La información es básica para evitar abusos
Son muchos y variados los derechos que asisten a los consumidores, pero, a pesar de ellos, el trato que reciben por parte de algunas empresas sigue siendo abusivo. El problema radica en la mayoría de las ocasiones en la falta de información que tiene el mencionado cliente, lo que le hace vulnerable, porque si no reclama sus derechos no se hacen efectivos.
La telefonía móvil, los talleres de reparaciones de automóviles y la vivienda son los sectores que más reclamaciones suscitan entre los consumidores ante las oficinas de Consumo. Los usuarios cuentan con unas garantías que pueden ser vulneradas por el simple hecho de no conocer sus derechos. Tal es el caso de las garantías, que, ante una avería, rotura o defecto la reparación o cambio del artículo no es reclamado, el cliente pierde su derecho a que sea la tienda en la que ha adquirido el producto la que se haga cargo del coste. En el caso de la telefonía móvil, que se lleva la palma en cuanto a las reclamaciones presentadas, sus clientes deben saber que tienen derecho a darse de baja cuando quieran, siempre que avisen con 15 días de antelación, que la compañía sólo puede cobrar por la baja si el usuario incumple alguna cláusula de permanencia establecida en el contrato; y que si se opta por un cambio de operadora se puede solicitar la posibilidad de conservar el número de teléfono con la nueva compañía.
Sobre las reparaciones de vehículos, lo más habitual es que el taller trate de iniciar el trabajo sin haber realizado un presupuesto o que se intente obligar al cliente a renunciar al mismo, lo que estaría fuera de toda legalidad.
En el ámbito inmobiliario, las mayores dudas surgen en los casos de alquileres de vivienda: quién tiene que pagar los arreglos o mejoras; cuándo se puede subir el precio del alquiler o cuándo tiene derecho el arrendatario a obligar al alquilado a dejar la vivienda son las preguntas más habituales.
Prácticamente todo en materia de consumo está regulado y están perfectamente delimitados tanto los derechos de los consumidores como las obligaciones de las empresas y el conocimiento de los mismos hacen más sencilla, efectiva, igualitaria y justa la relación entre comprador y vendedor. Estar informado, pues, es básico a la hora de comprar, reparar o alquilar y evita el trato abusivo, ya que es un deber que las empresas y establecimientos tengan un trato correcto y, asimismo, es un derecho del consumidor recibir la atención precisa.
La telefonía móvil, los talleres de reparaciones de automóviles y la vivienda son los sectores que más reclamaciones suscitan entre los consumidores ante las oficinas de Consumo. Los usuarios cuentan con unas garantías que pueden ser vulneradas por el simple hecho de no conocer sus derechos. Tal es el caso de las garantías, que, ante una avería, rotura o defecto la reparación o cambio del artículo no es reclamado, el cliente pierde su derecho a que sea la tienda en la que ha adquirido el producto la que se haga cargo del coste. En el caso de la telefonía móvil, que se lleva la palma en cuanto a las reclamaciones presentadas, sus clientes deben saber que tienen derecho a darse de baja cuando quieran, siempre que avisen con 15 días de antelación, que la compañía sólo puede cobrar por la baja si el usuario incumple alguna cláusula de permanencia establecida en el contrato; y que si se opta por un cambio de operadora se puede solicitar la posibilidad de conservar el número de teléfono con la nueva compañía.
Sobre las reparaciones de vehículos, lo más habitual es que el taller trate de iniciar el trabajo sin haber realizado un presupuesto o que se intente obligar al cliente a renunciar al mismo, lo que estaría fuera de toda legalidad.
En el ámbito inmobiliario, las mayores dudas surgen en los casos de alquileres de vivienda: quién tiene que pagar los arreglos o mejoras; cuándo se puede subir el precio del alquiler o cuándo tiene derecho el arrendatario a obligar al alquilado a dejar la vivienda son las preguntas más habituales.
Prácticamente todo en materia de consumo está regulado y están perfectamente delimitados tanto los derechos de los consumidores como las obligaciones de las empresas y el conocimiento de los mismos hacen más sencilla, efectiva, igualitaria y justa la relación entre comprador y vendedor. Estar informado, pues, es básico a la hora de comprar, reparar o alquilar y evita el trato abusivo, ya que es un deber que las empresas y establecimientos tengan un trato correcto y, asimismo, es un derecho del consumidor recibir la atención precisa.
Saludos
Rodrigo González Fernández
Renato Sánchez 3586 of. 10
Telefono: 2084334- 5839786
santiago-Chile
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