; son tan jefes de Estado el indio Evo Morales como el rey Juan Carlos de Borbón", añadió.
"Estaba diciendo la verdad en la que creo, así que yo no tengo nada que responderle al rey. Allá él", concluyó Chávez, que además afirmó que reiteraba todo lo que había dicho sobre el ex Presidente español, José María Aznar.
En la universidad Arcis, Chávez fue investido como doctor "honoris causa". La entidad fue la encargada de organizar la "Cumbre de los Pueblos," que se celebró de forma paralela a la Cumbre Iberoamericana y que ayer cerró Chávez junto, Evo Morales, Daniel Ortega y el cubano Carlos Lage.
Los agradecimientos de Aznar y la crítica del Partido Popular
El ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, llamó ayer a su sucesor, José Luis Rodríguez Zapatero, para agradecerle la defensa que hizo de él en la Cumbre Iberoamericana ante las críticas que le dirigió Hugo Chávez.
Fuentes del Gobierno español informaron a EFE de esa llamada que recibió Zapatero tras concluir el primer acto de su agenda en Buenos Aires a donde se trasladó al término de la Cumbre.
Aznar agradeció a Zapatero que saliera al paso de las críticas de Chávez y ambos mantuvieron una breve conversación telefónica según las mismas fuentes.
Sin embargo, el Partido Popular (PP) de Aznar responsabilizó a la gestión diplomática de Zapatero del incidente asegurando que lo ocurrido es consecuencia "de la imprevisión, de la negligencia y de la falta de capacidad de actuación" del Jefe de Gobierno español.
"Una vez más, ha tenido que ser el Jefe de Estado", Juan Carlos I, quien "con su actitud de firmeza, buen juicio y servicio al Estado, ha sabido dar una respuesta adecuada a los gravísimos insultos", aseguró el secretario de comunicación del PP, Gabriel Elorriaga.
Jefe del gobierno español: "Espero que sea la última vez"
Tras el incidente en la cumbre, el Presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de "absolutamente inapropiadas e inaceptables" las declaraciones del Mandatario venezolano, Hugo Chávez, sobre el ex Jefe de Gobierno español, José María Aznar.
"El gobierno de España considera absolutamente inapropiado e inaceptable que en un foro democrático de diálogo, en el que existe toda la libertad, existan descalificaciones para personas que han tenido una responsabilidad fruto de la voluntad popular", dijo Zapatero ante periodistas pocos después de que se clausurara la Cumbre.
"Espero que sea la última vez, espero que sea la última vez", repitió enfáticamente Zapatero.
"Construir el diálogo democrático se basa ante todo en el respeto, aunque se tengan las ideas más dispares, aunque se esté en las antípodas", agregó.
Zapatero subrayó que su país "ha respetado, respeta y respetará siempre a todos los gobernantes elegidos democráticamente y por eso exige y exigirá que se respete" a los gobernantes elegidos democráticamente en España.
"Respetar las instituciones es respetar a los ciudadanos, respetar las instituciones es respetar a la comunidad iberoamericana", destacó antes de retirarse de la sede de la Cumbre.
Ex canciller Rangel no justifica exponer la relación bilateral
El ex vicepresidente del gobierno y ex canciller venezolano José Vicente Rangel dijo ayer que no se justifica que José Luis Rodríguez Zapatero exponga la relación de España con Venezuela por alguien como el ex Presidente español.
"No se justifica bajo ningún concepto que Zapatero exponga la relación de España, de su gobierno, con Venezuela por alguien como José María Aznar. Se trata, a mi manera de ver, del funcionamiento de esa inefable institución que es la solidaridad automática", dijo Rangel, en una nota de prensa.
Según citó EFE, Rangel lamentó que el conflicto con el Presidente Chávez al finalizar la Cumbre Iberoamericana surgiera entre "un líder respetable como Zapatero y un auténtico defensor de los latinoamericanos (...) por causa de un personaje siniestro, un auténtico fascista, involucrado como subalterno de Bush en el genocidio iraquí: José María Aznar".
Apuntó, además, que la confrontación puso en evidencia "una nueva correlación de fuerzas", y reseñó que "por primera vez se dicen verdades y se deja de lado el edulcorado lenguaje y las formas de un protocolo anacrónico".
Medios internacionales destacaron roce entre mandatarios en sus páginas web
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