Ex RDA: licencia para matar
Un documento prueba lo que muchos dirigentes de la ex RDA se han empeñado en negar: en la frontera que dividía las dos Alemanias existía la orden expresa de disparar a quien intentase huír.
Un documento que prueba que en la frontera entre las dos Alemanias había expresa orden de disparar contra todo el que intentase escapar atiza la polémica y echa sal en una de las heridas abiertas de la historia alemana. Justo para el 46 aniversario de la construcción del muro que dividió entre 1961 a 1989 el territorio alemán en dos, un memorando interno se convierte en prueba irrefutable de que en la República Democrática Alemana a cientos de personas se les disparó en la llamda "zona de la muerte" con licencia.
Un documento se abre camino
"Las armas deben emplearse consecuentemente para detener o liquidar a los traidores. No dude, tampoco si quieren cruzar la frontera con mujeres y niños", se ordena en el documento encontrado en Magdeburgo en los archivos de la Stasi, la temida y omnipresente policía secreta que por décadas vigiló y controló hasta las esferas más íntimas de muchos ciudadanos, no sólo de la ex RDA.
Bild, el diario alemán de mayor tirada, publica hoy el escueto documento, que lleva por título la palabra Auftrag, orden. Éste había sido puesto a disposición de un diario local hacía algunos días. Aunque había sido incluido hace ya diez años en una publicación especializada, hasta este momento se creía que no existía un papel de este calibre. Políticos y dirigentes de la ex RDA siempre negaron que hubiera órdenes de disparar en la frontera. En más de doscientos casos de muerte y miles de casos de heridos, ¿los soldados y el personal de seguridad habría actuado, entonces, por cuenta propia? 
La importancia de revisar la historia
En entrevista a la emisora Deutschlandfunk, Wolfgan Thierse, vicepresidente del Bundestag, puso los puntos sobre las íes: "Es irrelevante si el documento fue encontrado hace diez años o hace tres días. Este papel es importante porque hace ahora muy difícil seguir manteniendo esa mentira". La orden en cuestión estaba destinada a un comando de elite que se mezclaba, anónimamente, con los guardias de la frontera. En su opinión, tampoco esto último le resta importancia: "el documento es una prueba de lo que se sabía por experiencia. Por la cantidad de muertes. Por informes de los fugitivos. Por información de los soldados de la frontera". 
Después de la caída del Muro y la desaparición de la RDA, buena parte de los archivos fue destruida durante el ocaso del régimen comunista. Lo que quedó –decenas de miles de actas y documentos de esta policía secreta- pasaron a manos de una oficina estatal encargada expresamente de revisarlos.
A 17 años de la reunificación, la tarea no ha sido concluida. Aunque no son pocos los que opinan que mantener una oficina estatal especializada en el tema ya no es pertinente, la revisión de la historia –no sólo por los expertos- es, para el gobierno alemán, de importancia capital: "este archivo tiene todavía tareas importantes que cumplir, entre ellas hacer llegar la información de esas actas a la opinión pública y a las víctimas", dice Thierse. Este último caso lo ejemplifica.
Rodrigo González Fernández
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