J. Esturillo / JC. Prado
El fuerte incremento en las importaciones de acero y productos metálicos de origen chino cobró una nueva víctima a nivel local.
Se trata de la brasileña Gerdau, que a principios de noviembre cerró la operación de Trefilados Gerdau AZA, firma dedicada a la fabricación de clavos, alambres y mallas a partir de alambrón que era suministrado por Gerdau Aza, también controlada por el grupo brasileño.
"El cierre se decidió después de un análisis detallado y cuidadoso, en función de las condiciones de competencia desleal que sufre la industria chilena de acero, afectada por el gran volumen de importaciones de acero asiático que ingresa en el país. ", explicó Italo Ozzano, gerente general de la acerera.
El ejecutivo precisó que esta medida implicó el despido de un centenar de personas y añadió que esta filial, que fue adquirida por el grupo Gerdau en 2008, trató de competir pero no logró subsistir porque los costos de producción en Chile son incomparables con los de los países asiáticos, debido a que estos no cumplen con los mismos estándares vigentes en el país.
"La empresa enfrentó una fuerte competencia desleal proveniente de China. Al país está ingresando una considerable cantidad de productos que coinciden con los que fabricaba esta empresa, pero que llegan a precios tales, que hacían inviable seguir produciéndolos (...) todo ello condujo a que Trefilados Gerdau AZA no fuera viable", precisó Ozzano.
Sobre el impacto de esta medida sobre la acerera, que produce a partir de chatarra, el ejecutivo dijo que el suministro de materia prima representa menos del 2% de los despachos de Gerdau AZA, razón por la que "todas las operaciones de Gerdau en Chile siguen sin alteración y en condiciones completamente normales y rentables", aseguró.
Agregó que aunque Trefilados detendrá la fabricación "nuestro objetivo es seguir comercializando los mismos productos que antes. Para ello buscaremos en el mercado interno y externo productos de calidad, que puedan satisfacer las necesidades de nuestros clientes que continuarán siendo atendidos plenamente por Gerdau".
La filial de Gerdau se suma al grupo CAP, que a mediados de año anunció la reestructuración de su negocio de acero con el objeto de revertir los malos resultados y adecuar su producción a las nuevas condiciones del mercado.
El presidente de Asimet, Gastón Lewin, dijo que los dos principales actores del negocio acerero local no son las únicas víctimas de las importaciones, principalmente chinas, sino que varias empresas más pequeñas y de nichos específicos, como estructuras metálicas para almacenamiento, también han tenido que paralizar o incluso cerrar.
Medidas de protección
Italo Ozzano adelantó que por ahora no pedirán medidas especiales de protección a la autoridad, pero "no las podemos descartar", dijo.
"Estamos por la libre competencia, tanto con los productores nacionales como con los extranjeros. Lo que sí solicitamos a las autoridades es que garantice que esta competencia leal se cumpla", aseguró.
Lo anterior se relaciona con velar para que los productos importados cumplan con las regulaciones chilenas en términos ambientales, de calidad y seguridad, algo que la industria está articulando en una propuesta concreta (ver entrevista).
El antecedente de CAP acero
Reestructuración A fines de junio se conoció la decisión del grupo CAP de reenfocar su negocio de acero, cambiando la estructura de operación de la Siderúrgica Huachipato, para sortear la compleja situación financiera de su filial CAP Acero.
Ajuste a inicios de septiembre la empresa CAP Acero finalizó el proceso de adecuación organizacional y a fines de octubre se conoció la desvinculación de 333 trabajadores y 43 ejecutivos, aunque a nivel sindical se hablaba de la salida de 500 de los 1.610 empleados de la firma.
Nuevo modelo la opción de la empresa acerera fue focalizar sus actividades en la fabricación de productos largos, que son más demandados en el área minera, suspendiendo la línea de productos planos que perdió competitividad.
"Una institución distinta tiene que fiscalizar los estándares"
Gastón Lewin,
presidente de Asimet
-¿Qué acciones están tomando frente a casos como éste? -No nos podemos quedar tranquilos ante la situación que enfrenta la industria. Como gremio, por una parte a través del Instituto Chileno del Acero (Icha) estamos haciendo varios estudios para determinar el impacto de las importaciones en distintos sectores de la industria local, principalmente del acero.
Esto será parte de un documento que presentaremos a las autoridades del ministerio de Economía, a través del Instituto Nacional de Normalización (INN).
-¿Qué plantearán? -Lo que realmente necesitamos es que se fiscalice, por eso estamos preparando propuestas concretas sobre dónde debemos fiscalizar y las capacidades técnicas que deben tener los organismos, porque el INN no tiene esas facultades y Aduanas carece de personal preparado para ello. Entonces, una institución distinta tiene que fiscalizar o controlar los estándares de los productos que están entrando al país y que no cumplen con los mínimos ambientales, de seguridad y de calidad que rigen para la industria local.
-¿Piden protección arancelaria?-Por ningún motivo estamos pidiendo protección de ese tipo, sólo buscamos que todos trabajemos sobre las mismas normas y que la cancha sea pareja.
-¿Cuándo estarán en condiciones de presentar sus propuestas?-Tenemos algo avanzado y tenemos que profundizarlo, por lo que dentro de 30 a 60 días tendremos todo listo para discutirlo con las autoridades actuales y también con las del próximo gobierno.
el antecedente de cap acero
Reestructuración A fines de junio se conoció la decisión del grupo CAP de reenfocar su negocio de acero, cambiando la estructura de operación de la Siderúrgica Huachipato, para sortear la compleja situación financiera de su filial CAP Acero.
Ajuste a inicios de septiembre la empresa CAP Acero finalizó el proceso de adecuación organizacional y a fines de octubre se conoció la desvinculación de 333 trabajadores y 43 ejecutivos, aunque a nivel sindical se hablaba de la salida de 500 de los 1.610 empleados de la firma.
Nuevo modelo la opción de la empresa acerera fue focalizar sus actividades en la fabricación de productos largos, que son más demandados en el área minera, suspendiendo la línea de productos planos que perdió competitividad.
"Una institución distinta tiene que fiscalizar los estándares"
Gastón Lewin, presidente de Asimet
-¿Qué acciones están tomando frente a casos como éste?
-No nos podemos quedar tranquilos ante la situación que enfrenta la industria. Como gremio, por una parte a través del Instituto Chileno del Acero (Icha) estamos haciendo varios estudios para determinar el impacto de las importaciones en distintos sectores de la industria local, principalmente del acero.
Esto será parte de un documento que presentaremos a las autoridades del ministerio de Economía, a través del Instituto Nacional de Normalización (INN).
-¿Qué plantearán?
-Lo que realmente necesitamos es que se fiscalice, por eso estamos preparando propuestas concretas sobre dónde debemos fiscalizar y las capacidades técnicas que deben tener los organismos, porque el INN no tiene esas facultades y Aduanas carece de personal preparado para ello. Entonces, una institución distinta tiene que fiscalizar o controlar los estándares de los productos que están entrando al país y que no cumplen con los mínimos ambientales, de seguridad y de calidad que rigen para la industria local.
-¿Piden protección arancelaria?
-Por ningún motivo estamos pidiendo protección de ese tipo, sólo buscamos que todos trabajemos sobre las mismas normas y que la cancha sea pareja.
-¿Cuándo estarán en condiciones de presentar sus propuestas?
-Tenemos algo avanzado y tenemos que profundizarlo, por lo que dentro de 30 a 60 días tendremos todo listo para discutirlo con las autoridades actuales y también con las del próximo gobierno.