El pasado 18 de marzo, una delegación de 15 miembros de la European Round Table of Industrialist (ERT), liderada por su presidente Leif Johansson (también de la multinacional sueca, Ericsson) se reunió con Merkel, Hollande y Barroso en Berlín, bajo los auspicios de la todo poderosa canciller germana. El propósito era analizar y discutir las medidas necesarias para recuperar la competitividad de la industria europea y apoyar de este modo el crecimiento económico y la creación de empleo.
Según una nota difundida a los medios, la ERT y los líderes europeos trataron, entre otros asuntos, sobre la necesidad de garantizar un suministro energético seguro y asequible para la industria, la adaptación y adecuación de los sistemas educativos, las medidas para mejorar la capacidad de innovación de la industria y, sobre todo, las políticas de la competencia que favorezcan y estimulen el crecimiento.
Pero ... ¿qué es realmente la ERT?
La ERT es un fórum de industriales europeos que nace en 1983 y que hoy agrupa a los 50 consejeros delegados y presidentes de las más importantes compañías multinacionales europeas, que en conjunto y según sus cifras facturan más de 1,3 billones de euros y dan empleo a más de 6,8 millones de trabajadores.
España está representada por los máximos ejecutivos de compañías tan emblemáticas como Telefónica, Inditex, Iberdrola y Repsol. De hecho, César Alierta, el presidente de la operadora de telecomunicaciones, fue uno de los quince asistentes a la cita en Berlín. No obstante, en este club de élite, de entre las 19 nacionalidades presentes, es Alemania, con siete plazas, el país más representado, reflejo sin duda de su poder económico y político en el seno de la UE.
No cabe duda que se trata de un grupo de líderes industriales con suficiente poder e influencia como para ser invitados por los primeros ministros de los dos países centrales de la zona euro, Alemania y Francia, así como por el presidente de la Comisión Europea, para escuchar y atender sus opiniones y puntos de vista.
Con Europa compitiendo a nivel global, con otras potencias y áreas geográficas, por ser el destino final de inversiones y por la atracción del talento, la ERT promueve, entre otros objetivos, la necesidad de"acordar y concretar acciones para que Europa sea más competitiva y esto permita crear más empleos y estimular el crecimiento económico".
De este encuentro al más alto nivel poco más ha transcendido, si bien es cierto que la página web de la ERT colgó un comunicado en el que anunciaron la cita y algunos medios se hicieron eco. No obstante, poco o nada se ha dicho sobre el contenido exacto de la reunión y, sobre todo, de cuáles serían las medidas o recomendaciones que se impulsarían desde Bruselas como resultado de la reunión.
La ERT ¿un lobby?
La propia ERT no se considera un lobby, sino un foro de industriales que trata de "alertar a los responsables políticos de algunos problemas y dar ideas para su solución". Según la información que publican en su propia página web, ERT identifica los asuntos importantes relacionados con la competitividad europea y examina cómo las políticas públicas pueden facilitar mejoras. Traslada sus puntos de vista al proceso de toma de decisiones políticas a nivel nacional y europeo a través de informes, documentos de posición y debates cara a cara.
A nivel europeo, discute sus puntos de vista con los miembros de la Comisión Europea, el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo.
A nivel nacional, los miembros de la ERT trasladan sus opiniones a sus gobiernos nacionales y al Parlamento, así como a otros colegas de la industria, asociaciones y federaciones de industriales, otros líderes de opinión y, también, a los medios de comunicación.
ERT mantiene estrechos lazos con BUSINESSEUROPE, la gran patronal europea, el organismo oficial representativo de las empresas y la industria en las instituciones europeas.
La influencia de este grupo se deriva sin duda de los cuantiosos recursos que moviliza y, sobre todo, del acceso privilegiado que tienen sus miembros a los jefes de Gobierno nacionales y líderes europeos.
Pese a su influencia, a diferencia de BUSINESSEUROPE, la ERT no es muy conocida. De hecho, algunas organizaciones y ONG demandan más transparencia y que los documentos e informes que se intercambian con los funcionarios europeos, en la defensa de sus posiciones, sean públicos. Esta es una de las críticas fundamentales de CEO o Access Info hacia la ERT y otras organizaciones representativas similares: su "falta de transparencia y excesiva influencia en Bruselas".
Si bien parece sensato que se puedan producir estos contactos entre la industria y los representantes políticos europeos, para tratar asuntos relativos a las políticas de fomento de la innovación, el suministro energético o la competitividad en Europa, sí parece razonable también que no se produzcan agravios comparativos con otros grupos de interés o colectivos ciudadanos en cuanto a su capacidad de acceso a los representantes políticos de los ciudadanos y, sobre todo, que los contactos se realicen, en cualquiera de los casos con total transparencia para evitar que dichas actividades se vinculen con prácticas oscuras y opacas. La 'huella legislativa' resulta fundamental para la consolidación y legitimidad de la democracia y las instituciones europeas.
Fuente:http://thelobbyroom.com/