Aunque en privado en el oficialismo admiten que el desafío presidencial es difícil, en terreno la candidata a La Moneda y exministra del Trabajo, Evelyn Matthei, busca inyectarle a la campaña optimismo y recalcar que nada está perdido. Así por lo menos lo demostró en su gira de dos días que realizó a la Región de Coquimbo. Quienes siguieron de cerca sus desplazamientos concuerdan que por momentos le hicieron recordar su irrupción en 1997 cuando llegó a la zona para asumir una complicada candidatura senatorial frente al entonces diputado de Renovación Nacional, Eugenio Munizaga Rodríguez. Como en aquella oportunidad, la candidata ha ocupado la estrategia de la cercanía y empatizar con el electorado. Pero, también se está acostumbrando al exigente protocolo que ha impuesto su equipo de trabajo, sobre todo su generalísimo y excandidato presidencial, Joaquín Lavín. Esto quedó reflejado principalmente a la hora de enfrentar los encuentros mediáticos. De hecho, en la entrevista que concedió a diario El Día y a la 97.7, fue el propio Lavín quien irrumpió en el estudio para terminarla como una forma de cumplir los estrictos horarios de la gira.
En el diálogo Matthei se tuvo que hacer cargo de que en política nunca se puede dar por sentado nada, más aún cuando no se sabe lo que ocurrirá en el futuro. Esta respuesta se refería que a que fue ella misma quien había sido tajante que tenía pensado desvincularse de la política contingente y que en ningún caso tenía contemplado ser candidata presidencial. Igualmente insistió en la unidad del bloque con la que se está trabajando y puntualizó que lamentaba que se la sindicara a ella como la responsable de la salida del intendente Mario Burlé.
Asimismo, reconoció la cercanía que poseía con la zona y enfatizó que siempre pensó en partir la gira por Chile en la Región de Coquimbo. "Una alegría enorme partirla por acá, porque ésta fue una parte muy importante de mi vida".
-Sin embargo, en septiembre de 2010 sostuvo que estaba agotada y que buscaba privatizarse, ¿qué ocurrió para aceptar esta candidatura?
"Es tan rara la vida, estaba con todas las pilas puestas en el Ministerio del Trabajo y es un puesto que agradezco al Presidente Piñera (Sebastián) y fue una cosa muy potente, pero estaba tirando líneas con dos amigas para formar un colegio de mucha excelencia, donde hubiera chiquillos de escasos recursos y con gente de clase media y mira cómo es el destino".
-Usted había insistido hasta el cansancio que no sería candidata presidencial…
"Me enseñó todo esto que nunca hay que escupir a cielo (risas)".
-¿Tras la bajada de Laurence Golborne y Pablo Longueira siente que a través suyo se recurrió a la reserva?
"Estoy con toda la fuerza del mundo, el optimismo, la alegría y lo que queremos transmitir con esta campaña es que se puede. Cuando estuve acá estuve mucho en las poblaciones y conozco mucho cuáles son los sueños de la gente, las preocupaciones, las rabias, el sentirse a veces humillado en ciertas situaciones, por lo que la campaña y la Presidencia si llegamos a ganar, la quiero hacer sobre la base de una mejor calidad de vida. Más que pensar en tremendas reformas, lo que la gente necesita es que cuando vayan al consultorio, la traten bien".
-¿Percibe que esta campaña está cuesta arriba?
"No, siento cualquier cantidad de cariño, de apoyo y hay muy buenas vibras en la calle".
-¿Advertía que en su sector había un derrotismo?
"Sentía que la gente andaba buscando luchar fuertemente por las parlamentarias y siento que hay una ilusión muy grande de que podemos ganar".
-¿Porque ya no está la excusa que hay una sola mujer en carrera?
"Todas las mujeres algún día nos hemos sentido maltratadas por ser mujer. Una señora en la calle me decía yo fui abandonada y saqué mis dos niños adelante. En otros casos una planteaba que 'trabajo igual que mis compañeros hombres, pero me pagan menos' y otra decía que a 'los puestos altos llegan los hombres' y por eso que ser candidata mujer entre puros hombres era una ventaja muy grande. Hoy día ese factor ya no está".
-Pero, a su juicio, ¿dónde estará la diferencia para derrotar a Michelle Bachelet?
"Así como logramos después de 30 años de trabajo muy responsable y serio pudimos ir derrotando la pobreza, hemos logrado crecer, muy poco desempleo y están comenzando a mejorar los salarios, todo eso ya se hizo, lo que viene es nivelar la cancha".
-¿Le faltará tiempo de campaña?
"No, para nada, estamos dando un mensaje súper claro, los consultorios no tienen por qué ser malos por ser estatales y los colegios municipalizados no tienen por qué ser malos. Lo que nosotros queremos es mejorar todo lo que es público, transporte, educación, salud y eso en tres meses se transmite fácil".
-La duda es si logrará alcanzar la unidad interna con RN, luego que algunos líderes como Ossandón y Andrés Allamand no se sacarán fotos con usted…
"Se cuadró (RN) y acá (La Serena y Coquimbo) hemos estado con todos los candidatos de Renovación Nacional, Mario Bertolino y naturalmente con Gonzalo Uriarte, Pablo Argandoña y Sergio Gahona y voy a conocer a Joyce Llewellyn, que probablemente será la candidata en el Octavo Distrito con la doctora Susana Verdugo (ayer fue confirmada). En el país he visto una tremenda adhesión y trabajo conjunto, buena onda y alegría de RN, la UDI y de muchos independientes".
-¿Entonces, descarta que pueda encontrar enemistad en RN?
"No, mire y si hay una o dos personas, somos todos adultos y cada uno sabe lo que hace".
-¿Es cierto que usted estuvo detrás del cambio de intendente que terminó con la salida de Mario Burlé?
"No, no (lo enfatiza reiteradamente)".
-Se sostiene que la nueva autoridad Juan Manuel Fuenzalida es muy cercano a usted…
"Quiero decir que Mario Burlé es igual de cercano. Yo adoró a Mario Burlé, es una gran persona y un muy buen abogado y le he tenido cariño de siempre. Trabajé muy unido a él cuando era seremi de Bienes Nacionales. Me da mucha pena que alguien pudiese creer que yo hubiese estado detrás de sacar a un amigo como es Mario Burlé y si es por amigos seremis, tengo muchos como Luis Cobo, Gregorio Rodríguez, Cristian Felmer y Jocelyn Lizana".
-¿Pero, entonces cuál fue la razón del cambio?
"Ah, no sé, no fui yo la que tomó la decisión".
-Se indicó que usted necesitaba una persona que le imprimiera mayor dinamismo al gabinete regional…
"No, de verdad, adoró a Mario Burlé, es un ser humano maravilloso y gran amigo mío. Entonces, me duele mucho que alguien esté especulando en esta materia. Primero, porque no podría haber estado detrás de sacar a un amigo y, además, es una persona muy proba y cualquiera de mis amigos seremis pudiera haber sido intendente".
-Se insiste en el riesgo de doblajes en la zona, ¿cree que el impulso de su candidatura evitará este temor?
"Se transmitirá, y la mejor señal de que no nos van a doblar en la senatorial es que Insulza no se vino".
-¿Le tuvo temor a su irrupción?
"No sé, pero la verdad es que no se vino y por algo es y lo que he visto es que Gonzalo Uriarte y Mario Bertolino están trabajando ambos en forma muy unida y con ningún tipo de rivalidad".
-¿Lamentó que hasta última hora se indicara que los bajarían?
"Tengo la impresión que hoy día en las encuestas están muy bien y sé que hay bastante tranquilidad en la Región de Coquimbo".
-Aunque insistía que no, ¿en su interior tenía gana de ser candidata presidencial?
"No (risas), no tenía ganas".
-¿Ahora se reencantó?
"Es muy rara la vida, a veces nos lleva por caminos que sólo Dios entiende y a uno le cuesta entender y cuando te llega esto, porque a mí me llegó.Mi padre me dijo, 'sabe qué mijita, si le toca eso (candidatura), tómelo con total alegría y responsabilidad y fuerza' y así lo estoy tomando".
Usted estará en un distrito donde es diputado quien usted llevó a la justicia y fue condenado, ¿las vueltas de la vida la podrían llevar a pedirle el apoyo a Pedro Velásquez?
"Uno nunca sabe, como lo dije, lo que uno aprende es a no escupir al cielo, yo había dicho que no quería ir (candidata presidencial) y mira dónde estoy, así que uno tiene que ir aprendiendo de la vida".