INTERNACIONAL Argentina quiere ampliar su frontera marítima Por Marcela Valente* - IPS/IFEJ
Las profundidades de la plataforma continental sudamericana alojan grandes riquezas energéticas, minerales y genéticas. Argentina reclamará su parte.
BUENOS AIRES, 30 jul (Tierramérica).- Argentina puede a empujar su límite geográfico hacia el este e incorporar un vasto territorio con recursos energéticos y naturales de valor estratégico bajo el océano Atlántico. Para ello debe demostrar que su plataforma continental supera las 200 millas náuticas.
El suelo de un área de al menos 700 mil kilómetros cuadrados --un tercio de la superficie del territorio continental-- aloja petróleo, gas, minerales y recursos genéticos de alto valor para la industria, reveló en una entrevista un académico que sigue de cerca los estudios técnicos y pidió reserva de su nombre.
Para elaborar una propuesta definitiva de sus fronteras, Argentina creó en 1997 la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla), un equipo técnico intergubernamental que ya recogió 90 por ciento de la información necesaria para demostrar dónde termina exactamente el territorio cubierto por el océano.
Los países ribereños tienen derecho soberano sobre el suelo y el subsuelo del territorio sumergido hasta las 200 millas náuticas, lo que se conoce como zona económica exclusiva, o hasta donde termine su plataforma continental, incluyendo el talud, hasta un máximo de 350 millas. Eso incluye los recursos naturales de la plataforma, no del agua que la cubre.
Los datos obtenidos en laboratorios y campañas marítimas deberán ser presentados antes de mayo de 2009 a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, órgano técnico de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (Convemar), que dará legitimidad a la nueva demarcación.
Argentina es uno de los 119 países que en 1982 firmaron la Convemar, considerada una carta constitucional para los océanos, y a la que se adhirieron hasta ahora 155 Estados. Los firmantes resolvieron otorgar un plazo de 10 años a los que quieran presentar sus propuestas de fijación de límites de la plataforma continental, contando desde 1999.
Según los estudios preliminares en Argentina, el margen continental de este país se extiende hasta las 350 millas náuticas en algunas áreas, y en otras superaría ese límite. "La pretensión va a ser aprobada sin perjuicio de que se pueda discutir si se fija el límite cinco millas más allá o más acá", confió la fuente.
Entrevistado para este artículo, el geólogo marino Salvador Aliotta, investigador del Instituto Argentino de Oceanografía, explicó que las 200 millas estipuladas para la soberanía de los países ribereños sobre el mar "constituyen un límite geográfico, no geológico".
"El hecho de que haya una capa de agua sobre el terreno marca apenas un instante en la historia geológica, pero el continente se prolonga bajo el mar y todo lo que hay en el suelo y el subsuelo del territorio continental puede hallarse también bajo el suelo marítimo", añadió Aliotta.
El experto recordó que varias empresas petrolíferas ya explotan cuencas de hidrocarburos en aguas argentinas, de las que extraen petróleo y gas, y anticipó que se explora también la posibilidad de extraer gas metano congelado, un combustible localizado a más de mil metros de profundidad.
Pero en las profundidades marítimas hay también otros minerales: hierro, zinc y otros de uso industrial estratégico, como nódulos polimetálicos de manganeso, costras de cobalto o sulfuros, cuya explotación se hace más posible a medida que se desarrolla la tecnología, dijo.
La nueva jurisdicción no incorporará la columna de agua y, por lo tanto, tampoco los recursos pesqueros de la zona. Sin embargo, hay recursos vivos que forman parte del lecho marino.
En algunas zonas no muy profundas hay especies que viven en contacto con el lecho, como los mejillones (Mytilidae) o las vieiras (Pectinidae). Pero también hay áreas de recursos genéticos con un gran potencial de aprovechamiento en la industria farmacéutica, explicó la fuente cercana al informe.
Es necesario ser muy cautos con estas especies "extremadamente poco conocidas", dijo al ser entrevistado el médico Claudio Campagna, del Centro Nacional Patagónico, y director ejecutivo del proyecto Modelo del Mar, de conservación sustentable del mar Patagónico.
"Los ambientes bentónicos --sobre el lecho-- más allá de las 200 millas son desconocidos desde la perspectiva de la biodiversidad, pero se espera que justamente por ello tengan un profundo valor para la biología", alertó Campagna, biólogo doctorado en la Universidad de California.
"En el talud existen cañones transversales que unen la plataforma con la cuenca oceánica, que requieren ser evaluados desde la perspectiva de la diversidad y la conservación", ejemplificó.
Pero para el experto, colocar estos recursos bajo jurisdicción argentina puede ponerles un marco administrativo más estricto al que tienen hoy como parte de las aguas internacionales.
"El estado actual de las cosas no facilita el control. En cambio, en el marco de los intereses soberanos se logran avances que son más difíciles en el difuso escenario de las aguas internacionales", explicó.
"Esto podría ser beneficioso sólo si sobre estos recursos se opera privilegiando la relevancia biológica", pero "como éste no ha sido el caso hasta ahora en el mundo, el resultado seguirá siendo incierto", opinó.
Igual que Argentina, otros países ribereños preparan sus presentaciones ante la Convemar. Uno de ellos es Gran Bretaña, que no sólo planteará su pretensión de extensión de límites sobre la plataforma que rodea a sus islas, sino también en torno al archipiélago de Malvinas, en disputa de soberanía con Argentina.
Las islas que Argentina reivindica como propias están ocupadas por Gran Bretaña desde el siglo XIX. Según los estudios técnicos, las Malvinas están dentro de la plataforma continental argentina. El informe de la Copla no se pronunciará respecto de este asunto.
La comisión, integrada por funcionarios de la cancillería, el Ministerio de Economía y el Servicio de Hidrografía Naval, se limita a un trabajo técnico, pero sus informes y la respuesta internacional no podrán eludir el conflicto de soberanía. * Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales). |
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