La cosecha de soja se podría beneficiar.
El fenómeno climático conocido como "El Niño" produjo cuantiosas pérdidas económicas en América Latina en el pasado. Pero ante su posible retorno, algunos observan que la región está mucho mejor preparada económicamente para afrontar la corriente y habrá países que incluso se beneficiarán con su paso.
Un informe de la calificadora de riesgo Moody's señala que la mayor solidez fiscal de las naciones más expuestas -Brasil, Colombia, Panamá, Perú, Chile, Paraguay y Uruguay- hace que puedan afrontar mucho mejor los costos de infraestructura y emergencia que puede producir El Niño.
Según Gersan Zurita, vicepresidente de Política Crediticia de Moody's, el impacto económico-climático variará mucho de acuerdo con las regiones.
"Perú, máximo productor de aceite y harina de pescado, es el que está más expuesto a un impacto negativo, pero algunas regiones de Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile podrían beneficiarse", le dijo a BBC Mundo.
Niño bueno
Los expertos estiman que desde 1950 El Niño ha ocurrido con intervalos de entre cuatro y diez años.
La última vez fue en 2010, y el informe de Moody's calcula que hay entre 70% y 80% de probabilidad de que vuelva a producirse este año.
"En algunas naciones el impacto de una fuerte ocurrencia de El Niño puede ser una sequía, pero en otras ocurre un aumento de las precipitaciones. Este aumento puede favorecer a un país como Chile que viene experimentando sequías. Sería un estímulo para la producción agrícola chilena y para superar cuellos de botella en el suministro energético"
El impacto real de este aumento en la temperatura del Océano Pacífico, en especial cuando viene seguido por La Niña, que es el fenómeno opuesto (caída de la temperatura), dependerá de la intensidad del fenómeno, que es impredecible.
En 2010 fue de baja intensidad. En 1998, en cambio, provocó grandes daños en infraestructura, minas, agricultura y reservorios de agua.
Menos observado y reconocido es el efecto económico positivo que puede tener la corriente.
"En algunas naciones el impacto de una fuerte ocurrencia de El Niño puede ser una sequía, pero en otras ocurre un aumento de las precipitaciones. Este aumento puede favorecer a un país como Chile, que viene experimentando sequías. Sería un estímulo para la producción agrícola chilena y para superar cuellos de botella en el suministro energético", señaló Zurita.
Las mayores precipitaciones aumentarían también la producción hidroeléctrica de Paraguay, que es fuente de altos ingresos en dólares para el país.
El Niño podría incrementar la próducción hidroeléctrica de Paraguay.
Con las cosechas
El impacto sobre las cosechas, en tanto, variará de acuerdo a la zona y el producto.clic
En el centro de Brasil, la cosecha de café podría verse afectada negativamente. Lo mismo podría pasar en estados como Sao Paulo y Paraná, que producen un 63% de la caña de azúcar brasileña.
Una mayor precipitación limita la concentración de azúcar que se puede cosechar y la mecanización productiva se ve dificultada por la humedad de la tierra.
Pero al mismo tiempo la producción de soja en el sur del Brasil podría alcanzar un nivel récord.
Y El Niño beneficiaría también la producción de soja en el norte de Argentina y Uruguay.
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Neutralizando al Niño
En los países andinos el recuerdo del poderoso El Niño de 1997 y 1998 está todavía fresco.
Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia y Venezuela tuvieron pérdidas estimadas en el orden de los US$7.543 millones.
"El impacto del desastre se visualiza mejor al comparar el monto de los daños con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. Dicha comparación señala que los países más afectados habrían sido, en orden de magnitud decreciente, Ecuador (14,6 % del PIB), Bolivia (7%) y Perú (4,5%)"
Roberto Jovel, Corporación Andina de Fomento
El consultor de la Corporación Andina de Fomento, Roberto Jovel, midió su efecto en el conjunto de economía.
"El impacto del desastre se visualiza mejor al comparar el monto de los daños con el Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. Dicha comparación señala que los países más afectados habrían sido, en orden de magnitud decreciente, Ecuador (14,6 % del PIB), Bolivia (7%) y Perú (4,5%)", indicó en un informe.
El impacto se hizo sentir en el déficit de las finanzas gubernamentales por los mayores gastos de emergencia y los menores ingresos por impuestos.
También la balanza comercial fue afectada negativamente por la caída de las exportaciones y la necesidad de mayores importaciones para la reconstrucción.
Según Moody's, hoy la región está mejor preparada para afrontar el impacto de El Niño que hace 15 años.
"La situación fiscal de los seis países más expuestos a consecuencias negativas de El Niño es de moderadamente sólida a muy sólida. Esto es especialmente cierto del país más afectado por este fenómeno, Perú", afirmó Zurita.
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Fondo de estabilización
El Niño sí puede afectar negativamente las cosechas de café de Brasil.
A diferencia de otros países que pueden ver beneficios en el fenómeno climático, el impacto de El Niño sobre Perú es decididamente negativo.
"El impacto económico en el sector pesquero e industrial puede ser muy fuerte mientras que, dependiendo de la intensidad de El Niño, podría haber daños a la infraestructura. Lo positivo es que el gobierno tiene un fondo de estabilización fiscal equivalente a un 4,2% del PIB nacional que se puede usar en caso de emergencia", indicó Zurita.
Ante los desastres naturales los gobiernos se ven obligados a importar y endeudarse más, una eventualidad que hasta ha generado un florecimiento de una sofisticada red de seguros privados contra desastres.
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Fondos de estabilización como el de Perú minimizan este impacto económico que suele ser desastroso para muchos países en desarrollo.
"Gracias a este fondo Perú se encuentra en condiciones de responder al fenómeno. Lo mismo puede decirse de Colombia y Panamá, donde El Niño causa sequías que afectan negativamente a la producción agrícola y la generación eléctrica", apuntó el experto.
Bancos bien pertrechados
Esta situación de mayor solidez no se limita al sector público sino que también alcanza al sector financiero.
"Nuestro cálculo es que el impacto de El Niño sobre estos países será de bajo a moderado. Gracias a su política económica, la región está mucho mejor preparada que en el pasado para lidiar con este tema"
Según el análisis de Moody's, los bancos están bien preparados para afrontar la amenaza de un fenómeno severo, ya que tienen una exposición relativamente modesta a los sectores vulnerables como la pesca, la agricultura y la minería.
"En Perú y Chile los bancos están muy bien preparados para lidiar con El Niño y el impacto que tenga en estos sectores. La exposición de la banca en Perú a la pesca, agricultura y minería, que son los sectores potencialmente más afectados, constituye un 10% del total de los préstamos. En Chile también está relativamente contenida la exposición de los bancos a estos sectores", le indicó Zurita a BBC Mundo.
En Brasil, en cambio, los bancos -que cobran altas tasas de interés a los préstamos agrícolas- aparecen más expuestos, pero la división entre un norte más perjudicado y un sur más beneficiado neutraliza en parte la vulnerabilidad total del país.
Según Moody's el sector financiero se beneficia también de la mayor solidez del sector público y su margen de maniobra para neutralizar el impacto negativo de un desastre climático.
"Los gobiernos tienen un margen de maniobra para avanzar con políticas de reactivación que mantengan la demanda y el consumo vivos en caso de desastres y emergencia. De modo que nuestro cálculo es que el impacto de El Niño sobre estos países será de bajo a moderado. Gracias a su política económica, la región está mucho mejor preparada que en el pasado para lidiar con este tema".